oh, daddy! ❀ jikook.

¿un juego?

JiMin había invitado a salir a su chico aquel día. No mantenía nada planeado, sólo le había dicho que irían a pasear en auto o quizás ir a cenar algo.

Llegó a la casa de JungKook y tocó la puerta, esperó a que alguien saliera y le invitara a pasar. Después de unos cuantos minutos la madre de su queridísimo novio le invitó a pasar y tomar asiento en el sofá, lo cual hizo.

"—JungKook se la ha pasado en su cuarto eligiendo ropa, por eso se le hace tarde", murmuró su suegra, entre pequeñas risas. "—A veces creo que debí tener una niña".

"—JungKook es como una", mencionó JiMin de igual forma, entre pequeñas risas burlonas ante sus comentarios.

"—Iré a avisarle que estás aquí", Park le agradeció y se acomodó en el lugar en el que estaba esperando.

Se había quedado solo. El silencio de aquel lugar era palpable y relajante, invitándole a dormir, pero JiMin no debía.

Varios minutos habían pasado cuando JungKook se dignó a bajar las escaleras. JiMin le miraba fijamente, se veía demasiado lindo ese día.

Llevaba un gran suéter color lavanda y unos pantalones claros rasgados. Su cabello despeinado y aquella hermosa sonrisa que lo hacía lucir encantador. Adorable.

Se puso de pie y caminó hacia él, sonriéndole levemente.

"—Perdón por la tardanza", murmura con pena. El menor pasa sus brazos por la cintura contraria, abrazando a su novio con fuerza.

"—Tranquilo, bebé. ¿Qué tal si nos vamos ya?", besa la frente del chico y le toma la mano después de haberse separado.

"—Espera", detuvo su andar y se giró directo a las escaleras. "—¡Adiós, Mamá! ¡No pienso volver ésta noche!".

Y una sonora carcajada se pudo escuchar desde la segunda planta seguido de un "JiMin, cuida a mi pequeño".

Park, sin entender la razón de sus risas sólo sonrió sin importarle que aquella señora bastante agradable le podía ver o no.

Salieron de casa y subieron al auto del mayor. Al principio el silencio había dominado el lugar pero de pronto la plática parecía nunca acabar.

"—¿Qué vamos a hacer? ¿A dónde me vas a llevar?", preguntó Jeon, bastante inquieto en el lugar del copiloto. Se movía de un lado a otro, Mareando un poco al contrario.

"—Primero que nada, quieto", ordenó, el menor se detuvo al instante y JiMin procedió a colocarle el cinturón. "—Y... bueno, no tengo nada preparado", se encogió de hombros. Su vista estaba fija en el camino y sus manos en el volante.

"—¿No? Yo...", JungKook se encargó de quitar el cinturón y se sentó sobre sus rodillas. "—Conozco un juego, ¿quieres jugarlo conmigo?", hizo un pequeño puchero y juntó ambas manos bajo su barbilla.

"—¿Qué juego?".