Alcohol

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Golden y Freddy tuvieron que volver a salir, no se habían dado cuenta que sus hijos estaban extraños; parece que las clases de actuación les habían sido de mucha ayuda para fingir una relación normal de hermanos.

 Goldy, se cambió con ropa oscura, simple. Aunque cualquier cosa lo hacía lucir muy atractivo. Saldría a un bar, con sus amigos; estaba tratando de alejarse lo más que se pudiera del dueño de sus dolores de cabeza. 



- Nathaniel... ¿Puedes venir hoy?- 

No es que el rubio fuera alguien que le gustara escuchar conversaciones ajenas pero... algo lo motivó a saber que tan cercanos eran.

- Si... por favor, ven.-

Aquella tarde que planeaba salir, la canceló. Necesitaba saber que clase de persona era, jamás dejaría a la persona que tanto amaba en manos de cualquiera. 

Entonces estuvo espiando cada pequeño movimiento de ambos. Teddy parecía divertirse y distraerse mucho con el chico peli-rojo. Pero era sólo eso. 

En cambio, si mirabas de cerca al lado contrario; las cosas cambiaban. El hijo de Foxy y Springtrap estaba completamente enamorado del castaño. No se notaba demasiado, pero... Goldy reconocía esa mirada, lo miraba de la misma forma que él. 

Parecía que Teddy estaba en buenas manos, no había notado malas intensiones de Nathaniel, por lo que se fue a su habitación; ya se había dañado lo suficiente.

Eran las diez de la noche cuando una llamada lo perturbó.

- ¡Hey! ¡Bro! ven al bar un rato.- era uno de los chicos con los que se había estado frecuentando un tiempo, para tomar hasta perder la cabeza

- Estoy llegando en cinco minutos.-

Necesitaba olvidarse por completo de lo que había visto en la tarde. 

Salió sin decir nada a nadie; Teddy obviamente se había dado cuenta. Pero no hizo nada, estaba diviertiéndose con su mejor amigo, por lo que no tenía caso arruinar su día. 

Nathaniel se fue alrededor de las once de la noche, le dijo que se quedara; pero este insistió en irse. Por lo que ahora estaba solo, lo único que hizo fue dormirse; o al menos intentarlo.







A las tres de la madrugada su celular sonó, era la notificación de un mensaje.

Lo tomó con los ojos adormilados, ni siquiera vio quien era.


Goldy


Te amo

3:00 am


¿Que clase de mala broma era esa? seguro continuaba dormido. Era una completa locura, seguro el mensaje no era para él. 

Se volvió a dormir, o eso intentó. 

A los diez minutos se escuchó a la puerta principal se abierta, y el ruido de algo rompiéndose lo obligó a bajar. 

El rubio que amaba estaba echo un desastre, su cabello revuelto; tenía un perfume barato de mujer impregnado en su ropa, y bastantes trozos de cristal de lo que antes fue un vaso.

Cuando ambos hicieron contacto visual, se quedaron estáticos. El no verse de esa forma luego de semanas los había afectado. 

El mayor comenzó a acercarse al oji-gris. Teddy no podía moverse y huir. 

Su rostro fue tomado entre aquellas grandes manos, y abrió los ojos cuando los labios de su hermano se posaron contra los suyos. 

El beso era muy rudo, como si quisiera marcarlo. El más bajo podía sentir el sabor del alcohol. No sabe cuando llegaron a este punto, pero ahora sus manos eran fuertemente sujetadas por el chico de ojos azules, además de estar acorralado contra la pared. 

- Eres mío, de nadie más.-  habló en medio del beso el mayor

Teddy reaccionó y trato de alejarse, empujándolo con todas sus fuerzas; fallando en el intento. 

- Te amo. Demonios. Te amo Teddy.- seguía repitiendo, pero ahora, mientras lloraba

Esto se estaba saliendo de control.

2/2

Con cariño su autora


El Hilo Rojo entre Tu y Yo (Golddy) (GoldFred) (GoldyxTeddy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora