La noche no será demasiado larga,
así que, por favor, apresúrate,
no necesitamos demasiadas palabras.
사랑의 말 (Love words)
🌼
Para alivio de todos, Atuq se fue recuperando bajo los cuidados de los curanderos del lugar, además de ser custodiado por Samin. El Inca y su familia decidieron quedarse en la casa del curaca, al menos hasta que Atuq pudiera ponerse de pie por su cuenta, de paso que evaluaba cómo los pueblos cercanos convivían.
—Gracias por salvarme —le dijo una noche el poeta al noble—. Sé que fue tu deber hacerlo, pero...
—Antes de ser príncipe, eres mi amigo, Jarawi —sonrió Atuq—. ¿Me ayudas a recostarme? No siento el trasero.
El príncipe ahogó una carcajada y lo ayudó, dejándolo descansar. Samin entonces tocó la puerta y Jarawi le sonrió, satisfecho; saliendo de la habitación para caminar, no habiendo mucho que hacer.
Su mente entonces comenzó a reproducirle la imagen del hijo mayor del curaca, Sumaq Sayre. Le confundía verlo, sus manos sudaban cuando lo escuchaba hablar, su pulso se aceleraba cuando sus ojos se encontraban.
Y luego estaba el asunto de las extrañas flores que habían aparecido en su cabeza cuando se encontraron la primera vez.
—Me estoy volviendo loco —susurró Jarawi, saliendo de la casa del curaca, tratando de pensar en otra cosa.
Con el paso de los días, el príncipe notaba cómo sus hermanos mayores se volvían más cercanos a Sayre y Sunku. Huáscar charlaba con Sunku; mientras que Atahualpa y Sayre reían, a la vez que caminaban por el valle.
Una sensación amarga y caliente se asentó en su estómago.
Jarawi tenía celos.
Y negándose a entender la razón, se refugió en la habitación de Atuq, quien se la estaba pasando en grande, recibiendo cuidados de Samin.
—Ustedes en serio son tal para cual —les dijo, entrando como si nada.
—Déjame ser —respondió Atuq, evitando que el guerrero se pusiera de pie—. Además, ¿no conoces el concepto de privacidad?
Encogiéndose de hombros, Jarawi miró por la ventana, viendo cómo Sayre ahora compartía comida con Atahualpa, sin dejar de charlar.
—Jarawi —La voz serena de Samin le hizo saltar en su lugar—. Solo comparten el tiempo porque Atahualpa tiene experiencias de batalla que contar, al contrario de Sayre. Su padre lo protege del exterior, porque tiene potencial para ser el sacerdote de la región. Así que no debes de preocuparte...
—Supongo que no —murmuró, dejando de ver por la ventana—. ¿Padre les ha dicho algo por su relación?
Atuq asintió, besando la mano del guerrero, quien se sonrojó débilmente con una pequeña sonrisa.
—Dijo que no tiene problema con ello. Pero que mientras estemos trabajando, no debemos distraernos por nuestros sentimientos —explicó su amigo.
—Aunque sí nos dijo que consideremos dejar una descendencia, nuestra sangre es valiosa para el futuro del Imperio —prosiguió Samin—. Pero eso lo dejaremos de acá a diez años tal vez, por ahora solo queremos disfrutar de nuestro tiempo, juntos...
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Flores musicales » ChenMin
Fanfiction» Los caminos de Jongdae y Minseok se entrelazan, predestinados a encontrarse infinitamente, como una fría y helada estación que canta una bienvenida a la primavera. Sus cuerpos se estremecen cuando se miran por primera vez, como flores nacientes ca...