Revolución

2 1 0
                                    

Ya pasaron unos 8 meses aproxidamente desde que hice mi promesa... Desde que decidí cual era mi nui wa, la verdad han sido días difíciles, estaba tan acostumbrado a levantarme a entrenar y que Jack trajera comida, pero me las he tenido que arreglar para aprender a cazar mi propio alimento, mis ropas cada día se desgastan más, sintiendo un frio insoportable, sin contar que es invierno y siento que el viento de las tormentas corta mi cara.

Con el tiempo pase de los bosques con grandes árboles de corteza negra a una pradera extensa llena de nieve, donde la mayor vida que te podías encontrar era musgo y uno que otro animal que se encuentra en búsqueda de alimento.

Y... Aunque todavía no he logrado encontrar a las tribus sigo ilusionado con hacerlo, en mi corta vida ya sentí que lo he perdido todo, pero Yaki me dio esa luz que necesitaba para intentarlo otra vez y por eso no he perdido la esperanza.

En un último respiro caí cansado, y me quedé a descansar un rato, entre a un agujero cerca de la costa y encendí una fogata para mantenerme caliente. Solo me quede unos instantes dormido, ya que unos gritos y los ladridos de unos caninos sin pelo y con piel azulada se escuchaban a los lejos, salí un momento a investigar y encontré lo que tanto había buscado, un grupo de seis personas cazaba a ese canino que fácilmente podría alimentarlos, tenían ropas abrigadoras similares a las que yo vestía, su piel era albina y tan clara como la nieve, y tenían descuidados y largos cabellos tupidas barbas, con collares hechos con huesos de animales.

Se les dificultaba cazarlo y la presa cada vez se alejaba más, yo aceché a la presa desde un costado donde podía parecer desapercibido, así que me dispuse a lanzar el ultimo dardo con cuerda que me quedaba - ¡Le di! - Grite emocionado.

La tribu se detuvo desconfiada, teniendo miedo de que fuera un animal más fuerte lo que lo mato, prepararon sus armas caseras, y se pusieron en defensiva, me acerque lentamente cargando el cadáver. El líder, un hombre grande con fuertes músculos de ojos azules, y cabello castaño le pidió a la tribu que bajara la defensa.

Tire al cadáver del canino delante del líder el cual aún respiraba lentamente, miro con determinación con mis ojos llenos de esperanza al líder – Vengo por sabiduría, vengo por respuestas – Me inclino ante el de manera en la mostraba respeto.

El líder se acerca y Hope se levanta, el hombre respetado por el pueblo se agacha para acabar con la vida del animal que estaba sufriendo con una curiosa arma que Hope en algun tiempo atrás vio usar a uno que otro izzan y dice unas cuantas palabras en forma de oración – Gracias Paka por darnos las fuerzas para capturar nuestro alimento, nobo ehk(Manera de despedir un muerto en su tribu)

Hope de manera intrépida responde – Bueno, literalmente yo fui el que le di caza. Por cierto me llamo Hope – Le manda una sonrisa.

El líder lo mira fijamente con una mirada tan fría que el frio de Histarall está caliente a comparación de su mirada... Después de un tiempo de mirarlo fijamente y Hope con algo asustado y preocupado traga abruptamente algo de saliva, el líder empieza a reír frenéticamente – Me encanta cuando los críos como tú se asustan con mi mirada – Se seca las lágrimas de alegría.

- Ven niño, eres bienvenido, siempre ocupamos gente con alta moral como tú.

- Gracias, de verdad me siento alagado, espero aprender mucho de tribu – El resto de la tribu me recibió de buena manera, como si perteneciera a ellos.

Prepararon un gran festín para toda la tribu, donde salieron niños con sus familias, los habitantes del sitio cantaban y bailaban. Se podía sentir un sentimiento de familia muy fuerte, siendo extraño ya que Histarall es un sitio desolador escaso de comida.

Nui wa IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora