siempre he leído novelas románticas,pero ¿cristianas? es poco probable,por eso quiero contarles mi historia,soy Fiorela Rinaldi, una joven cristiana tratando de agradar a Dios en un mundo corrompido, y déjenme contarles que el hecho de que sea crist...
-no presenta mejoras, lo mejor será que se instale aquí, lo lamento mucho-dice el nuevo doctor de Fiorela
Cuando hable con su padre rápidamente quiso cambiarlo, no es normal que un doctor coquetee con la paciente, intentó besarla a la fuerza y después dijo que le hace acordar a su ex novia, que no me venga con ese cuentito que Fiorela no se parece en nada a su ex novia.
-de acuerdo doctor, gracias
Miro a mi bella novia durmiendo con respirador y me da tristeza, todo lo que tiene que pasar, pareciera que no fue suficiente ver sufrir a su madre.
-voy a arreglar los papeles para dejarla internada aquí, nadie quiere esto pero va a ser lo mejor-con el gesto decaído su padre sale de la habitación, miro a mis padres los cuales están sentados con el gesto preocupado
Vuelvo a mirar a mi bella novia esperando que abra los ojos pero sabemos bien que no los va a abrir, esta sedada ya que los doctores dijeron que su desmayo puede ser por dolor intenso en el cuerpo.
-se va a recuperar-dice mi madre en tono bajo-ella es muy fuerte, eso saco de su madre, además Dios esta con ella
-mamá, si ella se marcha yo no sé qué...-pero me detiene acercándose a mi
-hijo, mírame-dice dejando su mirada en mi-ella se va a sanar, Dios va a ser un milagro, solo tenemos que tener fe, ella tiene un enorme propósito, todos lo sabemos, no es necesario ser profetas, vos mismo te das cuenta que gracias a esto ella está evangelizando en las quimios, una muchacha aceptó a Jesús en su corazón y falleció al día siguiente, esa joven ahora está en el cielo
-tu madre tiene razón, no debemos perder la fe, y ahora más que nunca tenemos que apoyar a nuestro amigo y al pequeño Gian-mi padre se pone de pie y sale de la habitación
-vamos, levántate, tienes que ir a la universidad, y hacer poner orgullosa a tu novia
-mamá-digo renegando, pero sé que ella se va a salir con la suya, como siempre
-no quiero quejas, yo me quedo con ella, no me necesitan en la biblioteca
-de acuerdo, cuando salgo vuelvo
-¿y tus tareas?-dice levantando la ceja acusatoriamente
-las hago acá, no importa-digo restándole importancia
-llegas a bajar las notas y te verás conmigo muchachito
-si mamá-digo sonriendo. A pesar de tener veinte me sigue controlando
Dejo un beso en la frente de Fiore y uno a mi madre despidiéndome de ellas.
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-¡hey Thiago!- escucho que mellaman asique me doy vuelta
-¿Sofía no?-digo dudoso
-si soy yo, compañera y amiga de Fiorela, ¿cómo esta ella?-dice preocupada