PERAYA ONE SHOTS

Capítulo 18: Cumpleaños Olvidado.

Este One Shot fue escrito por: BlueyJoy

Todo comenzó como una aventura de una noche.

Kongpob se despertó solo en la cama y sonrió al sentir la almohada de Arthit aún caliente junto a la suya. Respiró hondo cuando se dio cuenta de que el olor de Arthit aún persistía en él. Le encantaba hacer eso, se dio la vuelta, esperando que Arthit volviera pronto a la cama y pudieran reanudar sus actividades de la noche anterior.

Pero Arthit nunca regresó.

Kongpob finalmente se durmió otra vez, y cuando despertó, notó una pequeña tarjeta a su lado. ¿Había estado allí una hora antes?

Se apoyó en sus codos y agarró la tarjeta. Era de Arthit. Había un mensaje:

Kongpob trató de que no le importara; incluso si estaba locamente enamorado de Arthit, no habían sido más que amigos con beneficios o algo asi. Era la primera vez que pasaba la noche en el departamento de Kongpob.

Antes de anoche, si pasaban alguna noche juntos, siempre era Kongpob en el departamento de Arthit. Y por las mañanas, era tan incómodo que siempre hacía todo lo posible por irse lo antes posible. Arthit nunca había intentado que se quedara, tampoco.

Y ahora esto. No es que Kongpob fuera fanático de algo tan estúpido como los días festivos, pero...

Enserio. ¡Es mi cumpleaños!

Sintiéndose derrotado, Kongpob volvió a la cama. Afortunadamente, era domingo.

****

Una de las mejores cosas de ser líder de equipo en su empresa era que si se era organizado y un adicto al trabajo, siempre se podía encontrar algo que hacer para relajarse. Si Kongpob estaba solo y aburrido, solía trabajar. Hoy, sin embargo, ¿no quería hacer nada de eso? Simplemente no le importaba un comino.

Anoche, cuando regresaron a casa de la cena, Kongpob había ... levemente insinuado que sería su cumpleaños. Arthit sonrió, lo besó en la mejilla y no dijo nada.

La cosa era que Kongpob cruzaría los océanos cuando se trataba de algo relacionado con Arthit, como sus cumpleaños. Todavía recordaba las noches de insomnio que pasó para obtener el regalo más perfecto para Arthit. Solo estaba tratando de demostrar que se preocupaba por Arthit. Evidentemente, a Arthit no le importaba.

Dios, ¿por qué te molesta tanto esto? ¡Es solo un cumpleaños! Eres un adulto. Supéralo.

Fue y se sentó en su escritorio y levantó su teléfono. Incluso si su fin de semana no iba a ser increíble, sabía que otras personas seguramente disfrutaban del suyo. Él no era del tipo de ponerse celoso.

A medida que se desplazaba a través de cosas aleatorias, el timbre de su teléfono lo hizo detenerse. ¿Era Arthit? ¿Podría ser?

—¡Feliz cumpleaños! —La alegre voz de May sonó en el altavoz.