CAPÍTULO 7.

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Mi despertador sonó al rededor de las 8:00, pensé que sería capaz de madrugar pero fue misión imposible, las suaves sábanas aterciopeladas, el cansancio debido a la fiesta de la noche anterior y los sueños mezclados con los recuerdos que había ido creando estos días se amontonaban en mi mente dándome una extraña sensación agridulce, lo único que logró sacarme por completo de mis sueños fue la entrada de Rachel en la habitación.
.-Buenos días señorita Carpenter son las 8:30 de la mañana, hace una temperatura de 25 grados centígrados y el sol ya brilla en el cielo, la informo de que el desayuno comienza oficialmente a las 9:00, aunque hay compañeros suyos que ya esperan charlando en el gran comedor, su hermana la señorita Ángela ha sido especialmente madrugadora estaba preparada para bajar al gran comedor a las 7:50 ¡Es una jovencita muy enérgica!.
Estaba intentando procesar la información que acababa de darme Rachel cuando oí la palabra que me terminó de despertar.
.- ¿Cómo se encuentra mi hermana?¿Pasó una buena tarde ayer?-.
Rachel me miró con una sonrisa, la verdad es que no sé si sonrió por ver mi melena enmarañada que recordaba un poco a la de Mufasa de el rey León o por la preocupación maternal hacia Ángela.
.-Su hermana disfruto mucho ayer, pasó la tarde con Juliett su ayudante personal, estuvieron jugando a las cartas y comiendo helado-.
Sonreí tontamente, me alegré tanto de que mi hermana estuviera pasándoselo bien, incluso sin que yo estuviera con ella todo el tiempo. Rachel se despidió y salió de la habitación, tenía que darme prisa si quería llegar a tiempo al desayuno, me vestí rápido, me cepille el pelo y bajé a desayunar.

El gran comedor hacía justicia a su nombre, era una amplia habitación llena de ventanas por las que entraba mucha luz, había unas 5 mesas muy largas colocadas de forma vertical en dirección a la entrada, y al fondo una mesa en la que se sentaban algunos de los altos componentes del gobierno, esto lo sé por la cantidad de hombres trajeados que sujetando ametralladoras, se agrupaban por toda la sala, en especial en esa mesa.
Vi a Ángela al fondo de una de las mesas charlando con sus amigos, ella también me vio y me saludo enérgicamente, la saludé sonriente y acto seguido me senté junto a mis compañeras, todas reían y hablaban sobre la aventura de la pasada noche.
El hombre que estaba sentado en el centro de la mesa presidencial se levantó y se dirigió al centro de la sala. Carraspeó y aquel enorme comedor que segundos antes había estado inundado por las risas, las historias, algunos gritos, y la emoción que todos teníamos quedó en un completo silencio, el hombre nos miró con aire de superioridad y comenzó a hablar.
.-Buenos días estudiantes, soy el señor Káster y soy el representante en funciones del presidente el cual, no puede acompañarnos hoy por unos asuntos personales, sin embargo mi trabajo hoy será enseñaros al completo las instalaciones e informaros del programa de actividades que llevarán ustedes a cabo mientras se encuentren con nosotros, pero antes la señorita Sherly  les informará de unos "incidentes" que se dieron ayer por la noche, una conducta indisciplinada que no podemos consentir.
Blanca tragó saliva, y comenzó a tocar sus pulseras, estaba nerviosa como era evidente, Blanca siempre era una niña dulce, educada, respetuosa, y sobre todo muy pero que muy obediente, por eso cuando escucho las palabras "incidente", noche e indisciplinada, comenzó a palidecer y a jugar con sus pulseras mientras dejaba la mirada perdida,(probablemente pensando en todo lo que tendrían que decirla sus padres, sus profesores e incluso los miembros del gobierno.)
Intenté tranquilizarla en vano, mientras yo argumentaba el porque esa charla no iría con lo que habíamos hecho una mujer con un traje negro ajustado se levantó de su asiento.
La mujer era muy delgada, su delgadez prácticamente rozaba la enfermedad, su esquelética figura quedaba perfectamente definida bajo  su oscuro traje el cual contrastaba con su blanca piel, si te fijabas con atención en sus muñecas podías ver sus venas salir de el interior de la manga de su traje, como si fueran finos tallos de una planta buscando la luz solar, sus ojos eran azules muy claros y fríos, se podía distinguir cierta melancolía en ellos. Lo único que realmente le daba un toque alegre a la débil y melancolíca mujer era su cabello, una melena anaranjada que se enredaba en sofisticados rizos que quedaban atrapados por un estirado moño.
La señorita Sherly se levantó de su asiento con suaves movimientos, nos miró y comenzó su discurso.
.- buenos días  estudiantes, soy la señorita Sherly jefa de autoridad y cumplimiento de las reglas que ha sido asignada a vuestro centro, como bien os ha dicho el señor Káster ayer por la noche se incumplieron varias normas que se os había pedido que respetaseis, comprendemos que era el primer día y estabais emocionados con la novedad de el viaje, sin embargo toda acción tiene su consecuencia y en este caso la consecuencia es negativa. A partir de hoy queda totalmente prohibida la salida de los límites de este hotel para cualquier alumno a partir de las diez de la noche, en caso de que esto tampoco se respetase, el alumno volvería a su hogar dando por finalizada su colaboración en el proyecto-.
Todos nos miramos confundidos, no tendríamos tiempo para salir a explorar y descubrir Dubai como nos habían prometido, esperábamos que aquella mujer volviese a hablar y cambiase las normas y sus consecuencias por otras más justas para todos, pero no lo hizo termino su charla, nos dedicó una sonrisa vacía y se sentó de nuevo en su asiento.
Blanca estaba más tranquila, en realidad todos los estábamos, aunque las consecuencias nos habían disgustado, después de pensarlo un rato comprendimos que era cierto que no habíamos respetado las normas y era justo que nos sancionarán por ello.

Subí a mi habitación tras el desayuno, nos dejaron unos minutos para prepararnos y volver a reunirnos todos. Me recogí el pelo en una coleta alta y me puse unos jeans negros combinados con un jersey azul con el hombro derecho descubierto. Me tumbé en la cama unos minutos y cerré los ojos intentando asimilar lo que ya había vivido horas atrás y lo que me faltaba aún, estaba preparada o eso creía...
Me dirigí a la puerta de mi dormitorio lista para bajar abajo y enfrentarme a lo que fuera, agarré la manilla de la puerta y tiré, la puerta estaba cerrada, volví a tirar, e incluso intenté empujándola, pero la puerta no se abría, probé con la pulsera que me habían dado en el hotel para poder abrir la puerta de mi dormitorio desde fuera pero tampoco funcionó, cogí el móvil e intente llamar a alguien pero no había cobertura, en realidad no funcionaba nada
¡GENIAL! pensé. En el momento exacto el móvil había decidido dejar de funcionar. La puerta no se abría, el móvil no iba y salir por la ventana no era una opción ya que estábamos en un vigésimo quinto piso. Me tumbé en la cama nerviosa intentando encontrar la manera de salir de aquella habitación, golpe la puerta, grité, pedí ayuda pero no hubo respuesta, nadie parecía escucharme.

Después de dos horas y media alguien se acercó a mí puerta.
.-¿Señorita Carpenter, está ahí?. Me levanté de la cama de un salto para responder a la pregunta, pero cuando estaba a pocos pasos de la puerta, esta se abrió de golpe.
.-Señorita Carpenter ¿se encuentra bien?, Me tenía muy preocupada, yo... Pensé que... Ya no estaría aquí...
Intentaba asimilar las palabras de mi salvadora Rachel, cuando interrumpió en mi habitación la señorita Sherly.
.-Querida te encuentras bien, a veces estas puertas se atascan, disculpanos-.
Me puso la mano en la espalda y me acompaño fuera de la habitación, me pidió esperarla allí mientras ella comprobaba el mecanismo de la puerta. La puerta se cerró y aunque eran leves oí gritos y una acalorada discusión, Rachel salió de la habitación, con los ojos vidriosos y la cara sonrojada de ira.
.- Tenga cuidado señorita Carpenter, ellos no son quien dicen ser, le deseo suerte aunque es una chica inteligente y probablemente no la necesite, hasta siempre-.
Rachel que... Intenté hablar con Rachel pero ella recorría el pasillo con la cabeza baja y una marcha acelerada, intenté ir detrás de ella pero la voz de Sherly me paró.
.-Querida me gustaría hablar contigo. ¿Puedo acompañarte al vestíbulo? -.
Accedí aunque sabía que no era una buena idea.
.- Verás querida Alba ¿Puedo tutearte verdad querida? La vida por aquí Alba es complicada y ajetreada, ahora empezarás a darte cuenta de eso, y si me permites me gustaría darte un consejo, desobedecer las normas no es algo bueno, toda acción tiene su consecuencia, las acciones buenas tienen consecuencias buenas y las acciones malas tienes consecuencias peores. Nuestro proyecto va a comenzar ahora y créeme somos muy estrictos con el comportamiento de nuestros sujetos. Un error, un paso en falso podría costarle caro así que cuida tu comportamiento mi querida Alba.
Se me heló la sangre tras sus palabras, a penas me di cuenta de que habíamos llegado al vestíbulo, solo podía mirarla a los ojos intentando descubrir en ellos algún sentimiento, pero como si de una piedra se tratase no encontré nada, me vinieron a la cabeza las palabras de mi profesora Mamen, las advertencias de Rachel y el discurso de la señorita Sherly. Algo no iba bien, y me faltaba muy poco para confirmar mis sospechas.

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⏰ Última actualización: Aug 21, 2019 ⏰

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