Capítulo 2

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"Hellevator" de Stray Kids resonaba en su habitación como alarma a las 6:10.Se levantó de su cama, y se vistió con lo primero que vio en el armario. En realidad, a él no le preocupaba mucho qué ponerse, al fin y al cabo se vestía para él, y no para los demás. Era un dicho que le ayudaba mucho en su día a día.

Alistó sus cosas y se dirigió a su escuela. No era el típico chico que detestaba con su alma el colegio; él solía amar salir de su casa, no era un lugar bonito, pero no se quejaba; sabía que otros lo tenían peor.

Pero a veces se sentía sofocado, cansado y presionado. El solía, - y aún secretamente - culpar a Henry. Para el pelinegro, en realidad él tenía toda la culpa, pero al fin y al cabo, Henry era su hermano: no podía condenarlo y odiarlo por su trabajo, por haber cumplido sus sueños, pero sabía que en el fondo tenía un poco de rencor.

Llegó, relativamente temprano, a su colegio. Vio a Jeno con su papá, el último era agradable y muy divertido, no era el típico padre aburrido y exigente del siglo pasado. Se encaminó a los chicos.

  - ¡Conejitoooo! - dijo el pelinegro, poniendo su mano para que el contrario le de los 5.

  - Gaviota. - dijo Doyoung, tirándole un golpecito suave en el brazo a Mark, e ignorando su             mano.

Se escuchó la risa de Jeno. A Mark le daba gracia que, cada vez que él reía, no sabía si podía ver. Literalmente, sólo tenía una raya en los ojos.

  - ¡Vacío!

Jeno dejó de reír. Inmediatamente, sonó la campana.

  - La puta ma-

  - Ey.- dijo Doyoung.

  - Eso no dices con papá en su cuarto... - susurró Jeno. Por fortuna, ninguno llegó a escuchar, realmente una fortuna.

  - Dios, perdona a esta pobre alma. Amén. - dijo Mark, juntando sus manos y susurrando.

  - Ya. - dijo Doyoung, rodando los ojos.- Nos vemos, chicos.- removió los cabellos de los niños y se fue en su Lamborghini.

Entre risas y jodas, los chicos se separaron para ir a sus clases.

Mark entró a su salón, y vio a Jaemin.

  - Oye, ¿cómo se llamaba el chico que me ibas a presentar? Ese supuesto chico guapo que me dijiste para la fiesta.

  - Ah, ¿Donghyuck?.

  - Así es, ¿aceptó?

  - Sí.- dijo Jaemin, encogiéndose de hombros.- Ve a esta dirección.- le entregó un papelito rasgado.- Asegúrate de llegar a la hora, a eso de las 10. Hyejin es su mejor amiga, así que él querrá llegar lo más temprano para hablar con ella y todo.

  - Ajá.

Era jueves, mejor alistarse temprano. Jaemin le había dicho que el chico era hermoso, que era su tipo. Como el pelirosa era uno de sus mejores amigos, no había más que creerle.

Aunque, estaba claro, Mark no era tonto. No se enamoraba de cualquier persona.

Sin embargo, ¿Quién era su tipo, su chico ideal?

Ni siquiera él sabía exactamente. Recién se había dado cuenta de su sexualidad, pero, al vivir tanto tiempo con esa duda, al confirmar que le gustaba su mismo género no hizo más que empezar a interesarse en chicos. En todos esos años, no había salido con ningún chica, nadie le daba esa sensación.

Lo aceptaba; tenía nervios, podía gustar de su sonrisa o su inteligencia, pero, al conocer más allá, muchas de ellas realmente lo decepcionaron.

Él no necesitaba una princesa, él lo que verdaderamente quería era un príncipe, alguien al que pueda proteger. Para él, todo el mundo se olvidó que algunas mujeres no son las únicas indefensas; los chicos también sufren, lloran, se arrepienten.

Eso era lo que quería. Alguien con quien pueda compartir sus ideas, sus opiniones acerca de la sociedad, sus sentimientos con alguien que verdaderamente lo entienda. La mayoría de ellas se aburrían cuando hablaba de ello, o simplemente le seguían el rollo. Todo eso Mark lo notaba, y parecía que ellas no se daban cuenta.

Pero, Mark no tenía nada en contra de las mujeres. Pero había muchos ideales que tenía acerca de los géneros y las "ideologías". Hasta ahora no encontraba a la persona correcta, con quien pudiera ser él mismo. 

Mark Lee, sin disfraces ni alteraciones.

No se dio cuenta, pero se le vino a la mente Donghyuck. 

A Whole New World | MarkhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora