Namjoon le dijo a Yoongi que tenía un piano en su casa. Por eso en el cumpleaños número diecinueve de Jimin, Yoongi hizo algo que no había hecho en seis años: toco el piano de nuevo.
Yoongi lo tocó para el. Por el.
Tocó durante horas y horas, lentamente enamorándose de como se sentían la teclas del piano debajo de sus dedos, y Jimin escuchando cada una de las piezas que Yoongi tocaba. La sonrisa que tenia el chico en su cara... sabía que Jimin había sido realmente feliz.
Yoongi también compró anillos de promesa como regalo para Jimin y para el mismo. Incluso aunque había sido una promesa silenciosa y sin necesidad de decir palabra alguna, ambos sabían exactamente de que se trataba la promesa. Y eso era suficiente.
Los chicos no fueron a dormir hasta tarde. Se sentaron en el balcón y vieron el amanecer. Jimin no quería que su cumpleaños terminara y claramente Yoongi tampoco deseaba eso.
Cuánto más tiempo habían estado pasando juntos, más difícil era imaginarse estar el uno si el otro.
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