Primera reunión

367 42 5
                                    

"Stray Dogs"

Ese era el nombre de la compañía de teatro que me había contratado recientemente.

Hace unos días fui contactado para participar en un nuevo proyecto de dicha compañía. Debido a la fama de "Stray Dogs" claramente acepté, es decir, rechazar la oportunidad de actuar como personaje principal para una empresa de tal calibre sería un completo desperdicio. El tema principal era el romance, que si bien no es mi punto fuerte a pesar de lo que muchos puedan decir por mis aires de mujeriego, no tengo problema con este. 

La tempestad comenzó cuando mi compañero fue anunciado. Nakahara Chuuya, la persona en este mundo que más detesto sin lugar a duda. El mero hecho de pensar que tendré que un papel junto a él me repulsa. Siempre ha ido pisando mis talones a lo largo de mi carrera, simplemente es un enano molesto con un pésimo sentido de la moda.

— ¡Dazai! ¡Maldito intento de momia fallida! Hemos llegado, es hora de trabajar — vocifera mi mánager, Kunikida Doppo, un completo obseso de la organización y trabajo.

— Ya voy, ya voy... — Digo en mi habitual tono juguetón — ¿Sabes, Kuuuunikida-kun? Deberías tomar un descanso, si siempre estás de malhumor envejecerás demasiado rápido.

— ¡Si estoy así es precisamente por tu culpa! ¡Estúpido, deberías tomar más en serio tu trabajo!

Como de costumbre, llega un momento en el cual hago oídos sordos.

"Kunikida me aburre. Siempre está igual. Que si trabajo, que si horarios... Ya sé que todo eso es importante, no hace falta que lo repita tanto" 

En cualquier caso salgo del coche, procediendo a entrar al edificio de la compañía.

.
.
.

El interior era simple, pero elegante. Vastos los pasillos, rodeados de blanco miraras donde mirases; y, en el final de aquel sobre el que andaba en este mismo instante, la sala donde me encontraría con ese molesto perchero.

— Buenos días — saludo, habiendo la puerta llamado. — Soy Dazai Osamu.

— Ah, Dazai-kun — Aquel era el director, Natsume Sōseki —. Bienvenido.

— ¡DAZAI! — Y ese, quién sino el estúpido canijo naranja. — ¡Llegas dos minutos tarde!

— Vamos, Chuuuuya... Son tan solo un par de minutos.

— ¡Dos minutos pueden llegar a ser de lo más relevantes!

— Chicos, basta ya. Dazai-kun, ciertamente has llegado tarde, la próxima vez, sé puntual; pero Nakahara-kun, dos minutos tampoco afectarán a la reunión. Ambos habéis de reconocer vuestros errores para no volver a cometerlos, ¿Entendido?

— Pero, ¡Natsume-san! Él...

— Nada de peros. Nakahara-kun, a veces hay que saber ignorar algunos detalles por molestos que resulten. — Ante esas palabras Chuuya no pudo evitar hacer un pequeño puchero al igual que a mi se me hizo imposible no reír con dicha acción. — Lo mismo va por ti, Dazai-kun.

— Sí, sí, perdone Natsume-san.

Así pues, la reunión dio su comienzo.
No es como si se hablase de algo interesante, simplemente de la obra: el guion, el resto del reparto, la organización, el vestuario, los ensayos...

Tras unas horas debatiendo cuáles serían las mejores opciones llegó el momento que más deseaba evitar: el amor entre los protagonistas.

Fuimos elegidos debido a nuestra peculiar relación, muy parecida a la que habremos de interpretar. La trama giraba en torno de un mundo de fantasía donde algunas personas poseían poderes sobrenaturales, entre ellos, Chuuya y yo. El suyo le permitía controlar la gravedad de todo aquello que tocaba, mientras que el mío podía anular cualquier habilidad. Ambos éramos conocidos como Soukoku y formábamos una excelsa pareja, que, a pesar de discutir continuamente, estaba realmente unida; no obstante, nuestros caminos terminaron distanciándose, poco a poco fui haciéndome desaparecer de su mundo, dejándole sólo del día a la mañana. Y así, conforme el tiempo avanzaba el odio de Chuuya hacia mi persona crecía. Años pasaron, algunos rumores del otro escuchamos, mas nuestra relación se había enfriado.
Un día ambos volvimos a ser reunidos para derrotar a un bravo enemigo que había aparecido, los dos nos despreciábamos, pero la mirada de desdén de Chuuya era muchísimo más fuerte. Tras ese fortuito reencuentro coincidíamos continuamente donde sea que fuéramos y así cada uno nos daríamos cuenta de la real importancia del contrario en nuestras vidas, surgiendo el amor finalmente.

Era una historia curiosa, sin embargo, el hecho de actuar con Chuuya lo arruinaba todo por completo.

"¿Por qué no pudo Natsume-san contratar a una preciosa señorita en lugar de un maldito perchero?"

— Oye, Dazai, estás demasiado callado para ser tú

— Cállate Chuuya, no tengo ganas de discutir contra un enano rabioso

— ¡Ugh! ¡Serás! — Se queja levantándose de la silla aproximándose hacia mí con su usual rostro enojado — ¡Esta vez no te vas a librar!

— Oh, ¡Chuuuuya! — exclamo juguetonamente al tiempo que me levanto de mi silla para comenzar a huir — No hace falta que te pongas así...

— Vosotros dos... — Tras esa breve advertencia y sin darnos tiempo alguno a reaccionar Natsume-san nos tomó de los cabellos golpeando nuestras cabezas —. No os pido que seáis amigos de la noche a la mañana, pero mínimo respetaos — Ambos, al unísono, pedimos perdón cabizbajos —. Bien, dejémoslo aquí por hoy. Antes de comenzar los ensayos me gustaría reunirme una vez más con vosotros, no obstante, os contactaré por separado. Recordad que la próxima vez que nos juntemos todos será en un par de semanas, aprendeos la primera parte del guion hasta entonces.

— De acuerdo, nos vemos, Natsume-san.

Así pues procedo a abandonar la sala. Minutos después sale Chuuya, quien se dirige a mí en apenas segundos.

— ¡Chuuuuya! ¿Qué ocurre? ¿Vienes por una segunda ronda?

— ¡Y una mierda, Dazai! — Grita levantado su puño contra mí — ¿¡Sabes qué!? Bueno, ¡No! ¡Sí! Ehhh... ¡Eso! ¡Como sea! ¡Déjalo! ¡Es imposible hablar contigo!

Nada más terminar su monólogo de exclamaciones Chuuya abandonó definitivamente el edificio, pero antes de salir, se paró ante la puerta, juntó sus piernas y, finalmente se giró parsimoniosamente hacia mí apuntando a mi persona con su dedo índice mientras me dedicaba unas líneas con su cara totalmente sonrojada, saliéndose inclusive de si tono habitual; en definitiva: una expresión en cuerpo y alma de vergüenza absoluta.

✻ ══════════ •❅• ══════════ ✼

¡¡Buenas!!

Espero que les haya gustado el comienzo de esta historia que quise escribir. Siento que los personajes no actúan verdaderamente fieles a sus sentimientos, pero tampoco se me ocurre cómo retratarles mejor... Además, mi forma de escribir es bastante... ¿Particular?. De alguna manera siempre logro redactar creando hipérbatos y bombardeo los textos de aposiciones explicativas...

En un principio tengo pensado actualizar esta historia semanalmente o, como muy tarde, cada dos semanas, pero siempre un martes.

Si les ha gustado siempre pueden votar, comentar o incluso seguirme... (Guiño, guiño).
Como sea, espero que hayáis disfrutado, o al menos no os hayáis aburrido, que esa era la intención.

¡¡Nos leemos!!~~

※ BSD TheatreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora