- Dejame en paz -digo con la voz quebrada, casi suena suplicante.
No puedo creer que sea él, extrañaba tanto su voz, me doy cuenta de que tengo muchas ganas de abrazarlo, de besarlo... pero no haré algo tan tonto de nuevo.
- Holly dejamé explicarte.
- Nuestro padre me ha avisado que vendrás a mi fiesta, hermano, que felicidad, llevo tiempo sin saber de tí -digo trás tomar aire y cerrar los ojos con fuerza.
Si, es mi hermano.
Mi hermano...
Eso es todo lo que necesito pensar en este momento para que las cosas mejoren.
- Holly, por favor.
- Debo hacer tarea, lo siento, espero me traigas un regalo hermano querido -trato de bromear y cuelgo antes de escuchar una respuesta.
Apago el celular y así pasan los días, hasta el día de mi cumpleaños.
Tengo una blusa negra que me llega a la mitad del torso y una falda pegada a mis piernas, negra, tiene una cadenas suelta a medio lado.
Me puse unos tacones y mi cabello lo he ondulado levemente. Tengo dieciocho por fin.
Encendí mi celular esperando alguna llamada de mi mamá pero no hay nada, me siento decepcionada pero no sorprendido.
Bajo cuando estoy totalmente lista y papá me mira con ojos muy abiertos por la ropa que cargo, realmente ko le agrada.
La señora Lidia aparece al ataque antes de que mi papá diga nada, y ella me abraza.
- Te vez hermosa, mejor que cuando fuimos a comprar la ropa -dice acomodando mis aretes.
- ¿Como se te ocurre aceptar que ella compre ese tipo de ropa? -se queja papá.
- Ay, eres un amargado, le luce de maravilla es joven y tiene un bonito cuerpo, mi hija no será una monja.
Me rio por lo ultimo que dice y ante la mirada incredula de mi padre me voy a la entrada a esperar a mis amigas.
Pesimo, malisimo error...
Justo cuando abro la puerta el timbre de la casa suena, estoy frente a mi hermano, él aleja su mano del timbre despacio mientras me ve con la boca abierta.
Sonrio por su reacción, que sepa lo que perdió, se me agita el corazón y siento mi boca seca pero no quiero que juegue conmigo de nuevo.
Aún pienso esperar a mis amigas afuera asi que salgo mientras él tiene su vista fija en mi.
- Holly... -susurra cerrando la puerta, toma mis mejillas y yo trato de alejarme.
Pero su mano se enreda en mi cabello detrás de mi cabeza y me une a él.
Besarme... ¿no podía hacer algo mejor? Siento que puedo morirme en sus brazos.
Me separo varios segundos después o un minuto y cierro mis puños en su camisa, ¿dondé ha quedado mi voluntad?
- Maldición -veo como forma una sonrisa en su rostro al escuchar mi improperio y acaricia mi mejilla.
- Tengo un...
- Hablamos luego -digo nerviosa y me separo despacio.
Cuando me volteo para seguir mi camino veo a mis dos amigas ahí, bien tranquilas, cruzadas de brazos y viendome.
La puerta se abre y escucho como Lidia salta emocionada al ver a su hijo, luego entran y quedo sola ante los ojos de mis amigas.
- Que interesante... -dice Ilien viendo a Ally.
- Muy interesante -le sigue ella viendola con cara de insinuación.
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Calle 17 (+18)
RomanceHolly se ha enamorado de la persona equivocada, aunque no es algo nuevo para ello, esta vez esta tocando demasiados limites.