PERAYA ONE SHOTS

Capítulo 12: El viaje hacia mi destino.

Este One Shot fue escrito por infinite___ot7

"Nos complace informarle que pasó su entrevista y le ofrecemos un puesto en nuestro departamento de producción en Ocean Electrics Company."

Nunca en mis sueños más salvajes había imaginado que la sonrisa en mi cara en ese momento sería falsa. Entre enormes mensajes de felicitación y abrazos de mi familia, todo lo que pude hacer fue estirar mis labios, que esperaba fuera una sonrisa.

Ni siquiera una vez en estos cuatro años se me pasó por la cabeza la idea de que la meta por la que trabajé durante años no me daría la felicidad esperada una vez que la alcanzara. Ahora que había alcanzado el objetivo para el que trabajaba las veinticuatro horas, me sentía perdido sin ningún objetivo en la vida. Mi vida se sentía extrañamente completa como si ya no tuviera más razones para vivir. Todo lo que siempre deseé ya fue concedido. Bueno, a excepción de uno, pero parecía que nunca volvería.

—Vamos al restaurante de Nina para la celebración de esta noche. —sugirió mi madre. La emoción en su voz me dio una sensación de hundimiento en mi pecho. Una vez que todos llegamos al auténtico restaurante tailandés de mi tía, Tina, una de mis primas, se levantó y levantó una copa de vino toda mi familia la imito.

—Aquí está P'Arthit. Saludos por su arduo trabajo y gran éxito.

Pronto todos habían formado pequeños grupos. Los tíos, las tías y mis primos, todos inmersos en sus propias conversaciones. Por lo general, me divertía con mis primos, pero esta vez me senté en un rincón, empujando el arroz en mi plato con un tenedor.

Esperé un rato más. Esperé hasta que todos estuvieran demasiado inmersos en su propia conversación o estuvieran demasiado borrachos para notar mi ausencia. Tan pronto como tuve la oportunidad, escapé sin siquiera tomar un sorbo de alcohol.

Caminé sin rumbo por las calles oscuras. Por alguna razón, la idea de volver al confinamiento de mi apartamento no parecía la elección correcta.

Me perdí en mis pensamientos cuando noté un carro azul frente a mí. Era el mismo automóvil que había estado en todos los canales de noticias durante más de 2 semanas. El coche del destino. El coche azul del que todo el mundo hablaba en la ciudad llevaba a sus pasajeros a donde debían ir al lugar a donde mas querían ir.

Sin pensarlo mucho, mis piernas me llevaron hacia el coche. Un anciano se sentó en el asiento del conductor. Él me dio una suave sonrisa. Yo le devolví la sonrisa.

—Bienvenido. Espero que disfrute del viaje a su destino. —dijo el anciano con voz alegre.

Tomé asiento del pasajero.Comenzó a tocar algunas canciones románticas en la radio. Alrededor de una hora más tarde, el automóvil, por fin, se detuvo frente a una colonia elegante.

—Espero que te guste el regalo del destino y que lo cuides bien. Gracias por unirte. —El viejo me hizo un gesto para que bajara. Miré alrededor del vecindario antes de bajar tímidamente. —Ha pasado un tiempo desde que ayudé a las almas gemelas a encontrarse. —Escuché al tío decir antes de que se fuera.

Así que iba a encontrarme con mi alma gemela aquí... Mi alma gemela debe ser malditamente rica para vivir en esa área. Miré a mi alrededor una vez más, pero no había ni una sola alma a la vista. Quiero decir, era obvio siendo tan tarde en la noche. Comencé a vagar por el espacio desconocido en búsqueda de mi regalo. Mis pasos se detuvieron y giré a mi izquierda. Vi una figura familiar agazapada frente a uno de los edificios.

—Kong? —Kongpob, mi junior de universidad, me miró con la cara manchada de lágrimas mientras susurraba:

—¿P'Arthit? —Me apresuré hacia él.