Capítulo 7: Noche de Cita.

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Este One Shot fue escrito por infinite___ot7

A los pocos meses de salir, P'Arthit se había familiarizado por completo conmigo. Por supuesto, la muestra pública de afecto estaba altamente prohibida, pero dentro del confinamiento de una habitación, vi a un Arthit del que me enamoré un poco más profundamente.

Este Arthit era seductor, impredecible, dulce, amable, tímido, sexy y, lo más importante, mío. Mío para tocar, mío para amar, mío para apreciar y mío para proteger. Sólo mío.

Excepto por las mañanas. Seré honesto, por las mañanas, Arthit está gruñón y ágil como el Arthit en público, por lo que era raro que estuviera demasiado herido cada vez que se quejaba. Lo sé, son solo los efectos secundarios de tener mal genio y ¡no olvidemos lo lindo que es su torpe yo por la mañana!

Se avergonzaba cada vez que hacía o decía algo remotamente romántico, pero el confort que las paredes que nos rodeaban le daban valor. Lo suficientemente como para hacer todo lo que su corazón deseaba, incluso con las mejillas rosadas. Y cada vez que veía ese lindo manto rosa, siempre recordaba su bebida favorita: su leche rosada, pero pronto estos pensamientos toman un giro travieso. Empiezo a imaginar cómo quiero beberlo en lugar de la bebida rosa que ofrece o tal vez probar mi 'leche rosa*' favorita. El sabor de esos botoncitos hace que cada bebida sea menos sabrosa.

Me despertaron muy bien de mis pensamientos lascivos cuando P'Arthit se abrió paso dentro de mi dormitorio con la llave de repuesto que le había dado.

—Kong, abrázame. Las clases agotaron toda mi energía. —dijo y se dejó caer a mi lado, acurrucándose en mis brazos.

No intente molestarlo, porque siempre me devuelve las burlas cuando solo estamos él y yo en una habitación cerrada, simplemente lo acerque besándolo ligeramente en el cuello. Aunque me encantaban las bromas de ida y vuelta y todos los coqueteos que se realizaban cada vez que me molestaba, era más divertido burlarse de él en un lugar un poco más público, incluso si no hay nadie más que nosotros. Verlo nervioso y tímido con las comisuras de sus labios girados hacia arriba mientras hace todo lo posible por evitar sonreír era un placer para mis ojos. Era como combustible al fuego de mi deseo por él.

—P'Arthit~ Vamos a una cita.

Sus manos dejaron de acariciar mi cintura debajo de mi camiseta cuando jadeo.

—Kong~ ¿Cómo puedes ser tan cruel? Te acabo de decir que estoy cansado y me estás pidiendo una cita. Literalmente, siento que empezare a hibernar, estoy a ese nivel de cansancio.

—Na khap~~ Na, na, na? —Me aseguré de usar todos mis encantos lindos para persuadirlo.

—Bien, pero no voy a caminar demasiado lejos. —dijo con un suspiro.

—Bien.

—Ninguna cita deportiva tampoco.

—Okay.

—Y tampoco hay citas en el parque de diversiones. —dijo mirándome. Seguramente recordando nuestra última cita.

—Tus deseos son ordenes, cariño.

—¿Quién ... quién te permitió llamarme nombres así? —Un hermoso tono rojo pintó las mejillas de P'Arthit cuando sus ojos se lanzaron a la esquina de mi dormitorio.

—Aww, ¿no estuviste de acuerdo en que podía llamarte cualquier cosa mientras seamos solo tú y yo? —Pregunté con un pequeño puchero.

—¿No podemos simplemente acurrucarnos aquí y llamarlo una cita de abrazos? Es mi idea favorita de la cita. —dijo con un puchero más lindo. Sabía que P'Arthit estaba tratando de cambiar el tema, así que seguí adelante.

—Oho, mi encantador P', te daré todos los mimos que quieras. Con suerte y te encantará esta cita.

Tomé su rostro y apreté sus mejillas para formar un puchero antes de picar sus labios seductores. P'Arthit era un desastre de rubores en la cama cuando me levanté para tomar las cosas que necesitaba para la cita de esta noche.

—¡Qué demonios, Kong! ¿De dónde sacaste todas estas mantas y almohadas?

—La mayoría de ellas, la traje de casa. En cuanto a las almohadas, algunas de ellas también son prestadas de mis amigos.

Respondí como si no fuera gran cosa. Y ya que P'Arthit se levantó de la cama desconcertado, aproveché la oportunidad para tomar la manta y la almohada de mi cama también. Estaba tratando de equilibrar toda la ropa de cama en mis manos, haciéndome imposible ver o caminar. Oí a P' suspirar antes de quitarme la mitad de las cosas. Me quedé con la otra mitad y una pequeña bolsa de necesidades.

—Lidera el camino, Mi lord. —dijo P'Arthit, su sonrisa era igual a la mía.

—P', tenemos que ir al piso superior. —le dije mientras su dedo se movía sobre el botón de la planta baja en el ascensor.

—¿En el último piso? Pensé que íbamos a una cita.

Solo asentí para no revelar todos mis planes tan rápido. P'Arthit negó con la cabeza, pero sin embargo, presionó el botón de la azotea, pusimos todo en el suelo mientras mi sonrisa se ensanchaba al ver el cielo despejado lleno de estrellas.

—¿Así que, cuál es el plan?

—Construyamos un fuerte de almohadas y pasemos la noche aquí. —dije, asegurándome de darle mi mejor sonrisa por si acaso.

—¿Cuánto tiempo has estado queriendo hacer esto? —Preguntó, había algo en la forma en que lo hizo que realmente no me sentó bien.

—Desde que terminó el monzón, pero estabas tan ocupado con las clases que...

Dejé que mi frase se detuviera cuando P'Arthit envolvió sus manos alrededor de mi cintura.

—Lo siento. Debería haberte dedicado más tiempo. Yo debería ...

—¡No, P'! No es tu culpa. Además, no solo fuiste tú quien estaba ocupado. También tuve clases. Y detengamos todo esto. Hoy, estamos aquí para divertirnos y te daré un montón de abrazos, como prometí. —dije, acercándolo a mi.

Me encantaba el calor que emitía mi Ai'Oon. Estábamos ocupados trabajando para hacer el fuerte cuando sentí que un objeto blando me golpeaba la cabeza. 

—¡P'Arthit! ¡Toma!

Tomé una almohada y lo golpeé con ella en represalia. Pronto se convirtió en una pelea de almohadas en toda regla con nuestras risas llenando la noche. En medio de todo el caos, el tiempo voló y nuestro fuerte estaba listo.

—Antes de ir al fuerte, recostémonos en ese colchón extra por un rato. El cielo se ve muy bonito. Quiero mirar las estrellas por un tiempo.

Los labios de P'Arthit se estiraron en una hermosa sonrisa mientras se acostaba. Sus mejillas se pusieron rojas, palmeó el espacio a su lado, sus ojos no dejaron los míos en absoluto. Me acosté a su lado, usando su brazo como almohada.

—¿Sabes, P'? Tiene sentido que seas mi sol.

—¿Por qué?

—Eres la única estrella que necesito y siempre que estoy contigo, ninguna otra estrella es lo suficientemente brillante como para ser visible a mis ojos.

—Agh. Idiota cursi.

Y la noche la pasamos en el fuerte, compartiendo historias y besos. Sin sexo ni lujuria, éramos solo nosotros en nuestro pequeño mundo.

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Según mi investigación:

Pinkmilk: (Ingles) Sangre y Semen. La leche rosada sale de su trasero cuando has terminado.

Pinkmilk: La pronunciación es parecida a pezones rosados. Viene siendo en doble sentido.

PERAYA ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora