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Era el chico más alegre del vecindario. Muchos le juraban que tendría un futuro prometedor, yo lo creí; todos le creían. Era tan alegre y tan sonriente que hasta me hizo olvidar que se iba y que ya no volvería; era de los pocos chicos con el que valía la pena estar y yo era capaz de cambiar de orientación sexual por él, no me importaba pero la nostalgia de no tener un futuro con Sam me invadía.
¿Que haces sentado ahí, solo?-Decía Sam antes de partir- Todos estamos esperándote, mis padres acaban de traer muchos dulces que te gustan ¿Qué pasa?

¿Estás bien?

¿Estás bien?

¿Te gusta?

_¿Te gusta, Owen?-Dijo Sam sobre mí, apretando mis muñecas mientras me intimidaba- ¿Estás satisfecho o quieres más?

_Vete a la mierda-Respondí con voz débil influenciado por esos sentimientos del pasado.

_Aún no puedes olvidar esas cursilerías ¿Cierto? ¿Por qué mejor no seguimos? Soy solo su sombra y tú lo sabes. Pero tus estupideces me cambio y tú también lo sabes perfectamente.

¡No me veas con esos ojos como si fuera mi culpa! ¿Ok?-Dijo enfurecido en voz alta a la vez que Rose forcejeaba la puerta.

_¡Rose estoy bien!-Le avisé para que él no se alterarse y termine rompiendo la puerta de la habitación-¡No dejaré que me joda!

La puerta dejó de sacudirse aunque detrás de esta se escuchaba los murmullos de Rose y de Karl que al parecer ya había llegado y oído todo. Entonces Sam reposó sobre mi pecho y comenzó a morderme por todo el cuerpo, desde el cuello hasta donde quedaba mi cintura.

¡Deja de hacer tonterías!-Le gritaba antes de caer en su maldita pero atractiva manipulación. Odiaba todo, me repugnaba la idea de tener que acostarme con él solo por diversión o solo para llenar la ausencia de él. Pero Sam nunca para una vez que empieza, es un animal en el cuerpo de un hombre.

Él no dejaba de intimidarme ni de burlarse de mi debilidad, sabía que estaba vulnerable.
Entonces tomó el recuadro que me habían obsequiado, sacó el marco y sostuvo la foto con una mano mostrándomela en signo de burla mientras teníamos relaciones.

_¿Porqué no lo llamas?-Hablaba mientras desabrochaba mi pantalón con la otra mano- Deberías ser más grato y decirle gracias por su regalo ¡Lo llamaré para que aprendas a ser agradecido!-Agarró el celular sobre la mesa y marcó.

No quería hablar en este estado. Intente voltearme,pero no podía.
Intente llamar a Rose para que me salvará, pero no quería quedar como marica frente a Sam. Lo único que podía hacer era como si disfrutara de esto para que Sam se sienta asqueado.

El teléfono estaba sonando hasta que alguien contestó: "¿Aló, Owen? ¿Qué ocurre? Estoy en la universidad ahora."
No sabía que decir, estaba demasiado agitado como para hablar con normalidad.

_¡Agradécele!-Susurraba Sam a mi oído- Sino dices nada, haré que hables-Decía presionando mi abdomen bruscamente.

En eso solté un chillido de dolor y dije lo que Sam quería que dijera: "Solo llamaba para agradecerte por el obsequio, es muy gentil de tu parte haberte tomado el tiempo Sam ¡Gracias enserio! -Decía intentando contrarrestar la excitación que Sam me había provocado.

_¿Está todo bien? Tu voz suena algo extraña ¿Estás ebrio?¿Con quién estás?-Empezó a preocuparse mientras Sam soltaba un par de carcajadas por las dos últimas preguntas.

_Estoy bien. Solo que el frío acaba de arruinar mi garganta-Respondí poniéndo algo de compostura- Te lo explico más tarde ¡Adiós!-Corte inmediatamente para no seguir.

_¡Woah!-Dijo Sam asombrado tapándose la boca con una mano- Vaya, que mentiroso resultaste ser, amor. Eso no vale, ni siquiera te despediste adecuadamente-No dejaba de reírse.

_¡Quítate de una vez imbécil! ¡Me estas jodiendo la espalda!-Exclamé enfurecido.

_Solo un rato más y me largo-Respondió acercándose- Después de todo sólo jugaba contigo ¿O enserio quieres verme enojado?

_No, solo termina y vete. Siempre seguirás comportándote como un idiota-Sollocé rendido.

Luego, una vez ya agarrado de mis hombros comenzó a cabrearme como si no hubiese un mañana. Se vino las veces que quiso, . Me mordió todo el cuerpo hasta que no quedase rastro de piel, me hizo sufrir, de todas las maneras que existen y me dijo todo lo que quería decir hasta que se quedó sin aliento.

Finalmente termino, yo estaba pegado prácticamente a la cama; estaba agotado y él ya se había ido. Entonces Rose entró y me desamarró las muñecas que estaban atadas por el cinturón de Sam y me comenzó a dar ánimos mientras lloraba.

Así era Sam y no hay nadie que lo cambie, solo yo. Pero había ciertas cosas que extrañamente se me hacian irresistibles de él. Soy una mierda, lo sé. Pero lo necesito aunque no quiera aceptarlo.

 Pero lo necesito aunque no quiera aceptarlo

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To be continue...

Buscando a Sam [ACTUALIZANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora