T H E N O T H E S #7

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HOSEOK AÑO 22
2 DE MARZO

Me gusta estar con la gente, Cuando salí del orfanato, empecé a trabajar en un lugar de comida rápida porque me permitía interactuar con otros, sonreír siempre. Me gusta ese trabajo. La verdad es que, en esa época, no había nada que me hiciera sonreír o pensar en positivo. Veía más gente buena que mala. Quizás es por eso que me gustaba ese trabajo. Cuando me fuerzo a sonreír y hablo más alto de la cuenta, la gente piensa que soy feliz de verdad. Cuando me rio a carcajadas, en alto, me siento más feliz y me vuelvo una persona más educada. Hay días que son muy duros. Cuando tenía que limpiar la tienda y volver a casa, me costaba dar cada paso. Había días en que los clientes eran desagradables. Pero entonces me juntaba con mis amigos y todo se volvía más fácil, más fácil que ahora.

A veces pienso en mis amigos cuando los clientes vienen a la tienda. Seokjin, que se cambió de colegio sin decirnos nada, Namjoon que desapareció una mañana, Yoongi, de quien perdimos contacto cuando fue expulsado. No sé dónde estará Taehyung haciendo problemas, a Jimin lo vi por última vez en urgencias y nunca más volvió al colegio. Jungkook, por su parte, pasó por cerca de la tienda hace poco, en su camino a casa. Llevaba su uniforme, pero ni siquiera intentó entrar, creo que nuestra amistad ha terminado.

Recibo a un cliente con energía y sonrío ampliamente mirando hacia la puerta.

TAEHYUNG AÑO 22
29 DE MARZO

El dueño de la gasolinería escupe en el suelo antes de irse. Me quedo ahí, en el suelo, replegado sobre mí mismo. Me han visto hacer un graffiti en el muro que hay detrás de la gasolinería y el dueño me ha pegado. Giro en el suelo. Estaba acostumbrado a que me pegaran, pero tampoco te acostumbras nunca del todo.

Hace poco empecé a hacer graffitis. Agarré un spray que alguien dejó y pinté la pared. Creo que era amarillo. Simplemente lo eché y miré la pintura, su contraste contra el muro gris. Agarré otra lata y empecé a pintar lo que me salía del corazón, cosas que ni sabía que sentía. Paré después de acabar con todas las latas, las tiré y di un paso hacia atrás. Al ver mi obra me quedé sin respiración, como si hubiera corrido un maratón.

No sabía qué significaban los colores de la pared. No sabía qué había hecho. Lo único que sabía era que representaba mis sentimientos. Había plasmado mis sentimientos en la pared. Al principio la estampa era fea, parecía algo estúpido, inútil, lamentable... lo odié. Intenté expandir la pintura con la mano antes de que se secara. Quería borrarlo todo, pero en vez de desvanecerse, la pintura se cambió de otra forma. Me recosté contra la pared. El problema no era si me gustaba o no. El problema no era la belleza o su ausencia. El problema era yo.

Me levanto y toso noto que me sale algo de sangre cuando lo hago. Toso de nuevo, entonces alguien recoge el spray, siguiendo el recorrido de la mano, veo a Namjoon. Me río, creo que estoy alucinando. Me tiende su otra mano, pero sólo lo miro. Tira de mi mano... Su mano está caliente.

YOONGI AÑO 22
7 DE ABRIL

Me detuve torpemente cuando escuche el sonido de un piano, pero el único ruido en aquella construcción era el fuego proveniente de un tambor lleno de aceite. Pero sabía que había escuchado la canción sonar ¿por qué pensé eso? mis pasos borrachos tambalearon, cerré los ojos y seguí caminando con aún menos cuidado que antes. Mientras más me acercaba al tambor con fuego, más fuerte sonaba la canción en mi cabeza, el sonido del piano, el aire de la noche, mi intoxicación, todo creció borrosamente.

Abrí los ojos de repente al escuchar el sonido de la bocina de un auto, entre la confusión de las luces de la carretera, el viento y mi propia borrachera, tropecé sin poder evitarlo , escuché como el conductor me insultó así que me detuve para insultarlo también en ese momento me dí cuenta que no podía escuchar el piano. El sonido había parado pero ¿porqué? y aún más importante ¿quién es el pianista? Las chispas de fuego surgían desde el barril frente a mí, produciendo un sonido agudo, lo contemplé por un momento,después de unos minutos mi rostro se entibió con su calor, fué en ese momento cuando oí un sonido estridente de un puño golpeando teclas de piano. Instintivamente miré detrás mío, por un momento mi pulso se aceleró tan fuertemente que mi respiración se hizo errática. Las pesadillas que tenía cuando era joven, eran tan cual aquél sonido.

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