Nada mejor que una pelea de lodo para terminar bien el día

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Kerket y Souji observaron cómo varios látigos —Kerket llegó a contar más de una docena de ellos— se formaron desde las arenas movedizas para atacarlos. Ella consiguió esquivar, pero pudo ver cómo uno de ellos alcanzaba a Souji, con tal fuerza que lo mandó a volar hacia una distancia donde árboles crecían.

—Maldición... —Kerket gruñó. Perder al otro chico tan rápido era ciertamente un inconveniente, pues ahora no contaba con ventaja numérica.

—¡Ja! —la nueva oponente corrió a atacar a Kerket con un puño de nivel 1. Podía distinguirse a plena vista que su brazo estaba convertido en lodo. Kerket reaccionó a tiempo y contraatacó con una llamarada de nivel 2, pretendiendo quemarla y derrotarla lo antes posible para ver el estado de Souji. Con suerte no tendría alguna herida de gravedad.

La técnica consiguió impactar con su oponente y le quemó parte de la capa. Ésta retrocedió tras el impacto y miró a Kerket.

—Elemental de fuego, conoce a la autora de tu derrota. Soy Laspia Mudame, guerrera de lodo.

—Ahórrate la fanfarronería, te has metido con la persona equivocada —Kerket le devolvió una mirada llena de desagrado. Sus ojos y tono dejaron claro algo a la rival: no dudaría en terminar con ella de ser necesario. Sin mediar más palabra, creó cinco bolas de fuego alrededor de ella mediante una técnica de nivel 2.

—Que comience la batalla —sonrió Laspia. Delante de ella surgió una figura humanoide de lodo, cuyas piernas eran desproporcionadamente más pequeñas en comparación al resto de su cuerpo. Sus brazos eran del tamaño de su torso, haciendo que su postura estuviera algo encorvada—. Saluda a Don Lodo, mi mascota. Él será el coautor de tu perdición. ¡Defiende!

Kerket reconocía esto como una técnica del llamado «nivel A». Existían ciertas técnicas que no podían ser categorizadas en los cinco niveles fundamentales del uso de los elementos, por lo que se usaban distinciones adicionales para ellas. El nivel A generalmente abarcaba técnicas relativas a vínculos con animales u otros entes de difícil clasificación, generalmente relacionados con el elemento afín. Algunas de ellas se basaban en el uso de invocaciones —tal era el caso de Laspia y Don Lodo—, mientras que otras permitían modificar el cuerpo de uno para asemejarse al de la criatura vinculada y así hacer uso de técnicas que en teoría no podrían usarse siendo de un elemento determinado. En algunos casos, el nivel A era hereditario; en otros, un pacto podía dar acceso a dichas técnicas.

No parecía que fuera a ser difícil derrotarlo, supuso Kerket. Notó que el ente de lodo había cruzado sus gigantescos brazos, en una clara maniobra defensiva. Tras una mirada breve, corrió rápidamente hacia él y, aplicando más energía a sus bolas de fuego, las lanzó a diversas partes del cuerpo de la invocación.

El ataque fue un éxito, a juzgar por la cara de sorpresa de su rival. Las bolas de fuego consiguieron hacer daño considerable a Don Lodo, que comenzó a derretirse debido a las altas temperaturas.

Satisfecha ante el efecto del fuego en el monstruo, Kerket continuó con la misma táctica. Esta vez, se acercó todavía más y saltó para usar otra técnica de nivel 2 dirigida a la parte central de Don Lodo. Una llamarada salió de su mano derecha, contactando con el oponente y derritiéndolo un poco. No obstante, parecía que aún quedaba para acabar con él.

—¡No! —Laspia gritó, furiosa por la relativa facilidad con la que Kerket parecía estar lidiando con su invocación. De las arenas movedizas, más surgieron látigos, que se agitaron de forma errática—. ¡A ver cómo te las apañas contra esto!

Kerket no esperaba que su contrincante volviera a atacar con los látigos. Se vio incapaz de esquivarlos al estar centrada en el monstruo, por lo que uno de ellos consiguió darle en el brazo y hacerla retroceder.

Transmutación: El Jardín de las Estatuas DoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora