—Sinceramente no me importa, pueden quedarse—Dijo la ojiazul como si jamás hubiera visto a Juliana—.
—No, no mejor nos vamos...ustedes deben hablar, ven Henry tu te vas con nosotras—Ordenó Lauren.
—No puedo dejar a Juliana sola, lo lamento—La morena lo miró con gesto de; vete—Será mejor que las acompañe.
—Adiós chicas!—Gritó Verónica cerrando la puerta.
Quedando así solo Juliana y Valentina en la mesa en donde se encontraba la comida aún caliente y sin tocar, se va dañar mi creación, pensó Valentina.
—Se va dañar toda esta comida—Dijo Juliana dejando a su ex novia sorprendida, puesto que pensaron lo mismo.
—Deberíamos de guardarla, me ayudas?—Replicó la ojiazul, de inmediato las dos lo guardaron en la misma olla en donde lo habían servido.
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Se encontraban ahora en la sala desde hace quince minutos, ninguna de las dos había hablado, los nervios hacían que Juliana sudara frio, en ese momento un montón de sentimientos estaban haciendo de su cuerpo un desastre difícil de manejar, decidió hablar, pero cuando lo iba a hacer Valentina también quería hacerlo, le dio la palabra pero ella se la dio otra vez, y así hasta que las dos quedaron calladas nuevamente por diez minutos, hasta que Valentina dijo.
—¿Estás saliendo con Henry?—Preguntó un tanto nerviosa y fría.
—No, no estoy con él...—Al escuchar esto Juliana notó que se relajaba.
—Ah...—Respondió su ex novia.
—¿Tú estás saliendo con alguien?—Esta vez fue la morena la que preguntó, Valentina solo negó con la cabeza y Juliana dejó salir el aire que tenía retenido, se miraron por un segundo a los ojos, después bajaron su vista al mismo tiempo enfocando lo que tanto deseaban, sus labios...
—A la mierda Juliana—Susurró Valentina mientras se levantaba del mueble, para después sentarse en el regazo de la morena y besarla como si su vida dependiera de eso.
Sus labios no se coordinaban al principio, habían olvidado cómo se sentía besar, cuando la morena tuvo el control del beso, Valentina dejó escapar un suave jadeo que hizo de la morena un mar de sentimientos, Valentina había deseado que este momento llegara desde mucho tiempo, su corazón empezó a palpitar más fuerte, su respiración se fue agotando y una corriente que venía desde su ombligo la sacudió tan fuerte que se le escapó un gemido, si la morena no conociera los gestos que hacía su ex novia cuando llegaba al orgasmo hubiera jurado que se había venido con solo un beso.
Cuando el beso las dejó sin aire decidieron separarse lentamente hasta juntar sus frentes la una a la otra, Valentina miró a Juliana y Juliana miró a Valentina, la morena se dió cuenta que la ojiazul la veía con amor como hace cinco meses atrás, nada había cambiado. En cambio la ojiazul pudo ver en los ojos de la morena tristeza, no había amor en su mirada y eso era lo que más le dolía.
—Te extrañe mucho...—Dijo la mayor—perdoname por todo por favor Juls, juro que mis dias sin ti no tiene gracias ni siquiera sentido, no puede haber un momento en donde no piense en ti. Cuando te fuiste juré olvidarte, hasta te dejé de seguir por todas las redes sociales, pero la verdad era que me cree un nuevo y te seguí como cuenta falsa, a lo que quiero llegar es que te extraño y quiero volver a estar contigo, quiero casarme contigo, formar una familia, con muchos perros...pero por favor no me dejes solita de nuevo—
La morena no pudo evitar sentir miedo al haber escuchado todos los planes que tenía Valentina para ellas, se cuestionaba si realmente volver con Valentina sería un error o algo totalmente diferente a lo que tenían antes. La verdad era que Juliana la amaba tanto o más que ella misma, pero tenía miedo de volver a cometer el mismo error.
—Valentina yo...—Su ex novia la miró y supo que Juliana iba a rechazarla—Siento que yo...—La interrumpió Valentina.
—Sí, ya sé que no me amas ya, me olvidaste, te valió madres nuestra relación, seguramente andas con Henry, Juliana yo...te amo—La menor la veía impactada, estaba haciéndole una escena de celos sin razón.
—¡Val! No no, lo que te iba a decir es que siento que yo también te amo, y juro por lo que sea que estoy muriendo de miedo en este momento, no se siquiera que decirte o hacer, lo único que tengo claro es que te amo y te quiero en mi vida por mucho mucho tiempo—
—¿De verdad? Me acabas de perdonar...oh por Dios, pensé que dirías que soy una estúpida por pensar que me amas, no lo se—Juliana negó y rió.
—Mi amor por ti no puede cambiar jamás, y vaya que lo he intentado, pero maldita sea tu mente, tu rostro, tus labios, tus hermosos ojos, maldición Valentina...dicen que los ojos matan con la mirada, pero tu con una mirada literalmente me haces el amor—La ojiazul la miraba con tanto amor que llegaba a intimidar a Juliana.
—No te dejaré nunca jamás, es un pacto—Prometió Valentina.
—No me iré jamás, es un pacto—Prometió Juliana.
Acercaron sus dedos meñiques y los juntaron haciendo un pacto con estos, las dos sabían que detrás de ese pequeño gesto se esconde una promesa, una esperanza para jamás volver a separarse ni mucho menos romper ese pequeño gesto.
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Si alguien le hubiera dicho a Valentina hace un año que iba a enamorarse de una mujer, además de ser el amor de su vida y dueña de sus fantasías, dueña de ella misma, seguramente hubiera negado todo o simplemente diría no creer.
También si le hubieran dicho que un año después se casaría con esa misma mujer para que encima tres meses después decidieran tener un bebé que al final llamarían Alejandra, y que para aumentar unos cinco meses después de nacer su hija comprarían una casa que ellas misma se encargaron de decorar, seguramente jamás lo hubiera esperado.
Lo único cierto y verdadero era que ese amor, esa pasión en cada beso, palabra u oración que decían o sentían se volvía cada vez más Candente...
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"Puede que las almas sin brillo algún día empiezan a cambiar y se vuelvan luz, también puede que unas tarden más que otras, pero al final de cuentas no exista ninguna diferencia, porque si te basas en blanco y negro te darás cuenta que no existe nada que sea divergente, y es que un pato y un ganso son tan distintos como el color de sus alas, pero muy parecidos por ser animales al fin y al cabo, así que por qué decir que las almas que tardan más en comenzar a brillar son diferentes? Si al final las dos son almas, no hay nada distinto, solo su gusto"
—De ella
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Candente (Juliantina)
ФанфикJuliana Valdés es una estudiante de música en Herbart Child, su madre Lupe es una ejecutiva arquitecta, una tarde Juliana se encuentra por error con Valentina Carvajal una modelo, hija de León Carvajal, el millonario alcalde de México. En esta hist...