Never gone (Capítulo Único)

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I felt empty space, never could explain 

Like you were erased, never could replace 

Now it's so clear with you right here...

Like you were never gone.

* * *

Nunca supo cuanto extrañaba sus labios hasta que pudo tocarlos de nuevo. Posó ambas manos en su cintura, cerró los ojos y estaba en casa. Una especie de calma envolvió el lugar, pero Lydia se movía con desesperación. No la culpaba. Después de largos días que parecieron siglos, estaba de vuelta. Stiles no la culpaba, para nada. Pero él se mantuvo sereno, tratando de disfrutar el momento y sentir su tacto en su mejilla.

Eso no significó que sus ojos no se llenaran de lágrimas.

* * *

"Nunca lo dije, Stiles"

Y allí estaba Lydia, recostada a su lado como si fuera normal. Stiles podría jurar que su olor ya estaba impregnado a su cama, y no se quejaba. La vida se sentía mucho más sencilla con unos ojos verdes que lo miraban en busca de una respuesta. No pudo evitar sonreír y acercarla a su pecho, no queriendo dejarla ir. Nunca.

"Ya lo sé. No tienes que decirlo" le susurró Stiles mientras pasaba una mano por su espalda con suavidad.

Lydia cerró los ojos y negó con la cabeza. Junto sus manos y empezó a jugar con sus dedos, y el castaño supo que algo le inquietaba. El dolor había cesado, pero lucía que todavía existían ciertos nudos que apretaban el aire que los rodeaba.

Como hilos.

"Te amo"

Ella se levantó y lo miró directo a los ojos. Posó una sonrisa en sus labios rojos y pudo jurar que los lunares de su rostro adornaban el cuarto oscuro como si fueran estrellas.

"Te amo, Stiles. Mereces oírlo"

Oh, era un sueño. El castaño tenía miedo de abrir los ojos y que Lydia se desvaneciera. Pero pudo tocar su cabello, pudo acariciar su mejilla, pudo tocar sus labios, y ni siquiera los sueños se sentían tan bien.

El sonido de su corazón era ruidoso, y no lo cambiaría por nada del mundo.

***

Los últimos días de escuela no duda en tomarle la mano mientras avanzan por el abarrotado pasillo, con ojos que preferían ignorar.

Ella usa su vestido favorito, se siente segura, cada vez que parpadea deja salir el brillo que hace meses no poseía. Cada paso que da es un misterio, pero no lo querría de otra forma. Stiles no puede evitar sentirse afortunado de seguir guiado por aquella fuerza sobrenatural, única en su especie.

El aroma a flores es suficiente para curar a Beacon Hills de todas sus tragedias.

***

"Lydia fue la primera en tener fe, ¿sabes?" le dijo Scott en una tarde de jueves, con hojas de otoño amenazando con entrar a la habitación.

Stiles le sonrió, como si lo que decía era obvio.

"Lo sé. La sentí todo el tiempo"

***

Y nada había cambiado. Nada, en absoluto.

Never gone || StydiaWhere stories live. Discover now