dadd- ah~.

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JiMin cerró la puerta de su cuarto con fuerza, realmente estaba molesto, demasiado.

JungKook estaba asustado, demasiado. El mayor jamás se había puesto de esa forma y no sabía qué hacer.

Quizás no fue buena idea intentar darle celos.

Se acercó a la puerta y dio unos toquecitos a la puerta y después se adentró, observando cómo el mayor estaba recostado en la cama, mirando al techo.

"—Hyung, ¿sigues molesto?", cuestionó en voz baja. Se acercó a la cama y le miró de más cerca.

"—No quiero hablar de eso, JungKook", y su tono de voz le afirmaba que seguía molesto. Jeon soltó un suspiro pero continuó, se subió sobre la cama para después posarse sobre su novio, éste confundido sólo le observó con el ceño fruncido. "—¿Qué haces?".

"—Quiero que me perdone, ya no esté molesto", sus labios se abultaron, creando un tierno puchero intentando ablandar el corazón de Park.

JiMin no podía resistirse al tierno comportamiento de su pequeño novio y sólo alcanzó a chasquear la lengua.

"—Estás consciente de por qué estoy molesto, ¿no?", bufó. La pequeña risita que el menor había soltado le hizo darse cuenta que todo había sido planeado, maldito niño malcriado, se las pagaría.

"—Lo estoy, por eso quiero que me perdone", volvió a hacer un puchero y recargó su cabeza sobre el hombro contrario, comenzando a trazar líneas sobre su fornido pecho.

"—No podría perdonarte así de fácil, has sido un mal niño, ¿cierto?", relamió sus labios lentamente, observando los de JungKook, se veían aún más apetitosos que otras veces.

"—Lo he sido, lo sé", un suspiro fingido fue lo que había soltado. Se alejó del cómodo hombro y miró hacia los ojos contrarios.

"—Entonces debes entender que para perdonarte debes hacer algo por mí, ¿Eso si lo entiendes, no?", Jeon tembló al ver aquella sonrisa pero solo fingió estar confundido.

"—¿Hacer qué?", preguntó. Su cabeza se había inclinado hacia la izquierda y había inflado sus mejillas.

JiMin, tras suspirar sólo se dedicó a negar. La mano del mayor comenzó a subir lentamente por su pecho cubierto con una fina tela, dirigiéndose hasta el lechoso cuello de su bebé.

"—¿Es acaso que tengo que hacerles saber a los demás que tienes dueño? ¿Necesito dejarte marcas por todo el cuerpo? ¿Mnh?", le preguntó entre gruñidos, su mano apretando suavemente el cuello del menor. "—Responde", ordenó y JungKook asintió.

"—Usted tiene todo derecho sobre mí, Daddy. Puede hacer lo que desee conmigo", murmuró con algo de dificultad al tener una de las manos contrarias sobre su cuello.

JiMin sonrió, satisfecho con aquella respuesta pero eso no logró hacerlo alejar su mano de aquella zona.

"—Entonces debería hacerlas, así nadie se acercaría a ti de nuevo", rió por lo bajo, llevando ambas manos hasta las caderas contrarias. "—Pero no serviría si tú también les coqueteas, no debes hacer eso. Sabes que no debes, eres solo mío, ¿no? Entonces no debes coquetear con nadie más".

JungKook estaba realmente sorprendido. Nunca su novio se había puesto de tal manera, sí, había veces en las que se ponía celoso y no quería hablarle pero al pasar las horas todo se arreglaba. Nada así había pasado antes pero no negaba que le encantaba.

"—Prometo no hacerlo, Daddy JiMin. Sólo tengo ojos para usted", jadeó. Los labios contrarios estaban atacando su zona erógena, su cuello era demasiado sensible ante cualquier tacto y el mayor lo sabía.

"—Y olvídate de salir con ese idiota, con la única persona con la que puedes salir es conmigo, ¿de acuerdo?", seguido de eso, lamió toda la extensión de su cuello, recibiendo un pequeño gemido como respuesta.

La mano de Park viajó hasta la creciente erección contraria. No espero mucho para meter su mano entre sus pantalones y comenzar a masajearla con bastante dificultad. Su boca aún marcando la piel de su menor, lamiendo, succionando, chupando y mordiendo aquella área tan dulce que le encantaba en sobremanera.

JungKook estaba vuelto un mar de gemidos puesto a todo el placer que estaba recibiendo en ese momento, le fascinaba.

"—Cuando alguien te invite a salir, ¿qué dirás?", preguntó con voz seria.

"—Dadd-, ah...", no era capaz de responder. Se encontraba cegado por el placer que sentía.

"—¡Contesta!", su ronca voz sobresaltó al menor, tenía que obedecerle a todo lo que le pidiera.

"—L-Les diré que s-soy tuyo. Oh, Dios~", lanzó su cabeza hacia atrás. La mano del mayor ya había desabrochado su pantalón y liberado su erección para que su trabajo fuera más fácil. "—P-Por favor, m-más".

Park mantenía su mano fría pegada contra la caliente erección de su menor, subiendo y bajando en un vaivén rápido, volviendo loco a éste. JungKook mantenía su mente en blanco y, JiMin, fascinado por su vista, sonreía con autosuficiencia.

Su mano libre se dirigió hasta el pezón derecho de su novio, acariciándolo sobre la fina tela que llevaba cubriéndole. Su mano aumentó la velocidad y sus labios seccionaron aún más fuerte aquel pedazo de piel.

Jeon se retorció sobre el cuerpo del mayor y lanzó un sollozo de placer seguido de gemidos y jadeos repletos de placer.

Se había corrido manchando el pecho de ambos, soltando un gemido ahogado. ¡Dios! Eso había sido tan bueno.

"—Buen niño", rió burlón el mayor. Acarició los suaves cabellos del chico sobre el que soltaba balbuceos casi sin sentido. "—Espero y no se vuelva a repetir, mnh".

Y fue ahí que JungKook vio todo negro, se había quedado completamente dormido.

♡♡♡

oh, daddy! ❀ jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora