ATRACCIÓN OBSESIVA - Junjou Egoist - Nowaki x Hiroki

32. Un amor verdadero

Buenas madrugadas mis queridos lectores, cómo estuvo su semana?, yo como siempre terminando el capítulo a las tantas de la madrugada n_nU y eso que tenía ganas de escribirlo máximo en la noche, pero ya saben, la inspiración es caprichosa XDDD

Sobre la pregunta del anterior capítulo, pues ganaron los que votaron por no tener un lemon detallado de Haruhiko x Hiroki, por lo que solo habrá una narración detallada o de corrido, de acuerdo a como vaya el capítulo

Quiero agradecer a todas las personitas que se toman el tiempo de leer mi fic, de votar y en especial de comentar; muchos agradecimientos especiales: a Ama-no-Usume, a SophiaoviHer,  HirokiKusama09, a babyhell1, a KaraiSaoriKusamaKami  y a a furro_nutella, de verdad muchas gracias por haber votado y comentado en el capítulo anterior, amo leer sus comentarios; los quiero un montón!!! <3

Bueno sin más que decir, les dejo la conti, disfrútenla! y hasta la próxima semana!!!

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La noche había pasado lenta y torturante para Hiroki, aún resonaban las palabras llenas de amor que Haruhiko le dedicaba cada vez que se encontraba cerca de su oído, para luego lamerlo; Hiroki no ponía resistencia pero no podía evitar sentir la misma repulsión de siempre, odiaba que Haruhiko lo tomara cuando quisiese, pero más odiaba que no le haga daño al hacerlo ya que lo confundía mucho, no entendía por qué lo trataba de manera tan dulce después de todo lo que le había hecho, si tan solo hubiera sido dulce con él desde que llegó a su vida, si tan solo lo hubiera tratado con el cariño que todo hermano menor merece, pero no!, lo torturó desde que llegó, lo sodomizó desde que pudo, lo amenazaba y seguí teniendo amenazado, pero aún así ahí estaba, tratándole con toda la delicadeza del mundo, como si fuera una delicada flor; Hiroki se odiaba por eso, por tolerar todo eso, ya que fuera del hecho que lo hacía para proteger a su amado y su amigo, también dejaba de lado el odio que debía de tenerle a ese ser despiadado solo por un poco de cariño de su parte, del cariño que siempre quiso de ese hermano mayor.

Por otro lado estaba Haruhiko, disfrutando cada segundo de su noche de bodas, se había propuesto enamorar a Hiroki y para ello debía demostrarle ese loco amor que sentía por él, se dio el tiempo de probar y profanar cada parte del cuerpo del menor, no quería dejar ninguna parte sin marcar, se dedicó a atenderlo y logró que acabara muchas veces para así agotarlo y que estuviera muy relajado para cuando él entrara y lo logró!, eso lo sabía muy bien cuando pudo deleitarse con los suaves gemidos que emitía, pero él quería más, quería que Hiroki gritara de locura ido por el placer, pero sabía que para eso debía ser paciente; por eso debía controlarse, en especial controlar sus celos ya que muchas veces a causa de ellos había lastimado al castaño y ahora estaban demás, ya que ahora era suyo por completo y no iba a dejar que nadie se lo quitara.

Esa noche para Haruhiko fue la mejor de su vida, no pudo evitar parar hasta el amaneces, incluso Hiroki no había aguantado tanto y había caído inconsciente a media faena, pero para el mayor no era suficiente así que continuó solo, complaciéndose con el cuerpo del castaño, tal vez esa era una de las pocas cosas que le sería difícil cambiar.

Ya eran las 10 de la mañana y la luz del día había llegado hasta el rostro de Hiroki despertándolo, quería seguir durmiendo, su cuerpo estaba entumido, pese a que Haruhiko no lo había lastimado se sentía desecho, su mente lo dominaba, se encontraba muy triste y confundido, pero sobre todo preocupado, no quería hacerse ese tratamiento y menos quería darle un hijo a Haruhiko, pero no podía quedarse con él por cinco años así como así, solo le quedaba pedir por un milagro, el milagro de no quedar encinta en ese año o que el tratamiento durase tanto que no le diera tiempo al mayor para no lograr embarazarlo; pero si quedaba embarazado no creía tener corazón para dejarle a su hijo a Haruhiko, sin duda sabía que esa era una gran trampa del pelinegro, pero estaba entre la espada y la pared y pensándolo mejor había elegido la mejor opción.