36. Perdiendo El Control

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Alexa se encontraba mirando a través de la ranura, estaba al parecer en una especie de armario escondida, podía ver claramente el cuarto de un bebé, había una cuna, una pequeña mesa y las paredes estaban pintadas de rosa con un hermoso árbol pintado que se extendía por la pared, se sentía cansada y su cuerpo le pesaba de sobre manera, se preguntaba de quién era ese cuarto que observaba, su cabeza quería salir a ver si el bebé estaba en su cuna, deseaba protegerlo, pero no podía mover sus pies de donde se encontraba; la puerta se abrió y tres personas con máscara entraron a la sala, el cabello de Bellatrix, quien ahora era una Lestrenge según lo que le había comentando Sirius la semana pasada, era el más reconocible, uno de los sujetos le parecía demasiado conocido, pero no lograba descifrar su identidad.

–Se ha llevado a la bebe– comentó la tercera figura.

–No importa si se la ha llevado o no, el señor tenebroso está apunto de asesinar a los Potter ahora mismo, y no es como que la chica no pueda enfrentar su destino contra mi– dijo con su exasperante voz–la marca está sellada tendrá que darme su poder tarde o temprano.

– pero no sabemos dónde está la chica, como podrá de terminar de absorber su poder.

–Silencio–grito mientras miraba fijamente al armario donde Alexa se encontraba escondida– Se que estás ahí ¡Sal ya!–grito.

Alexa se había despertado de su horrible pesadilla, estaba tan alterada que quemó las sabanas con la que estaba durmiendo, seguía en estado de shock por todo lo que había presenciado, no se encontraba en su cuarto, no reconocía por un momento el lugar en el que se encontraba, estaba hiperventilada y le costaba respirar, todo empezó a bajar de temperatura en el lugar.

–¿Alex?¿Que pasó?–Remus que estaba a su lado le tomó la mano–estas helada.

–Yo-yo-yo–dijo temblando–necesito tomar aire–salió de aquella habitación y recordaba un poco que había pasado antes de su sueño estaba con los chicos en la sala de menesteres, habían estado jugando y hablando y decidieron quedarse a dormir allí, aún así la sensación de frío persistía, estaba descalza y cada paso que daba se convertía en hielo, había teñido sueños peores uno incluso donde alguien decía que Sirius estaba muerto, pero no podía calmar sus nervios, todo se estaba congelando a su alrededor, era mejor a incendiar el castillo pensó, su cabeza se empezó a llenar de preocupaciones, se suponía que era la guardiana de un bosque que iba a hacer si ni siquiera podía controlar sus estupidos poderes, no sabía nada de lo que debía hacer, había dejado de un lado las investigaciones hace varios días cansada de leer páginas de un diario sin información suficiente como para saber que hacer, estaba cansada, tenía miedo, su cabeza no dejaba de pensar en el sueño, ¿a que se referían con ir a matar a los Potter?, ¿Quien era el señor tenebroso? ¿Por que Bellatrix quería matar a un bebé? Su cabeza no paraba de dar vueltas.

–Hey –sintió como alguien la cubría con una manta, era más grande que ella y desprendía calor– te estas congelando a ti misma, ¿Que sucedió? ¿Ahora eres la reina de las nieves? Cuando será mi turno de ser la reina– dijo provocando una breve risa que hizo a Alexa olvidarse un poco de lo rápido que corría su cabeza en ese momento y la hizo sentirse cálida por dentro.

–Tu siempre eres la reina Black– dijo con voz temblorosa por el frío.

–Lo se lo se tengo tú completa adoración– dijo abrazándola ayudándola entrar en calor– ahora ven.

Alexa entró con Sirius de nuevo a la sala de menesteres, su hermano estaba al lado de la fogata y le dio la mano para que se sentara con el, estaban ahí sentados ambos mirando al fuego mientras Alexa se descongelaba.

–¿Como es que ya sabes te congelaste a ti misma?¿tiene algo que ver con los años que pasaste en America?¿por eso vas tanto al ministerio?¿tienes más poderes que los demás?¿por que no me contaste sobre esto?

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