Catch Me, I'm Falling (Jenlisa G!P)

Capítulo 30

Mayo 19 - Día 49

Mi cabello no se había caído a montones como el de Lisa, pero habían comenzado a caerse algunas hebras de este en mi almohada cuando mi cuerpo se sacudía al despertarme a las 4:55am con mi piel llena de sudor. Cerraba mis ojos sintiéndome cansada aunque ya había dormido bastante. Ese día comencé mi mañana como usualmente lo hacía, me dirigí al baño, abrí la llave de la regadera y me metí a darme una ducha para limpiar mi piel mientras veía como mi cabello seguía cayéndose y se iba por el desagüe.

Coloque una toalla alrededor de mi cuerpo mientras pisaba la alfombra del baño, asegure la toalla en mi pecho y pase mis dedos por mi cabello. Estaba casi intacto pero en cuestión de días quedaría calva como Lisa.

Fui a buscar un celular y le envié un mensaje rápido.

5:21am Jennie
Puedo ir a verte?

Probablemente la despertaría pero sabía que ella pasaba mucho tiempo durmiendo así que no me sentía tan culpable. Y tal vez era algo egoísta cuando se trataba de Lisa, considerando que nuestro tiempo de vida era precioso y limitado.

Ella me respondió unos minutos después cosa que me sorprendió por la hora que era.

5:22am Lisa
Claro que sí. Estas bien?

Me puse mis cómodos pantalones y una blusa de rayas, me coloque mis zapatos color crema mientras pensaba en lo que iba a responderle.

5:24am Jennie
Creo que si. No puedo dormir.

5:24am Lisa
Tuve dolor de cabeza durante toda la noche, me acaba de hacer efecto la medicina.

Fruncí el ceño mientras me quedaba mirando la pantalla del celular. Era tan difícil saber que ella sentía dolor, saber que no podía hacer nada para hacerla sentir mejor. Mi dedo se deslizo por el botón verde para llamarla mientras colocaba mi bolso en mi hombro y me iba a la cocina, le deje una nota rápida en la mesa a Jisoo.

Lisa contesto al primer ring, su voz sonaba ligeramente divertida– ¿Si Jennie?

Salí del apartamento y cerré la puerta detrás de mí– Solo quería decirte que te amo.

–Pudiste habérmelo puesto en un mensaje –me contesto con una cierta sonrisa en su tono de voz.

–Lo se –sonreí mientras aprisionaba el celular en mi oreja– pero quería escuchar tu voz y quería que tu escucharas la mía.

Hubo un pequeño silencio antes de que ella me respondiera, escuche su respiración más cerca de la bocina del teléfono– Eres una ridícula y te amo.

Sonreí, me gustaba como me divertía con sus palabras no importaba cuantas veces dijera lo mismo, me hacia sonreír– Nos vemos pronto Lisa.

Ella dejo escapar un pequeño respiro en forma de risa– Nos vemos pronto Jennie.

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Cuando llegue, Lisa tenía su camisa de The Ramones y sus mismos pantalones de ayer, estaban arrugados parecía como si hubiera dormido con ellos o al menos había intentado dormir. Estaba sentada con un libro abierto entre sus piernas, la lámpara la iluminaba con una luz cálida de color naranja. Ella alzo su vista cuando me vio, acomodo el gorro gris que tenía puesto y me dedico una sonrisa perezosa– Buenos días.

Me acerque a ella tratando de no arruinar el ambiente tranquilo de la mañana que tenía el hospital y la bese lentamente– ¿Que estás leyendo? –le pregunte sentándome a un lado de ella en la cama.

Lisa alzo el libro mostrándome una portada de color negro que se me hizo familiar– Buscando a Alaska. Te vi leyéndolo una vez, pensé que sería interesante leerlo.

–Lo es –le confirme sacando un separador de páginas de mi bolsa y lo coloque justo en donde estaba leyendo, le quite el libro de sus manos y lo coloque en la mesita de noche.

Ella me miro con un interés casual, sus largos dedos acariciaban mis rodillas– Estoy cansada.

Asentí dejando escapar un bostezo. Estar cansada se me había hecho más y más familiar. Me había sentido así por meses, aunque había tratado de alejarlo seguía sintiendo un enorme peso en mis huesos– Yo también, pero esto será rápido –entrelace mis dedos con los suyos y la jale para que se levantara conmigo y vayamos al baño.

–¿Que estás haciendo? –me pregunto frotando sus ojos mientras encendía la luz iluminando el baño con una pálida luz blanca.

No le respondí, tome una toalla que estaba en un estante, la extendí en el suelo y me senté mientras me quitaba mi blusa. Lisa observo mis movimientos apoyándose en el borde de la bañera, tenía un perezoso interés en su mirada. Tome mi bolso y saque una rasuradora eléctrica, extendí mi brazo hacia ella con algún tipo de determinación en mi boca– Quiero que rasures mi cabeza.

Ella parpadeo– ¿Quieres que rasure tu cabeza...?

Asentí colocando la rasuradora entre sus manos– ¿No fue eso lo que dije?

Ella se quedó mirando sus manos y luego me miro sujetando la rasuradora con cierto miedo– ¿Estas segura de que quieres que lo haga?

Asentí pasando mi mano por mi cabello– De todos modos se está cayendo. Tu rasuras mi cabeza y yo la tuya, ¿si?

Ella curvo sus labios sintiéndose insegura– Está bien –se colocó de rodillas y paso sus manos por mi cabeza– voy a extrañar tu cabello.

Asentí sonriendo con arrepentimiento– Yo también –hubo un momento en donde se acomodó, se sentó y extendió sus piernas, yo me senté entre ellas colocando sus manos en mi cabeza.

–No estoy segura de saber cómo hacer esto –dijo encendiendo la rasuradora mientras mordía su labio inferior.

Tome su muñeca y la guié– Confío en ti.

Ella asintió concentrándose al pasar las hojas afiladas de la rasuradora por mi cabello cortando una pequeña parte. El cabello cayo en mi hombro haciéndome cosquillas, con sus dedos retiro el cabello que había caído y sujeto mi sien con una mano mientras que con la otra continuaba rasurando mi cabeza.

Después de eso todo pasó rápido, mi cabello cayó alrededor de mí como si fuera algún tipo de nieve, caía en mi piel y se deslizaba por mis pantalones. En lo que pareció un corto tiempo, Lisa apago la rasuradora y la coloco en la toalla dándome un beso en mi frente– Eres tan guapa.

Sonreí pasando mis manos por mi cabeza ya sin cabello alguno– Se siente un poco extraño, parece como si fuera un alíen o algo así.

Ella negó con su cabeza colocando sus manos sobre las mías– Yo creo que te ves bien –dijo sonrojándose fijando su mirada en el suelo.

Ella se puso de rodillas nuevamente y la abrace por detrás. Lisa rió suavemente en mi oreja colocando sus manos en mis piernas para cargarme un poco. Me acomode en su cuerpo sintiendo seguridad, sentía un tipo de comodidad entre sus brazos que me envolvían con esperanza.

–Supongo que tienes razón –me baje de su espalda y pase mis dedos por su gorro quitándoselo de su cabeza– es tu turno amor –le dije sonriendo.

Ella pego su cabeza a mi clavícula y beso mi cuello mientras me abrazaba de nuevo– Me gustaba más cuando me estabas abrazando.

Suspire tomando la rasuradora de donde la había dejado– A mi también.

–Hazlo rápido –dijo cerrando sus ojos mientras que apretaba mi pierna fuertemente con sus dedos.

–Me estas lastimando un poco –le susurre acomodándome en el suelo y retire su mano de mi pierna colocándola entre su regazo.

Ella bajo su cabeza– Lo siento.

Encendí la rasuradora y pase mi mano por lo que le quedaba de cabello en su cabeza– Lo se.

–Se cuidadosa –me dijo murmurando moviendo sus manos nerviosamente. Quede maravillada al notar que aunque ella tuviera músculos, también podía ser frágil. Coloque uno de mis dedos en su barbilla alzando su rostro para poder besarla.

–Sabes que lo seré.

Me tome poco tiempo en rasurar su cabeza, cayo lo último que le quedaba de cabello en el suelo. No sabía si estaba bien o mal que me había tomado tan solo unos segundos en terminar, que en tan solo momentos su cabello se había ido como si nunca hubiera estado en su cabeza.

Apague la rasuradora y la coloque en el suelo, me di cuenta que Lisa estaba llorando, sus lágrimas rodaban por su rostro y caían sobre su pantalón. En ese momento pase mis dedos por sus mejillas secando sus lágrimas.

–Está listo Lili –dije suavemente tomando el gorro y se lo coloque de nuevo en su cabeza.

Ella asintió sin abrir sus ojos mientras que sus manos tomaban mi cintura abrazándome. No dijo nada, solo tomaba largos respiros mientras estábamos ahí en el suelo.

–Todo esta listo ahora –susurre.

Después de eso nunca volví a ver a Lisa sin su gorro en su cabeza.