hacer el amor "Capitulo 3"

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Decidimos que yo viajaría dos días después, así les daría tiempos suficiente de tener todo listo, para mi alojamiento. También me daría tiempo de contactar diferentes localidades que se especialicen en tratamiento de cáncer a donde ella pueda asistir para revisión rutinaria. Era mucho papeleo que se tenía que procesar antes de viajar a ese lugar, en donde sería mi tortura. Al día siguiente Carmen y Josh me esperaban en el aeropuerto, nos subimos al auto y fuimos rumbo al lugar que sería mi nuevo hogar.

En el camino Carmen platicaba muy contenta, yo solo podía ver los ojos de Josh que se cruzaban con los míos en el espejo retrovisor. Mi estómago estaba con los nervios a flor de piel, sentía que se me querían salir por la boca. Trate de no voltear a ver ese maldito espejo y mantuve mi vista en el hermoso paisaje que pasaba junto a mí.

Al llegar a casa, me quede con la boca abierta, era real mente hermosa, una gran mansión como las que muestran en las revistas. Grandes portales, con gigantescos árboles, era todo un paraíso. Carmen me llevo a conocerla por dentro, me deslumbro ver como la gran piscina, parecía unirse al mar.

"Debes de estar muerta por el viaje, quieres ir a tu recamara a descansar un poco?" me pregunto mientras caminábamos a la sala

"Si, la verdad si me siento un poco agotada" en el sillón estaba Josh sentado, leyendo unos papeles. Se veía guapísimo con lentes, pantalones de mezclilla, camiseta negra y el pelo alborotado. En otras circunstancias u otro tiempo más bien dicho, me hubiera sentado en sus piernas, jugado con su pelo y me lo hubiera comido a besos. Lleve mi mirada a otro lado, el ya no era mío, más bien nunca lo fue, era prohibido. No tenía derecho de imaginarme todo lo que aria con él.

"Amor podrías llevar a Sam a su recamara, me siento algo cansada y no quiero subir las escaleras" el levanto su vista a mí y mi corazón se aceleró más de lo debido.

"No!.... por favor, yo puedo sola" lo volteé a ver "no te molestes" él se levantó inmediatamente

"No es ninguna molestia" apunto a las escaleras "Vamos" Carmen me dio unos golpecitos en la espalda

"Anda, ve a descansar yo me voy a sentar un rato a tomar mi vitamina D" sonrió dándose la vuelta para regresar a la piscina

Camine a donde el me dirigía, al llegar a mi recamara abrió la puerta dándome la entrada. Yo entre y el paso detrás de mi cerrando la puerta.

"Que haces? estás loco?" pregunte nerviosa

"No, no estoy loco, solo quiero hablar algo contigo. Sé que piensas lo peor de mí y que no va a ser fácil convencerte de lo contrario" me tomo de los hombros haciendo que lo viera directamente a los ojos. Mi cuerpo se tensó inmediatamente al sentir sus manos "no tengas miedo, no te voy a hacer nada. Solo quiero que sepas que nunca te engañe, siempre fui sincero contigo. Te he amado desde el momento que mis ojos se postraron en ti, te necesito más que el aire para vivir" mis ojos una vez más me traicionaron, llenándose de lágrimas " No creas que trato de engañarte, nunca lo aria, solo quiero que sepas que nunca te engañe. Tengo pruebas de lo que digo, pero creo que ahora no es el momento adecuado para hablar del asunto.

Vamos a vivir bajo el mismo techo y lo mejor sería que hiciéramos el intento de sobrellevar las cosas. Carmen cree que no me doy cuenta de sus circunstancias, sé que tú, no te hubieras prestado a venir, si no fuera porque ella está realmente grave" yo solo baje la mirada al suelo "no quiero hacer nada que pueda hacerle daño ni a ti, ni a ella, te pido perdón por el daño que te pueda causarte el estar aquí. Te juro que voy a hacer todo lo posible, por no hacerte sentir incomoda" extendió su mano "amigos?"

"Yo nunca podría ser tu miga, me hiciste mucho daño, te pido que no te me acerques. Frente a Carmen todo está bien, pero a solas no me dirijas la palabra"

El paso saliva muy fuerte "Entiendo que pienses así, pero por lo menos trata, por favor" sus ojos tristes en los míos, que bueno era para actuar, no cabía la menor duda. Sonreí y le di mi mano

"Está bien, pero solo cuando estemos frente a Carmen" le di la mano y una corriente eléctrica corrió por mi espina dorsal al sentir su piel, el bajo su mirada al suelo, sintió lo mismo que yo, lo sé, lo pude notar.

"Puedo hacerte una pregunta?" asentí con la cabeza

"Es formal lo tuyo con Rob?"

"No sé a qué te refieras, cuando dices formal?, además eso no te importa"

"Si me importa, me doy cuenta cómo te ve y como te besa, tú también respondes" sus ojos se cerraron y respiro profundo. volvió a abrir los ojos y me voltio a ver una vez mas

"Estamos tratando, pero, no es formal"

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Dormía en mi costado cuando fui despertada con besos tan suaves y delicados, como pluma, en mis hombros y cuello. Supe quien era por qué su olor que impregno inmediatamente mis sentidos, haciendo que cada nervio de mi piel se pusiera en alerta. "sabía que vendrías" le dije con voz suave. Pude sentir como una sonrisa se formó en sus labios. "porque? Porque sabes que estoy loco por ti? que no puedo estar bajo el mismo techo que tú, sin besarte o tocarte?" beso mi oído dando un suave mordisco "me permites quedarme esta noche contigo? Que te haga el amor?". Sentí como mi piel se erizo, él lo noto también y me acaricio suavemente, sin dejar de besarme. "

"Te estaba esperando, solo que me venció el sueño". Me voltio a que quedara plana en mi espalda, se subió sobre mí. Tal parece que me tarde bastante, no hay más tiempo que perder entonces. Su boca se apodero de la mía con gran deseo y desesperación, me soltó unos instantes. Sus ojos tan intensos en los míos, su respiración muy acelerada, podía sentir como su corazón que al igual que el mío, se quería salir del pecho. Era un momento tan deseado, lo necesitábamos tanto. Deseaba sentir su piel en la mía, no solo era deseo era una necesidad. "Quiero que me agás el amor, Josh"

Me empezó a besar despacio, con mucha pasión, el sentir su lengua jugar con la mía me volvía loca. Sus manos me acariciaba con mucha suavidad, como tratando de gravarse cada línea, cada imperfección de mi piel. Sus manos solo lograban hacer que mi piel se erizara y pidiera a gritos tenerlo dentro de mí.

"Te necesito dentro de mí, por favor" suplique en sus labios, el sonrió muy suave

"Lo que mi reina pida" entro en mi con un solo movimiento y la tortura comenzó, era una dulce tortura que me volvía loca, corrompía mis sentidos. Se movía tan despacio, tan suave que podía sentir cada centímetro de él, cada nervio.

"Por favor, dale más duro" pedí en suplica, era una rica tortura, nada comparada a lo que estábamos impuestos.

"Tenemos toda la noche para darte lo que quiere, pero ahora quiero hacerte el amor, quiero grabarme cada línea de tu piel. Quiero oírte gemir de placer, que tengas el mejor orgasmo de tu vida. Quiero oír mi nombre salir de tus labios, quiero darte la mejor noche de tu vida, que nunca la puedas olvidar" sus puras palabras casi me hacen explotar, este hombre savia muy bien lo que hacía.

Fue muy fácil dejarme envolver en sus palabras de seducción, lo necesitaba tanto. Llego el momento que no pude más, mi cuerpo se empezó a tensar explotando en un gran orgasmo, uno que nunca avía sentido antes, la explosión seguía una tras otra, no parecía tener fin. Pude oír como el nombre del amor de mi vida, salía de mi boca, seguido por unos gemidos llenos de placer. Pude sentir su boca en mi oído "Te amo" dijo muy suave.

Regalo de mi amiga la muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora