Cambiada por el amor.

Capítulo I.

-Mi madre entró furiosa a mi habitación ya que eran las 08:00 am y era muy tarde para ir a la universidad.

Hola, me llamo Eva, tengo 18 años y soy de California.

Mi padre es George Harrison, un empresario muy reconocido en California. Mi madre es Esther Black una estilista muy reconocida, igual que mi padre.

Estaba durmiendo muy tranquilamente cuando sentí mi cama hundirse. Abro mis ojos y veo a mi madre.

Buenos días mami.

-Buenos días mi amor. Despierta que tienes que ir a la Universidad.

Si mami, ya voy.

-Ok, te espero abajo.

Cuando baja mi mamá, fui directo al baño y me bañé, me cambié, me puse una camisa blanca y un pantalón alto, con unas Converse blancas, alisé mi cabello y bajé.

Cuando baje, estaban mi mamá y mi papá en el desayunador.

Buenos días, dije.

-Buenos días, -contestaron los dos al unísono-

-Estamos desayunando en silencio hasta que mi mamá habló, Eva, ¿Supiste que tendremos vecinos nuevos?

¿Enserio mamá?

-Si, cuando llegues de la universidad, vamos a ir a llevarles un regalito de bienvenida.

Ok, mamá bueno, me voy que se me hace tarde, adiós.

Adiós, dijeron los dos.

Llegué y me tocaba Castellano a primera hora, entré al salón y me senté en la última fila porque no me gusta sentarme en la primera.

Llega la Profesora.

-Prof: Buenos días chicos, hoy tenemos un nuevo alumno, pasa.

Entró un chico muy guapo, de cabello castaño, sus ojos eran grises, llevaba puesto una chamarra gris y una chaqueta de color negra sin mangas, con un pantalón negro y unas Converse blancas.

-Hola, mi nombre es Evan y tengo 19 años.

Empecé a mirar a todos lados, y el único asiento disponible era al lado mío.

-Prof: ok Evan. te puedes sentar al lado de Eva.

Comenzó la clase y me sentía muy incómoda, porque Evan no dejaba de mirarme.

-Cuando terminó la clase, estaba recogiendo mis cosas y un chico me dice hola. Era Evan.

Hola, le contestó yo seca.

Me dice, -¿Eva cierto?-

Si, y tú, -¿ Evan, cierto? - Le pregunto yo-

-Mucho gusto, tocaya.

Mucho gusto, tocayo.

-¿Sabes dónde queda el salón de Matemáticas?

Sí, si quieres te llevó allá.

-Si, por favor.

Estábamos camino hacia el salón y le digo bueno, he aquí el famoso salón de Matemáticas.

Evan, se echa a reír y me dice, pues gracias.

De nada.

Cuando pasan todas las clases, tocan el timbre de salida, cuando estoy recogiendo mis cosas me tocan el hombro y me dicen nos podemos ir juntos? -Era Evan.

Si, claro, le digo yo. Salimos, estabamos camino a casa y yo le digo bueno, llegamos a mi casa y me dices ¿Tú vives aquí? Me pregunta señalando mi casa yo le digo si y tú donde vives?

-Yo vivo aquí, señala la casa que está al lado de la mía.

Wow, entonces tú eres mi nuevo vecino, le digo yo.

-Si, me dice, bueno hasta mañana vecina.

Hasta mañana vecino, ¿Nos vamos juntos mañana?

Si, claro.

-Ok adiós.

Mamaaaa, grito para que me escuche, vamos a llevarle el regalo a la vecina?

-No hija, ya se la lleve con tu padre.

Ok mamá, me voy a mi cuarto.

Estaba demasiado cansada y me tiré en la cama, y sin pensarlo me quedé dormida.