No sé qué espera para hablar, ya que solo me mira molesto como si hubiera cometido algún error imperdonable y lo que tampoco entiendo es porque lo está, si yo no he hecho nada. Por ahora.
Pasados unos largos 3 minutos es que se digna a hablar, se bien que sueno como una exagerada pero si que son unos largos minutos si el hombre que te mira es un Adonis como este.-¿Se puede saber en qué pensaban al enfrentar a mi abuelo de esa manera? Supongo que no saben nada de él, por su ignorancia casi pierden todo, no sé que habría pasado de no llegar.
-No habría sucedido nada, solo tendría que trabajar más para pagar esa cantidad de dinero y que así su abuelo pudiera comprar un auto nuevo- lo digo mientras lo miró a los ojos ya que no me intimida, se que me llevaría tiempo juntar ese dinero pero se que lo lograría-, aunque para ser honesta creo que es una tontería eso, además, ¿Cómo no confrontarlo cuando el es tan poco razonable y no le importa para nada hacer pasar un mal rato a sus invitados?
-Ahora entiendo, crees que mi abuelo es un exagerado y que haber llegado no significó una ayuda realmente para ti, no sé si aplaudir tu osadía o reír por lo idiota que puede llegar a ser la gente común hoy en día.- dice el con una sonrisa amarga y arrogante.
-¿Gente común? Pues para tú información esta gente "común"- digo imitando unas comillas con los dedos-, pueden ser de las personas más maravillosas que existan pero claro, un magnate frió, arrogante y cuadriculado como usted no lo puede saber, pero a pesar de esto lo perdono y le agradezco por haber interferido es esto.
-¿Disculpa? Creo que oí mal, dudo que hayas podido ser tan poco inteligente como para decirme que me perdonas.-pregunta William entre asombrado y divertido.
-No tienes que preocuparte por un problema de audición, ya que has oído bien, yo te perdono y si no sabes porque puedes preguntar que yo te lo diré.- digo esto de una forma que sea calmada y termino con un guiño que lo estoy usando para aligerar un poco más este ambiente. ¿Segura que es eso? Porque yo lo veo como que quieres recibir más facetas distintas a la fría y calculadora que muestra este magnate.
-¿Qué?- apenas preguntado esto suelta una carcajada de lo más natural y condenadamente sexy. Esto debería significar un delito.
Después de esto intenta recobrar la compostura nuevamente pero no lo logra del todo, ya que aún tiene ese brillo divertido en los ojos.-Por dios, usted es la primera persona en mucho tiempo que me habla así, como si yo fuera una persona normal y no importará el imperio que poseo, sí que es de lo más peculiar señorita, ¿Se lo habían dicho?.- pregunta el con ese brillo que lo hace ver más joven de lo que ya es.
-Pues al menos que tenga antenas o algo que lo identifique como un alíen, no veo por qué no hablarle igual que a los demás- digo esto mientras le sonrió-, y sobre el dinero, para mí usted vale mucho al igual que cualquier otra persona a excepción de los delincuentes, aunque incluso algunos de ellos merecen otra oportunidad.
Apenas dicho esto su mirada se torna asombrada y no estoy muy segura pero creo que hasta un poco esperanzada pero en un parpadeo borra todo rastro de esta y la torna nuevamente a la fría.
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Polos opuestos ©
RomanceSamantha Fereyda es una exitosa escritora, pero no es su unica profesión, aunque si la que más ama. A pesar de que a escrito mucho sobre amor, no sabe mucho del tema, ya que solo a tenido un novio y él a sido su único y primer amor, pero todo acabo...