Después de estar por toda la casa, me encuentro a Viveka y no está sola ya que también hay un hombre en frente al cual no le puedo ver el rostro pero si veo que está molesto, ya que le está gritando, y sin pensarlo dos veces me incluyo en la discusión.
-Buenas noches señor, disculpe la intromisión pero quisiera saber cuál es el problema- digo mirando directamente a su rostro. Es un hombre de aproximadamente 69 años de edad y no estoy segura pero creo que lo he visto antes.
-¿Y quién eres tú para meter tú boca en donde no te llaman?-dice el hombre mirándome de arriba a abajo.
-Esa es una de las cosas que realmente detesto, no soporto a las personas que se creen superiores a los demás.
-Que insolente eres, y para tú información, yo soy superior a todos los que están aquí y después de escuchar esto de tú parte, ya no quiero esa disculpa así que esperen las consecuencias - dice mirándome muy molesto y aquí es cuando se que hable en voz alta, ya se quién es este hombre, pero al escuchar los sollozos de Viveka ya no me interesa y volteó de inmediato y efectivamente está llorando.
-No llores, tranquila no pasa nada, ya estoy aquí- digo abrazándola.
-¿Qué no pasa nada dices? Claro que pasa, ¡está puta vómito en los rines de mí auto!- grita el hombre que nos dio la bienvenida a la exposición.
-Le voy a pedir por favor que no la insulte y no tiene de que preocuparse que yo pagaré el lavado de su auto y ya está- digo lo más calmada que puedo, ya que este hombre si me está sacando de mis casillas.
-Yo quiero un auto nuevo, no pienso llevar uno que fue vomitado por una don nadie- dice el mirando a Viveka con cara de repulsión el muy imbécil.
-Mire señor está será la última vez que le repito que no la insulte y no entiendo cuál es el problema, el auto puede lavarse y ni rastro de este incidente quedará- digo muy molesta.
-¡Yo le hablo como quiera a quien quiera, y no pienso tener un auto al que se que le han vomitado!- dice el más molesto que antes.
-Por dios señor, solo escuché lo que a dicho, ¿no quiere ese auto solo por qué sabe que lo han vomitado? Perdone, pero eso es una estupidez, ya que se lava y es como si nada hubiera pasado- digo ya muy enojada por su agresión.
-¡Maldita mujer, te arrepentirás de lo que has dicho!- dice el hombre casi lanzándose a mi cuello.
-¿Pero qué demonios pasa aquí?- pregunta entrando él hombre de ojos azules. Mejor conocido como secuestrador sexy.
-¡Esta puta a vomitado mí auto y no lo quiere pagar!- grita el hombre señalado a Viveka.
-YA LE DI-JE QUE NO LE IN-SUL-TE.- digo yo de forma pausada y amenazante-, y ya he dicho que pagaré el lavado del automóvil y si es necesario estaré ahí hasta que lo dejen impecable, se lo aseguro.
-Abuelo, deja que se vayan ya las chicas, yo te pagaré ese auto- dice el hombre sexy, y si antes se me hacía guapísimo ahora más que nunca, es como un caballero al rescate-, no pierdas el tiempo con ellas y ve a dar inicio al banquete.
Hablé antes de tiempo, es un creído al igual que su abuelo.-No tienes porque pagar tú William, yo quiero que ella lo haga.
Vaya, así que se llama William.-Sabes que no significa nada para mí pagarlo- dice William de forma arrogante y saca su celular de su bolsillo- ¿Qué?, Ha si, ya va para allá.- apenas dicho esto cuelga sin siquiera decir un adiós. Ni oí que sonara.
-Abuelo tienes que ir ya, tranquilo que yo me encargo de esto, ahora vete.- y para mí sorpresa se va pero no sin antes darnos una mirada envenenada a Viveka y a mí.
Una vez fuera, voltea a mirarnos un frío y arrogante William ahora el secuestrador de sueños tienenombre.
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Polos opuestos ©
RomanceSamantha Fereyda es una exitosa escritora, pero no es su unica profesión, aunque si la que más ama. A pesar de que a escrito mucho sobre amor, no sabe mucho del tema, ya que solo a tenido un novio y él a sido su único y primer amor, pero todo acabo...