Boda Juliantina

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1 Año Después

6/7/2019

—¿Está todo listo?—dijo Verónica a Lauren que llevaba un smoking negro.

—Sí, Juliana está terminando sus arreglos, mientras que Valentina la espera en el altar, hermoso no crees?—preguntó Lauren con una sonrisa de anhelo.

—Al final de cuentas tuvieron su historia de amor, llegué a pensar que no volverían, pero ahora me doy cuenta que son hechas para ellas mismas—Lauren la miró confusa—me explico, ellas estaban destinadas, si te dieras cuenta de la forma en que se miran, no tendría que explicarte esto, cabeza hueca—Lauren rió seguido de un suspiro—Está todo bien con Camila

Preguntó Verónica.

—Sí, es solo que me siento extraña con todo esto, jamás había tenido novia, bueno algo serio y...es difícil, pero la amo—Verónica sonrió y asintió.

—Me pasa lo mismo con Lucy, pero...sabes al final todo lo resuelve el tiempo, si no míranos en la boda de nuestras amigas—

Mientras tanto Juliana.

—¡Ah! Valentina...—susurró contra el oído de su novia, estaban de frente al espejo, Valentina detrás de Juliana mientras que con una mano la tomaba de la cintura para mantenerla estable y con la otra frotaba el centro húmedo de su pronto esposa. Juliana estaba a medio vestir, Valentina se había colado a la habitación de su prometida para hacerle una última vez el amor a su novia.

—Gime...sé que te gusta gemir, hazlo—susurró contra el lóbulo de la morena, sus embestidas eran cada vez más fuertes y los gemidos se hacían cada vez más deseosos, Valentina la estaba torturando y eso le encantaba, hacerla venir lento y duro, no era de esperarse que después de una buena follada Juliana se enojara con Valentina por hacerla sufrir, era un tortura placentera, algo que podría hacerle siempre, pero lo odiaba.

—Más. Duro. Val...oh, sí así—decía Juliana, para este punto la ropa interior de Valentina ya estaba húmeda, pero de eso se encargaría la morena después, movió sus dedos más adentro de ella y tocó el punto g de su prometida, candente, era la palabra perfecta para definir este momento, la habitación parecía ser ahor aun sauna, el olor a sexo se podría detectar desde lejos, pero para las Juliantinas esto era algo apasionante y romántico, hacerlo antes de casarte era algo fascinante.

—Eso, así es mi amor, vente—Un gemido alto y fuerte se escuchó después de tres embestidas más, Juliana se había venido en los dedos de Valentina, la respiración de la morena era rápida y un poco fuerte, Valentina aun sin salir de ella movia un poco sus dedos causándole espasmos por el orgasmo, segundos después salió de ella con sus dedos húmedos, se los llevó a la boca y los chupo lento, causándole una sonrisa de lado a Juliana.

—¡¿Estás lista Juliana!? Ya llegaron todos los invitados—gritó una voz detrás de la puerta que aún seguía cerrada, cuando Juliana se iba a poner el vestido supo que su la veía antes de tiempo podrían tener mala suerte y aunque no fuera casi cierto este mito empujó a Valentina con dirección a la puerta y la abrió mientras dejaba entrar a Camila y salía Valentina.

—Esta habitación huele a sexo, que estuvieron haciendo?—preguntó Camila una vez que entró—oh, ya sé que hicieron no quiero saberlo, no digas nada—Juliana asintió y se colocó su vestido.

—¿Cómo me veo?—preguntó la morena sonriente, su vestido era perfecto, la hacía ver deslumbrante.

—Como si acabaras de recibir un orgasmo—las dos rieron y Juliana negó.

Boda

—Valentina, prometo siempre serte fiel en la salud y en la enfermedad, prometo amarte incondicionalmente para poder honrarte y respetarte, prometo ofrecerte consuelo en los tiempos de necesidad y prometo amarte hasta más allá de la muerte—prometió Juliana mientras sostenía la mano de su esposa, sus miradas estaban coordinadas, sus latidos cardíacos eran lentos, los nervios se apoderaban de ella cada vez que decía una palabra, sabía que su vida cambiaría desde ahora.

—Juliana, prometo amarte fielmente renunciando a cualquier otra, prometo amarte, confiar en ti, guardarte respeto, te consolaré en tiempos de necesidad y te protegeré, te doy mi mano y mi corazón hasta que más allá de la muerte—prometió Valentina que ahora le colocaba el anillo a Juliana, y viceversa, se amaban y era lo único que importaba.

—Y ahora las declaró unidas en sagrado matrimonio, pueden besarse—las dos sonrieron por uno segundos y después Valentina acercó a Juliana hasta juntar sus labios en un beso lento y sin lujuria, con ese beso sellaron el pasado y se enfocaron en el presente, porque ahora su vida había cambiado y con eso ellas, ya no eran las mismas de antes, ahora sabía que hacer, y eso era amarse.

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3 Meses después.

—Valentina...podemos hablar?—dijo Juliana colocando la cena en la mesa.

—Sí mi amor, qué sucede?—replicó mientras escribía un correo para su padre, ahora tenía planeado trabajar con su padre.

—Es que...siento que esto no esta funcion...—Valentina al escuchar lo que iba a decir la interrumpió parándose rápido de la mesa, fue hasta Juliana y la beso, después la abrazó.

—No me puedes dejar, no puedes hacer...—sollozó contra el pecho de su esposa que la miraba confusa—te demandaré, no puedes dejarme...no ahora que estoy embarazada! Tienes que responder por mi bebé, seguro ahora tienes a otras y yo nada—Juliana la apartó rápidamente y la miró tratando de averiguar si era una broma.

Hace un mes había empezado el tratamiento para que quedara embarazada Valentina pero no daba resultado, hasta ese día en que Juliana le iba a decir que no estaba funcionando su licuadora express y Valentina había malinterpretado todo.

—¿Estás embarazada? Yo...seré mamá?—tartamudeo una Juliana pálida seguida de una Valentina que lloraba y asentía despacio, sabían que ahora todo sería cada vez más diferente...

—¡Eso es grandioso! Oh Virgencita, la llamaremos Alex y si es niño podríamos ponerle Valentín, y....y podríamos poner su habi...y si son gemelos y si son trillizos eso sería mejor! Te dejé embarazada!—Valentina la miró mientras se limpiaba las lágrimas sin entender, Juliana la atrajo hacia ella y la beso nuevamente.

—Te iba decir que la licuadora no estaba funcionando—Valentina sollozó nuevamente mientras reía, en sus planes no estaba decirle de esta forma a su esposa la noticia.

—Te amo Juliana—

—Te amo Valentina—

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Los leo

Candente (Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora