siénteme ー chanin.

ix.

— Chan Hyung.

Jeongin observó al mayor detenerse ante su llamado y su corazón latió fuertemente al tener su atención.

Caminó los pocos pasos que los separaban, necesitaba sentir su olor un poco más cerca, ese aroma que había calmado por completo la ansiedad que lo invadía.

Había planeado ir a la escuela para pasar por Minho al saber a que hora volvería ese día. Pensaba decirle que estaba aburrido y que le había parecido una buena idea. Con suerte vería al alfa mayor en sus clases o podría detectar su inconfundible aroma. Sin embargo las cosas habían salido mejor de lo que pensaba y ahora podría pasar tiempo a solas con Christopher, al menos un momento.

— Jeonginnie, que bueno verte. — Jeongin lo notó un poco incómodo. — ¿Qué haces aquí?

—Ehhh- yo vine por Minho Hyung, estaba aburrido en casa y pensé en venir por el. — Explicó con rapidez.

—Oh, que dulce de tu parte. Honey está en su salón, de seguro dando clases fuera de horario para algunos niños. Bien, debo irme. Adiós Jeonginnie fue agradable verte.

Se dio media vuelta para retirarse bajo la mirada de Jeongin, quien parecía buscar una excusa para retener al mayor ya que el alfa comenzaba a alejarse de él.

—¡Espera Hyung! — se detuvo pero no volvió a verle. — Yo- Quería saber si podría ir a tomar un café conmigo. Es que- Yo- Ehhh yo no pude agradecerle cuando me llevó a ese bar en Daegu.

—Pero, ¿Y Honey?

Jeongin sonrió cuando lo miró girarse.

—De seguro aún está dando clases, tenemos tiempo de tomar un café, ¿Verdad?

Christopher dudó y eso lo notó el omega, quien rogaba para que el mayor aceptara su excusa para tenerlo un momento más a su lado. Su sola presencia calmaba los nervios y ansiedad acumulada en esos días.

— Claro, vamos.

Su sonrisa deslumbró y tomó de la muñeca al alfa para llevarlo a una cafetería cercana.

Al ingresar al establecimiento lo llevó hacia una mesa para dos y pidió dos Americanos, sonriendo aliviado y sin soltar la muñeca del mayor. Sentía que el contacto con su piel era com un calmante natural, el cual deseaba poder seguir teniendo a su lado.

—Jeonginnie...

—¿Qué pasa, Hyung?

—Ya puedes soltarme, no es necesario que me sostengas todo el tiempo.

—Lo si-siento, no me he dado cuenta — Mintió y soltó lentamente su muñeca. —¿Pasa algo entre Minho Hyung y tu?

—No entiendo sobre qué hablas.

—Es que últimamente no me habla de ti y pensé que habían peleado.

—No, mi relación con Minho sigue tan bien como siempre. Cómo te va en la universidad?

—Bien, con trabajos y exámenes, pero lo tengo todo bajo control. — Se quedaron en silencio hasta que les llevaron sus ordenes. —Chris Hyung.

—Dime.

—¿Es normal?

—¿Qué cosa Jeonginnie?

—Sentir la imperiosa necesidad de estar con alguien a quien apenas conoces.

—Yo... Creo que sí.

—¿Te pasa algo parecido?

El alfa lo pensó detenidamente, dejando de lado el café recientemente traído mientras sus dedos repiqueteaban en la mesa de madera.

—Quizás.