El lado ciego del amor - CHAELISA

Capítulo 27

Lisa había estado distraída desde que regresó a su asiento. Había ignorado las miradas de cuestionamiento de Mina, y más tarde, las propias preguntas. No quería admitir a su asistente – y a sí misma, en realidad - que había acechado a la artista, y luego le ofreció un trabajo por ninguna otra razón que estar más cerca de ella. El sonido de aplausos estallaron a través de sus pensamientos, y Lisa considero que otro actor había tomado el centro de atención. Vio su actuación durante un minuto antes de perder interés. 

Hasta ahora, nadie había llamado su atención. Ella Peters había dejado por una media hora las audiciones, proclamando que era una pérdida de tiempo. Lisa podría haber sido tentada a hacer lo mismo si no fuera por el hecho de la audición de Jisoo. Hubo otra ronda de aplausos, y Lisa miró hacia abajo para ver a una pelirroja que le parecía familiar en el escenario. Jisoo Kim se presentó y dijo los dos monólogos contrastantes que ella había preparado. Tras una breve pausa, comenzó. 

Lisa no esperaba mucho. Todas las actuaciones hasta ese momento habían sido las adecuadas, tal vez excelentes a veces, pero ciertamente no es lo que estaban buscando. Jisoo, en cambio, fue algo completamente distinto. Como Lisa se sentó en su asiento desde el balcón, viendo a Jisoo Kim, se encontró moviendo la cabeza. ¿Cuáles eran las probabilidades de que Jisoo sería este talento? 

"¿Qué piensas?" Jennie preguntó, cuando Jisoo había terminado y los aplausos atronadores habían cesado. 

"Ella es digna de llamarla de nuevo" 

"De acuerdo." Jennie escribió algo en el cuaderno que llevaba. "También me gustó la otra chica, la que tenía una bufanda de color de rosa y los lentes de moda".

Lisa debió haber estado en el espacio mientras duro su audición. "Uh, sí. Ella era buena." 

"Grandioso. Me siento bien sobre esto". Lisa sonrió al optimismo de la directora, pero sintió un dolor en la boca del estómago. Su vida, que hasta ese momento la había sentido simple y directa, de repente estaba saliéndose fuera de su control. Aunque no hubiese escrito un correo a Rosé, ella todavía estaría sentada allí en ese teatro, acordando conceder a Jisoo Kim una audición. 

"Tal vez sea el destino," Mina susurró, como si leyera sus pensamientos. Lisa ignoró el comentario. Haciendo caso omiso de las cosas, por el momento, era lo mejor que podía hacer.

***

"Aún creo que debemos salir a celebrar o algo así", dijo Jisoo, mientras tiraba las llaves sobre la mesa de la cocina. "Quiero decir, sólo el hecho de que ella lo haya sugerido - demonios, el sólo hecho de que pensó en ti. ¿Cuándo mierda sucede algo como eso? Nunca. Mierda, Eso no sucede. Debemos celebrar tu extraño encuentro con Lalisa Manoban." Rosé se sentó en el sofá y se quitó los zapatos. 

"Si vamos a celebrar algo, es tu audición totalmente pateaste traseros en la audición de hoy. ¿Cuándo llegaste a ser tan buena?" 

"Siempre he sido muy buena", dijo Jisoo, sin una pizca de modestia. Se dejó caer en el sofá junto a Rosé y abrió una lata de refresco. "Desafortunadamente, eso no significa nada. Lalisa y su equipo, probablemente echarán a ese tipo... el que estaba babeando durante su monólogo." 

"Su baba fue algo muy impresionante ". 

"¿O qué tal esa chica, la que chasqueaba la lengua después de cada palabra. Era como, 'tsk Hoy fui al banco tsk y fue genial tsk". 

"¿Qué fue eso?" Rosé se echó a reír, al recordarlo, y con las entregas de Jisoo.  "Había un buen número de desastres en el escenario." 

"Gracias a Dios, también, porque hubiera sido muy aburrido, sin nadie de quien burlarse. De todos modos, de nuevo a todo este negocio de Lalisa Manoban... Me siento como si deberíamos de estar gritando y saltando por ahí o algo así. Sentadas aquí se siente mal, como si no fuese gran cosa que una gran celebridad quiera colgar tu obra de arte en su apartamento. No sé cómo puedes actuar de manera indiferente por todo el asunto." Rosé no sentía nada, pero tampoco era indiferente. Estuvo inquieta en su asiento durante todo el tiempo que había estado en el teatro. Por mucho que no había querido pensar en ello, poner sus esperanzas para arriba, no podía dejar tratar de imaginar lo que sería trabajar para Lalisa Manoban, no podía dejar de preocuparse por todas las cosas que podrían salir mal.