No Todo El Amor Es Bueno

Nueva Casa, Mi Primer Vistazo

Nueva Casa, Mi Primer Vistazo. Segunda Parte.

Llegamos a mediodía a nuestro nuevo lugar. Era un pequeño, pero muy moderno, Loft. Tenía una parte directamente sobre el mar, enormes ventanales que daban directamente a la ciudad, escaleras en espiral y las paredes  estaban repletas de estantes esperando ser llenados.

Contrastaba bastante con las casas alrededor; pero era perfecto para nosotros. Algo original que me recordaba a mi hogar. Sabía que a mi hermano le encantaría, ya no tendría que compartir habitación conmigo y mi madre tenía suficiente espacio para cualquier cosa que se le ocurriera.

Entre mi madre y yo desempacamos todo en tiempo récord, incluso las cosas de mi hermano -tenía sus desventajas que estuviera en el ejército- que eran el doble que las mías.

En cuanto terminamos, salí a hablar con Megan. Tenía que admitir que el ambiente aquí era mejor que el de Texas. La brisa y la arena bajo mis pies realmente eran algo reconfortante. Estaba tan relajada que no me di cuenta del adonis que pasaba, hasta que fue demasiado tarde.

Corte la llamada con Megan porque quede sumergida en un par de ojos violetas sesgados por unas pestañas de color dorado. Me vi ante un chico al que le dirías "debo llamar al cielo, porque se ha caído un ángel".

Me di cuenta en ese momento de dos cosas, un chico material Abercrombie & Fitch se dirigía hacia mi y dos, que yo me miraba como la abuela de los Adams. Realmente no podría haber tenido peor aspecto ni a propósito.

¿Qué hace una chica normal en un momento como este?

Correr, esconderse y rogar verlo en mejores condiciones.

Sí, ¿como no?

Gracias a mis estupendas habilidades deportivas, en mi intento de de huida hacia una palmera, tropecé contra una banca donde se sentaba una pareja. La pareja, la cual le urgía una habitación, no intentó ayudarme cuando de alguna manera salí rodando de la banca con dirección a una familia que tenía un pequeño picnic de playa. Claro, esta familia fue tan amable que me empujó (como acto de reflejo) al mar.

Y ahora, ¿quién podrá ayudarme?

No fue el Chapulin Colorado.

Cuando al fin recuperé mi conciencia me encontré con el motivo de mi accidente inclinado sobre mí. El chico rubio estaba sobre mi con una sonrisa de preocupación en el rostro.

- ¿Te encuentras bien?

Mirarlo confundida fue mi mejor estrategia.

- ¿Puedes levantarte? ¿Necesitas un doctor?- miro alrededor buscando ayuda de alguien. - ¿ Alguien está contigo? ¿Puedes hablar?

- ¿Qué?

- Gracias a Dios, pensé que tendría que llamar a urgencias.

- No, gracias, creo que estoy bien.

Ya recuperando un poco la conciencia percibí un extraño olor que venía de mí. Alguien preparó la salsa especial de picnic.

- Dios, apesto. Por favor, matame ahora.

-Lo siento linda, soy muy gay para estar rodeado de matones. La prisión no es el mejor lugar para alguien como yo.

Y esa respuesta fue un balde frío para mis hormonas de adolescente demente.

-No pongas esa cara de decepción, aun hay buenos hombres en el mundo.

- Claro, pero son gays o están casados.

Nos reimos por unos minutos despues de eso, intentando presentarnos.

- Soy Jake.

-Soy Jordan.

Nos sonreimos un momento y lo supe. Este era mi primer encuentro con mi nueva vida, mi primer amigo. Y desde ese momento Jake y yo no volvimos a separarnos, incluso cuando sufrí lo que iba sufrir, Jake se quedó.