Capítulo 26

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Ren, estaba haciendo un dibujo para llevárselo a su papá Jimin, porque no había podido acompañarlos. Él no entendía muy bien por qué su papá debía estar en cama todo el día o por qué ellos no podían vivir juntos los tres. Cualquiera que viera el dibujo, no entendería nada, eran solo unas líneas, pero para Ren, era su familia.

Estaba tan concentrado, que no se dio cuenta cuando alguien le cubrió la boca. Se asustó e intentó gritar, pero era imposible. Lo subieron a un auto negro con vidrios polarizados. Nadie podía ver hacia dentro del automóvil.

No conocía a ninguna de las personas que estaban junto a él y sentía mucho miedo. Quería a sus papás junto a él. Derramaba lágrimas, pero sin emitir ningún sonido, aunque quisiera hacerlo, le tenían la boca sellada con cinta adhesiva gruesa.

Su papá Yoongi le había dicho que no hablara con nadie y él le había hecho caso, pero de todas formas, una persona mala se lo había llevado.

Pasaron varios minutos en el que nadie decía nada y él no sabía dónde lo estaban llevando. Tenía muchas ganas de orinar, él había dejado los pañales hacía no mucho tiempo y aún se estaba acostumbrando a ello, teniendo algunos accidentes en el intento, pero ahí no estaban sus papás para ayudarlo.

Cuando sentía que ya no podía aguantar más, el auto se detuvo. Lo agarraron como si de un muñeco de trapo se tratara y lo bajaron dándole empujones para que avanzara.

Él recordaba esa casa y no le gustaba para nada. No quería estar ahí.

— Hasta que al fin llegan — Ren levantó la vista para verla y sintió un escalofrío recorrer por todo su cuerpo. Ella no era buena y estaba asustado de lo que pudiera pasarle. — Volvemos a encontrarnos, mocoso — ella le acarició la cara, pero Ren me movió evitándola. — Insolente. — murmuró entre dientes. — ¿Alguien los vio? — se dirigió a los hombres que aún se encontraban en su sala.

— No, fuimos rápidos y cuidadosos.

— ¡Muy bien! — ella les entregó un cheque — Aquí está lo acordado. Ya pueden retirarse. — Ren los miraba con ojos de cachorro, para que no lo dejaran ahí con la bruja. Él quería que lo llevaran con su papá, pero ninguno le prestó atención. — Ahora ¿Qué haré contigo? Hmmm... primero iré a comer algo, no podrás escapar porque están las puertas y ventanas cerradas, te quedas en ese sofá y no te mueves. — soltó una risa fingida — Aunque claro, es un poco difícil con las manos y piernas atadas.

Ren la observaba mientras salía de la sala, le dolían sus muñecas por el amarre y lo incómodo que se sentía con las manos en su espalda. Las ganas de orinar volvieron y esta vez más fuerte. Miraba para todos lados, pero no tenía idea dónde se encontraba el baño y sabía que si se bajaba del sofá se daría un buen golpe. Suspiró resignado y ya no pudo seguir aguantando.

— ¿Q-qué? — corrió para ver mejor — ¡Eres un inútil! — le dio un golpe en la mejilla, dejándosela roja. Ren la miraba con miedo y sollozaba en silencio. — ¡Mira lo que hiciste con mi sofá! — exhalaba fuertemente por la nariz. — Lo limpias, no me importa cómo, pero lo haces. ¡Ay cómo te odio, mocoso! — se llevó una mano a la frente y se la masajeó con los ojos cerrados. Tal vez no había sido tan buena idea secuestrarlo, después de todo. Sabía lo mucho que Yoongi adoraba a ese niño y haría lo que fuera por él. Por eso, tomó la decisión de secuestrarlo, ella quería volver con Yoongi, costara lo que costara.

Abrió los ojos de golpe al escuchar un fuerte ruido y se dio cuenta de que había sido el menor al intentar bajar del sofá.

— Ugh eres tan inútil ¿En serio eres hijo de Yoongi? — lo levantó y se fijó que tenía sangre saliéndole por la nariz. Se había dado un fuerte golpe. Rodó los ojos y le quitó las amarras de los pies — Levántate — el menor hizo lo que le dijo rápidamente. — Estás dejando todo sucio y de mal olor. Vamos al baño.

Volver a Ti. | YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora