Buscando a Sam [ACTUALIZANDO]

02.

Todo estaba oscureciendo, mis manos estaban heladas por el frío. Mi cuerpo estaba congelado por el shock de su mensaje, tenía miedo; mucho miedo y se notaba en mi rostro.

Callé en casi todo el recorrido, pese a que el chofer intentaba iniciar una breve conversación para saber el porque callé. Rose por lo mismo; incluso se veía más preocupado que yo,"No sé que hacer"-Contesté al azar mientras Rose me daba pequeñas caricias en mis manos frías.

Pasando diez minutos para llegar, mi celular volvió a vibrar. Pero esta vez no era un mensaje sino una llamada; mi garganta se había hecho un nudo y mis manos buscaban de que aferrarse, en este caso de mi regalo.
No quería contestar, pero, sin embargo mi mano derecha tenía cierta atracción al querer deslizar la llamada y contestar.

_¿Sí?-Respondí abrumado e inconsciente de lo que estaba haciendo.

(Silencio)
_ Por favor... No hagas eso. Sé que estás ahí, Sam.

_¡Yo hago lo que se me da la gana! Cariño -Dijó en tono de burla- Solo te llamo para avisarte que toques la puerta antes de entrar, quizás Karl esté cerca.

_¿Cómo?¡Ya estoy bajando!-Exclamó abriendo la puerta después de haberle pagado al chofer y con Rose detrás suyo.

_Lo que pasa es que salí a comprar unos cuantos cigarrillos en la tienda-Soltó una carcajada maliciosa- Como notaba que te ibas a demorar un poco más de lo establecido, me lleve las llaves y Karl tiene las de repuesto, eso espero.

_¿Pero si hace un ...?-Estuve a punto de interrogarle hasta que Rose me quitó el celular y le hizo frente.

_¡Ya déjate de bromas, imbécil! ¡Y habré la maldita puerta!-Gritó acercándose a la casa, asomando sus oídos a esta- No creas que soy tan estúpido.

Estaban discutiendo de nuevo, no era algo novedoso para dos polos totalmente opuestos. Siempre lo hacen cuando no hay nadie cerca, en este caso no había absolutamente nadie; el chofer tomó su rumbo y ahora yo tenía que encargarme de encontrar un balance entre ellos dos.

_¡Rose ya basta! No te le acerques más-Le dije en un tono desganado- La cabeza me da vueltas ahora.

_¿¡Y dejarlo que se burle en tu propia casa!?

_Esa no es mi casa. Yo...

Inesperadamente se oyó un chillido, era el de la puerta con Sam en el celular apoyándose encima.

_¡Ah, Joder! ¿Más maricas no pueden ser? ¡Por Dios!-Dijó con una cara de asco- ¡Aquí está! ten tu maldita puerta. ¡Duh! Odio a los maricas como ustedes.

_¡Y yo odio a los que se quieren hacer sentir lo contrario, mantenido de mierda!-Rose lo encaró retándolo.

_¿¡Pueden cerrar la boca ustedes dos!?-Grité mientras subía a mi habitación con el regalo sobre mis brazos.

_¿Qué es esa cosa?-Preguntó Sam, interponiéndose delante mío-¿Quién te dió eso? ¿Tu novia?

_¡Ya déjalo en paz, imbécil!-Dijó Rose sentado en el sofá de brazos cruzados.

_¡Tú cállate! Estoy hablando con él, no contigo-Hizo una leve sonrisa, signo de control.

_No te incumbe, lo siento-Me aparté de Sam en las escaleras.

_Solo quiero saber lo que contiene, no lo que harás con él -Siguió persuadiéndome hasta que entré a mi cuarto- Se nota que alguien le echó mucho empeño al hacerlo-Dijó, echándole llave a la puerta.

_Se supone que es un regalo¿No?-Respondí algo nervioso.

_Sí, uno que quizás deba traerte muchos tristes recuerdos ¿No?

_No lo sé. No puedo recordarlo, fue hace tantos años.

_ Si puedes, solo que no quieres. Pero bueno déjame que te lo recuerde-Tomó el regalo y comenzó a desenvolverlo cuidadosamente-¿Qué ves aquí?

_Un cuadro de nosotros dos de niños-Contesté tristemente.

Esa foto era importante para mí, mas creí haberla perdido. Ese día fue el más nostálgico de todos muy aparte del abandono de mi padre. Ese día fue de un sabor amargo pero su risa lo compensaba todo.
Sam me abrazó muy fuerte esa tarde y me juró que no me olvidaría. Y así fue hasta ahora, pero siento que ha cambiado y ya no lo conozco como antes. Pero no quiero pensar en eso, no quiero que se repita, no quiero-Se escuchaba la voz de Rose llamando para que abra la puerta pero ya era muy tarde.

_¿Lo recordaste? -Habló mientras me abrazaba como si fuera el reemplazo de su vieja presencia- ¿Por qué no quieres aceptarlo?

_No lo recuerdo-Seguía negándome a mi mismo.

_¿Entonces por qué estás llorando?-Comenzó a imitar su risa, susurrando a mi oído y besando suavemente mis mejillas.

_Por que te extraño-Dije con una voz quebrada por los recuerdos- ¡Ya no sigas, por favor! ¡Basta, Sam!

_¿Ya olvidaste que dije que no pararía, cariño?

To be continue..