El lado ciego del amor - CHAELISA

Capítulo 38

Rosé estaba en la cama, con sueño, pero sin dormir. Había comprado café en su camino a casa desde el apartamento de Lisa, y había sido un error. Cerró sus ojos y su mente vagaba de nuevo a la actriz. Rosé se sentía desesperada para diseccionar cada detalle de esta situación. Quería pensar en cada pregunta de modo que cada pregunta pudiera ser contestada. Lalisa era Liss y Liss era Lalisa. Todo parecía imposible.

Sus pensamientos derivaron, bailando a lo largo de los bordes de su conciencia. Imágenes aleatorias flotaban a través de su mente: una pluma, una flor, una pelota de voleibol. Pensó que podría finalmente dormirse. Pero entonces el rostro de la actriz aparecía de nuevo en su mente. Lalisa Manoban era gay. Esto era lo que volvía a Rosé. Tenía presente que era el momento más difícil de creer.

No quería concentrarse en lo que debería haber sido una cuestión trivial. Después de todo, Rosé no era ese tipo de persona que se preocupaba por la vida privada de las celebridades. Debería haber sido una ocurrencia tardía. Pero Lalisa Manoban era gay y Rosé no podía superarlo. No podía superar que la actriz haya admitido eso en primer lugar. ¿Cuánto valor tendría esa información para los medios de comunicación? Probablemente mucho. Y Lisa confió en ella para contarle.

Sus pensamientos vagaban de nuevo. Liss era Lalisa. ¿Significa esto que en realidad Lisa nunca había salido con alguien? Parecía inconcebible. ¿Lo de Bambam? ¿Y que había de Edep Wac? ¿Era alguien que Rosé podría reconocer? Se sentía como un trabajo de investigación, reconstruyendo todos los detalles de los vagos correos electrónicos de Liss y tratando de hacerlos tener sentido en el contexto de la vida Lalisa.

No podía recordar el verdadero nombre de Edep y eso volvía loca a Rosé. Abrió sus ojos y llegó sobre el borde de la cama para obtener el ordenador portátil. Silenciosamente se reprendió a sí misma, pero eso no la detuvo. Momentos después fue escribiendo palabras clave en el motor de búsqueda. Lisa había estado en Nueva York en diciembre y si Rosé correctamente recordaba era la fecha se había encontrado con Edep.

Le tomó bastante tiempo hacer clic en un enlace de un blog al blog, pero finalmente encontró lo que había estado buscando. El título del blog decía: "Lalisa Manoban ejemplo de cocina fina en Nueva York" y había un franco cuadro de la actriz junto a una bella chica. El artículo debajo de la foto decía, "Lalisa Manoban cenando con la escritora-directora/ex-Estrella de Broadway, Jennie Kim, en Nueva York en el Gray's Papaya." El artículo continuaba, pero dejo de leer. Miro la imagen durante mucho tiempo. De modo que ella era Edep Wac.

No, era en absoluto lo que había imaginado Rosé. La Edep en su mente siempre había sido algo sencilla y con espinillas, el pelo afeitado, y, quizás, con un número excesivo de piercings. Pero Jennie Kim era cualquier cosa menos sencilla o con granos, y su pelo era largo, liso y perfectamente peinado. Las dos hacían una impresionante pareja. ¿Pero eran pareja? Rosé volvió a su correo electrónico guardado para ver si de alguna manera se había perdido uno o dos correos relativos a la situación actual de Lalisa y su relación con Jennie.

La última vez que había oído Rosé sobre el tema fue en un mensaje de correo electrónico en el que Edep había sido nombrada la reina de las señales mixtas.

"Hmm," dijo Rosé, cambio de nuevo a su navegador de Internet. Buscar información sobre Jennie Kim le resulto a Rosé más fácil de lo que había esperado. La mujer estaba en todas partes, incluso en MySpace. Leyó que en su información decía: Lesbiana. Rosé pasó algún tiempo buscando imágenes al azar y leyendo los comentarios de la gente antes de decidir que había hecho lo suficiente para un día acecho. Rosé saltó cuando la puerta de su habitación se abrió de repente. Su corazón estaba latiendo rápido, frunció el ceño ante Jisoo.

"Por favor, aprender a tocar", dijo.

"¡Oh, como sea, como si alguna vez estuvieras haciendo aquí algo malo!". Jisoo se inclinó contra la puerta. "Te ves como basura. ¿Has dormido?" Rosé coloco el portátil de nuevo en el suelo y bostezó. Sacudió la cabeza en forma de una respuesta. "Bueno, voy a dejarte sola en un segundo, entonces. ¿Estás ocupada esta noche?"