SMOKE [J. Byers; Stranger Things]

019

Él no lo había negado.

Había sido algo valiente por parte de Deana de decir aquello, de afirmar algo de lo que no tenía pruebas.

Pero él no lo había negado.

Y eso rompió a Deana más que a nada en el mundo.

La chica se miró el rostro, totalmente irreconocible. Cortes, moretones, bolsas bajo los ojos. Su pelo opaco y quebradizo. Un reflejo de lo que sucedía dentro suyo.

¿Y Jonathan decía que su vida había sido arruinada?

Dejó salir un último sollozo antes de ahogarlo con el agua helada del lavado.

Se veía terrible, se sentía peor.

Y pensar en que en esa misma habitación alguien la había mirado con tanta ternura y curiosidad.

"Linda" oyó el eco de aquel antiguo susurro.

No se sentía así, ya no más.

Salió del baño al oir el murmullo empezar, sabía con qué se encontraría. Mike dirigiendo a la fiesta.

Deana suspiró, notando que los cuatro niños se callaron al verla llegar.

-¿De qué mierda hablan ahora?

-Quieren ir a por los... -comenzó Ted, mirando a Dustin.

-Demodogos.

-Demodogos -concluyó el mayor, a un lado de Nancy-. Yo les decía...

-¿Rodaron por la escalera o su cabecita funciona así de forma natural? -interrumpió Deana.

-Eso, pero más sueve -susurró Ted.

-Ir a por -se comenzó a burlar Deana, aunque Mike la interrumpió.

-Bob no puede haber muerto en vano, Deana -habló el niño.

Un sentimiento de culpa llenó a Deana.

Hacía menos de una hora que Bob había muerto y ella ni siquiera había pensado en el hombre. Miró los juegos de mesa sobre la mesa, los que había traído el día anterior al enterarse que Will estaba enfermo.

Bob ni siquiera fue parte de esto al comienzo, pero su vida terminó por ser parte de ese embrollo ahora.

-Hay que detenerlos -concluyó Mike.

-Y sabemos qué debemos hacer -siguió Dustin, tomando de la biblioteca del living un pedazo libro de instrucciones del juego de rol al cual Deana jugaba junto a él a veces.

-Se trata de un ejército, como el que utiliza el...

-Desuellamentes -Ted la miró extrañado, Deana se defendió-. Culpo a Dustin.

-¿De qué mierda hablan ahora? -Hopper apareció junto a Jonathan en la cocina, el mayor se colocó a un lado de Deana.

-El desuellamentes -contó Dustin-. Es un monstruo de una dimensión desconocida. Es tan antiguo que no recuerda su verdadero hogar y por eso esclaviza razas de otros mundos con sus poderes psíquicos.

-Dios mío -se quejó Hopper-. Nada de esto tiene sentido -Nancy se acercó a la mesa de la cocina y se colocó a un lado de Dustin, mirando el libro con extrañeza-. No es real. Es un juego de niños.

-No. Esto es un manual -Hopper y Deana se miraron, algo superados por los intentos del niño-. Y no es para niños -aclaró-. Y en caso de que sepas algo que nosotros no, esta es la mejor metáfora...

-Analogía -interrumpió Lucas.

-¿Analogía? ¿Eso es lo que te preocupa? -se quejó Dustin-. Bien. Analogía para entender con lo que estamos lidiando.