El Hilo Rojo entre Tu y Yo (Golddy) (GoldFred) (GoldyxTeddy)

Besos

Actualidad

Goldy: 17 años
Teddy: 16 años

- ¡Quítate, idiota!.- exclamó Terry cuando su hermano mayor tapó con su cuerpo la puerta de su cuarto  impidiendo que continuara su camino. Le estaba mostrando una sonrisa burlona. Eso sólo logró enfurecerlo más.

Era ya muy tarde y su molesto hermano no dejaba que se saliera. Poco a poco se fue encrespando cual felino.  Estaba apunto de gritar, hasta que Goldy tomó con fuerza su rostro, para finalmente plantarle un beso y de esa forma callarlo.

Naturalmente, el más bajo se comenzó a limpiar la boca reiteradas veces demostrando su disgusto por aquella acción. Ya no eran unos niños para andar en esas dudas, al menos a Teddy le daba vergüenza pensar que su hermano mayor fue su primer beso, y causante de otros tantos.

- Bueno, me voy, suerte con el director~.- habló  entre risas el rubio de ojos claros

Si, el pequeño por andar pensando en como matar a su hermano, olvidó por completo que se le estaba haciendo tarde. Por lo que tendría que ser regañado por el director. Sin duda Goldy tenía mucha suerte de estar en la Universidad y no tener que estar en los mismos apuros.

Suerte para Goldy, mala suerte para Teddy. Quien tenía que soportar las bromas pesadas de su hermano.

- ¡Cuando papá Golden y papá Freddy vuelvan, les diré la clase de hermano que eres!- gritó estando ya subiéndose a la limusina - ¡Además de que tienes más ventaja por que no ingresas temprano hoy!- la potente voy se escuchó de esquina a esquina

Mientras que Goldy miraba desde la ventana con una divertida sonrisa, la expresión molesta de su hermanito. Sin duda muy linda y tierna.

El castaño pensaba en como vengarse del rubio. Pero era casi imposible, cada que él intentaba devolverle la jugada, el oji-azul lo besaba de una forma que no le desagrada para nada, dejándolo inmóvil.

Sin duda aquello era toda una maldita molestia. Lamentablemente los hermanos no se besan, por lo que esos jueguitos sólo ocurrían cuando estaban solos. Como si ambos pudieran leerse la mente sabían como disfrutaba a cada uno de aquellos jugueteos.

Dio un fuerte suspiro mientras miraba por la ventana. Si tan sólo las cosas hubiera sido distintas, talvez no les costaría tanto. Nadie sabe del secreto de ambos, nisiquiera ellos saben con exactitud que ocurre. Pero de algo están seguros, de que no quieren parar todo esto.

Sin duda muy cruel el destino.

Que les pareció lo q volví a escribir???? La vrd este idea me gusta mucho más de

Con cariño su autora ^^