Capítulo 1: Lo desconocido

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Recuerdo que abrí los ojos creyendo que había despertado de un mal sueño.

Mis oídos empezaron a escuchar las gotas de lluvia chocar contra una ventana. Mi cuerpo, estaba cansado y me dolía la mejilla.

Observé que no estaba en casa. Era un lugar diferente, más oscuro y con olor a muerte. Fue entonces cuando supe que todo había sido real.

Mi padre abriendo la puerta y cayendo instantes después.

Mi madre tomando las tijeras y yendo contra esos sujetos. El tipo hundiendo aquella hacha en su cuello...

Yo siendo golpeada...

¿Por qué?

-Oi, hermano ¿Crees que vamos a poder venderla?

-Claro que sí, es oriental. Vamos a tener una buena fortuna si lo hacemos...

Mis manos estaban amarradas a mis espaldas y mis piernas, por más que trataba de moverlas, se encontraban inmóviles.

No podía moverme. Por más que trataba siquiera de girar mi cabeza, ésta se hallaba tendida.

Creo que ni siquiera podía parpadear. Me sentía débil.
Mi mundo ya estaba destruido.
Ya no tenía motivos para tratar de hacer algo.
Quería creer que eso era sólo un sueño...

Uno de esos sujetos movió mi rostro con su repugnante pie.

-Oye... Pero no parece totalmente asiática. Además, su padre no era oriental.

-¡Ella es mestiza! ¡Su madre era la oriental! Era valiosa ¡Y tú la mataste idiota!

-¿Qué querías? ¡Esa perra no dejaba de forcejear!

Mamá...
Papá...

Que alguien me ayude...

Que alguien me rescate...

Dr. Jaeger...

Quién sea...

-La venderemos a esos ricachones pervertidos del mercado negro de la capital. Diremos que es asiática. Punto final.

-¿Crees que Blaz ya nos haya conseguido a alguien?

-Dijo que no tardaría. Ya debería estar de regreso de la capital...

-Por el momento hay que disfrutar un poco de esta mocosa...

-¿Qué? ¿Estás loco? Sabes que si la entregamos maltratada su precio puede bajar. Además... Yo no soy tan repugnante como tú y esos cerdos, maldito pedófilo...

-Oi, oi... Era broma, no seas tan amargado viejo.

Mis ojos empezaban a cerrarse de nuevo.
No quería seguir estando ahí.
No quería sentirme presente con esos seres tan asquerosos...
Sólo quería cerrar mis ojos, a la espera de que algo pudiera cambiar.

Aunque fuera algo...

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-Oi, mocosa ¡Levántate!

Una patada me despertó de golpe.

-Nos vamos.

Uno de esos tipos me levantó bruscamente y me llevó con ellos.

Al salir, noté que ya era noche y que me hallaba en un lugar que no había visto antes, rodeada de bosques y oscuridad.

Entonces, supe que nadie iría a rescatarme.

Our cruel world (Nuestro mundo cruel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora