❝ JiMin y JungKook llevaban tres años de relación, se amaban demasiado y adoraban pasar tiempo juntos.
JiMin era demasiado tímido sexualmente hablando y JungKook era un niño muy curioso.
"─ Por favor, Hyung, intentémoslo", rogó JungKook, creando u...
JiMin estaba recostado sobre el cómodo sofá de su sala. Estaba descansando después de una larga y cansada jornada de trabajo en aquella cafetería que había abierto sus puertas hace ya varias semanas. Debido a que era reciente, miles de clientes habían estado asistiendo.
Escuchó cómo la puerta de entrada de su departamento era golpeada suavemente. Supuso saber de quién se trataba y, por ello, al estar cerca de la puerta simplemente la abrió, sin fijarse antes. Unos leves formados brazos lo envolvieron fuertemente y él sólo se dispuso a corresponder el abrazo que había iniciado el menor después de haber pasado por la puerta de madera color chocolate.
"—Hyung, te extrañé", susurró el menor mientras se dedicaba a restregar su rostro en el pecho del contrario.
"—No nos vemos desde ayer por la tarde", suelta una pequeña risita, mirando la acción contraria con atención y muriendo de ternura porque, "¡Oh, Ggukie luce tan adorable cuando hace eso!".
"—Eso es muchísimo más de lo que pensé", subió la mirada y la posó sobre la de su querido novio, abultando sus labios.
Después de aquello habían decidido ir a sentarse en el sofá y hablar de cómo les había ido ese día, darse algunos mimos y simplemente mirarse fijamente.
Pero el aura cambio justo cuando JungKook habló con algo de timidez, aquella actitud que nunca tomaba con JiMin, apenas que se sintiera culpable pero no creía que haya hecho algo, el chico era un inocente angelito.
"—¿Pasó algo? ¿Te han hecho algo?", la voz del mayor sonó preocupada y su rostro mantuvo su ceño fruncido. Si alguien estaba molestando a su angelito se encargaría de darle una buena paliza.
"—No, no", negó con su cabeza y sacudió sus manos en forma de negación. Las mejillas del menor estaban rojas, demasiado que hizo que su novio le mirara confundido. "—Necesito hablar contigo de algo serio".
JiMin se asustó, su corazón latiendo fuertemente con temor de escuchar alguna palabra que realmente no deseaba escuchar. Sin más, le invitó a proseguir, puesto que, la curiosidad le estaba ganando.
"—Sabes que no soy un niño", se encogió de hombros. JiMin no entendía a qué se refería. "—Hyung, ah. Tan torpe", palmeó su frente y se acercó al mayor lentamente. "—Quiero hacer un juego. Ya sabes, un juego de roles".
"—¿De roles? Uh, no entiendo", o más bien no quería entender. JungKook era un pequeño mocoso, apenas y habían tenido relaciones sexuales unas dos o tres veces, pero nada más, ya que, JiMin siempre mencionaba que estaba mal y que aún era un pequeño.
A JungKook le molestaba aquello.
"—Claro que entiendes, quiero intentar hacer el daddy kink contigo, anda", rogó. Park se atragantó con su propia saliva, conocía aquello y sabía un poco de lo que trataba y se negaba rotundamente a intentar hacer aquello con su inocente novio.
"—No", su voz salió seria, demandante. Estaba algo confundido por aquello. "—Y es mejor que no insistas, Jeon. Aún eres pequeño para ese tipo de cosas".
"—¿¡Pequeño!? ¡Ah! Te dije que ya no lo soy", su ceño fuertemente fruncido y el feroz gruñido que había soltado habían avisado al contrario que su novio estaba realmente molesto. "—¿Sabes? Háblame cuando deje de ser un niño", y con eso, se puso de pie, caminó hasta la puerta y se fue, dejando a un JiMin realmente confundido.
"—¿Qué mierda le pasa?", susurró.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
