Candente (Juliantina)

Tu habitación

Valentina Pov

-Tu casa es fría- dijo Juliana cuando finalmente decidió romper el hielo, en el fondo lo agradecí- Así que tu eres una niña de papi- miró mis manos.

-No, no soy ninguna hija de papi, además no estoy contenta de que estés acá, me pones incómoda- refuté, ni yo misma sé por qué estoy enojada.

Atrapé mi labio inferir entre mis dientes, que silencio tan ruidoso.

-No sé, tus miradas dicen algo diferente- me recordó las miradas que le tiré hace un rato mientras cenábamos.

¡Fuck otra vez!

-Sabes, estoy muy cansada, yo me iré a mi habitación, estás en tu casa- me paré de la mesa, no podía aguantar un segundo más con ella.

-Eva dijo que debíamos llevarnos bien, cosa que no estás cumpliendo.- tomó mi brazo reteniéndomelo, que clase de confianza cree que tiene?

-Esta bien, seremos amigas, puedes venir a mi habitación, solo con el propósito de que te calles y me dejes dormir.- me obligué a ser lo más amable posible.

Subimos las escaleras, Juliana entró a mi habitación, observó todo, después dirigió su mirada a las fotos que estaban colgadas  en mi repisa.

-Wow, están muy bonitas, las tomaste?

-Si, yo las tomé, me gusta la fotografía. Y a ti?- me senté en mi cama y empecé a quitar las cobijas.

-Realmente soy más de música, pero dímelo tu, parezco músico?- caminó hasta la cama y se sentó alado mío.

-Umm, realmente pareces más una niña tonta, pero solo para darte el gusto diré que si- sonreí

-Wow, Valentina Carvajal sonriendo, espera estoy soñando? Payasa.- golpeo mi hombre un poco.

-Babosa

-Me la dejas.- Juliana es muy arrogante, como es posible que detrás de todo ese bello cuerpo esté una niña tonta y egocéntrica.

-Eres una payasa, no se como es que te soportan. Yo no pasaría ni una noche contigo.

-Pues yo si pasaría una noche contigo, no dormiremos pero oye, algo es algo.

Juliana parecía un poco chistosa, aunque sus chistes eran agrios no podía evitar ruborizarme cuando me hablaba de alguna forma indirecta. No podía parar de ver sus labios, momentos antes se los había mojado, estaban rosados.

¡Okey, basta Valentina, por qué carajos piensas eso mientras sigues delineando sus labios con tus ojos!?

-¿Te gusta lo que ves?- me descubrió, carajo mierda!

-Son tan...suaves- lo había dicho en voz alta sin pensarlo, mis mejillas se ponían rojas cada vez que me miraba.

-¿Te gustaría probarlos?- mordió su labio inferior mientras se acercaba a mi- se que lo deseas- susurró.

Damn, el cambio de temperatura había empezado, en qué momento?

Mi respiración se empezaba a notar más agitada, mi cuerpo la deseaba, yo la deseaba, me acerqué lentamente más a ella poniendo mi mano en su cuello, nuestros labios se habían juntado tan rápidamente que sentía todo girar, mis besos eran agitados, su lengua hacía contacto con mis labios pidiendo permiso para entrar, abrí mi boca y deje que explorará, nuestros besos empezaron a ser más rápidos, la excitación que tenía era fenomenal, podía sentir lo húmeda que eme encontraba para este punto, y aún así seguía preguntándome, en qué momento?

Juliana se había separado de mí, me miraba con deseo, sabía que ella también estaba excitada y tan húmeda como yo, respiraba con dificultad y eso solo fue una confirmación de lo que pensaba.

-Valentina...-susurró

-Podrías callarte y empezar a besarme- tomé su cuello nuevamente y la acerqué a mi, nuestros besos se hacían más húmedos, Juliana bajó su mano en busca de más, tomó mi camiseta y trató de quitarmela torpemente, la ayudé un poco y la volví a besar, su dedo hacía círculos encima de mi pezón, rápidamente se puso duró, me encontraba tan fuera de mi que no noté cuando me quitó el bra que cubría mi pecho

Juliana Pov

Valentina realmente me hacía salir de mi zona, la deseaba desde que la vi en ese cine. Chupé cada uno de sus pechos, eran perfectos, ni pequeños ni grandes. Su cuerpo reaccionaba tan bien, sin darme cuenta Valentina estaba en mi regazo, baje mis manos a su cintura y la pegué más a mí, volví a besarla desesperadamente, Valentina me quitaba rápidamente mi  camiseta dejándome expuesta, hizo lo mismo que yo, la quería ya, ahora.

La tiré a la cama y bajé su pijama, mis dedos realizaban círculos encima de su ropa interior, dejó escapar un gemido, bajé su ropa íntima y empecé a deslizar mi dedo por su clítoris, la fascinación que tenía estaba fuera de lugar.

Por un momento recordé lo que momentos antes me había dicho, babosa, quería que recordara que no  soy igual a los demás, mi furor se había apagado tan rápido como inició, qué hago en la habitación de esta desconocida apunto de tener sexo con ella?

Dejé de hacer lo que ella tanto quería y me puse mi camiseta nuevamente, me acosté a su lado y le di la espalda.

-Valentina, deberías darte una ducha con agua fría, así dicen que se quita, buenas noches.

-¡Eres una idiota!-caminó hasta el baño y escuché la regadera.

Me hizo caso, la morrita.