El Hilo Rojo entre Tu y Yo (Golddy) (GoldFred) (GoldyxTeddy)

Obstáculos

Freddy y Golden se encontraban en casa de nuevo, por lo que no se despegaban de sus "pequeños hijos". Sin saber que lo hacían sentir incómodos, no podían molestarse libremente.

- ¿Cómo te fue en el colegio?- le preguntó a Teddy cuando llegó

- Hoy hicimos clase de educación física ¡Fue genial!- dijo con emoción

A diferencia de Goldy, que prefería quedarse a leer. 

Demonios su hermano aparecía mucho en sus pensamientos. Para su buena suerte, él no estaba en casa, se había quedado en casa de sus amigos a estudiar. 

Cuando ya era de noche, el castaño menor se dirigió a su cuarto directo a dormir, sus padre también estaban dormidos en el primer piso, pero se percató que el cuarto de su hermano estaba abierta. La curiosidad le ganó y entró.

Su cuarto era muy simple, sin decoraciones; extrañamente a pesar de eso se veía muy bien. Continuo observando, soltando uno que otro suspiro; el aroma de su hermano estaba haciendo que lo extrañe. 

Luego se sentó en su cama y extrañamente se sentía relajado. Su almohada olía mucho a él. En su escritorio habían fotos de ambos desde pequeños, también habían fotos de la familia completa; pero algo hizo que su corazón se detuviera y comenzara a dolerle, había una foto de una chica de cabello rubio casi amarillo y ojos que parecían color violeta degradados a azules con largas pestañas. 

La chica era muy bonita, parecía tener rasgos muy finos, no era tan alta y tenía un lindo atuendo, además de estar tomada del brazo del rubio. Aquello logró esfumar la sonrisa tonta que tenía. Se echó en la cama, como si fuera el dueño. Se abrazó a sí mismo y enterró su cara en la almohada, más rato se iría, después de todo su hermano no estaba en casa.

Con el corazón aún oprimido, poco a poco fue cerrando sus ojos, sin importarle que ni siquiera era su cuarto. 

A las cuatro de la madrugada Goldy llegó, con todo su cuerpo cansado subió por las escaleras, directo a su habitación, pero se sorprendió al encontrar un pequeño bulto en su cama; un lindo bulto. 

En otras circunstancias, habría despertado a su hermano, pero tenía que aprovechar. Se sentó a la orilla y se inclinó para besarle suavemente, con cuidado para no despertarlo; cosa que logró con éxito. Luego le puso una manta en sima y comenzó a acariciarle el cabello. Su pequeño hermano era más que su adoración. 

Entre sueños el castañito podía sentir el calor de una mano que estaba tocándolo. Pero extrañamente solo pensaba en pegarse más, buscando estar más cerca de esa persona. 

La sonrisa volvió a aparecer en su rostro, sin duda el toque de esas manos era del dueño del cuarto.

Que tal el cap? noc me inspire mucho xd

Con cariño su autora