El asesino de SirensCity

Capítulo II

01 de Junio, 2018. En la Universidad de SirensCity se estaba haciendo el concurso más importante de la ciudad. El concurso de belleza que anualmente celebran los ciudadanos. En aquella pasarela llena de luces y personas alegres, se estaba entregando la corona de la chica más hermosa de este año. Janne Mashin, una chica de 19 años quien había llegado a la ciudad apenas hace seis meses.

Para ella ya era costumbre ganar tales eventos, y siempre creyó que esta vez si perdería ya que en esta ciudad también habitaban muchas chicas hermosas. Pero de sorpresa, fue ella quien resaltó más. Con una gran sonrisa y un enorme vestido de color violeta, se bajó de la tarima para ir a su casillero y luego cambiarse de ropa ya que el evento había culminado.

Después de caminar el largo y vacío pasillo principal de la universidad, Janne, se había topado con tres chicas que salían del vestuario.

__Janne! felicidades, muy buena bienvenida te acabas de dar en SirensCity -expresó una de las chicas-.

__Sí... gracias... -respondió Janne algo apenada-.

     Las muchachas siguieron de largo, y antes de que Janne entrara hacia el vestuario, una de ellas se devolvió y dijo: Por cierto, algunos estudiantes se quedarán para recoger la tarima. El directo ordenó que mantengamos la universidad en orden para los próximos eventos.

__Está bien, yo luego iré a ayudar -respondió Janne-.

     Una vez en el vestuario, Janne se soltó el vestido y guardó todo. Había quedado en ropa interior, del casillero sacó el almuerzo que su madre le había preparado con mucho cariño y se sentó a comérselo sin importar la hora. Ella pensaba en comer y luego en ir a ayudar en lo que podía, aunque le encantan los eventos de belleza y la atracción del público, Janne era una persona muy solitaria en su vida cotidiana como tal. Así que ella prefirió irse un poco más tarde con tal de estar un poco más sola al momento de recoger la basura, o arreglar cualquier cosa.

Janne apreciaba su cuerpo mientras comía, sus largas piernas pálidas y suaves eran muy llamativas, su delgadez también le daban forma afeminada a su cadera y su cabello negro resaltaba muy bien con sus ojos café oscuros.

Después de terminar, Janne se vistió con ropa deportiva y salió del vestuario. Se dio cuenta que ya eran las 6:30pm y que en media hora más iba a oscurecer. Movilizó el paso, pero se dio cuenta que en la gran sala del evento no había nadie. Incluso las luces estaban apagadas y todo seguía desordenado.

Ella no se sintió extrañada, pensó que quizás los estudiantes se habían fastidiado y se habían ido. Pero aún así, se tomó algunos minutos para dejar almenos algo arreglado.

Al marcar las 7pm, decidió salir. Pero antes de abrir la puerta principal, escuchó un ruido, al darse vuelta observó un cuerpo tirado en medio de la sala que ella se había molestado en limpiar.

No terminó de pulsar la manilla de la puerta y fue a investigar, ansiosa, curiosa y algo atemorizada; se acercó lo más que pudo y observó el cuerpo de una de las chicas que le había hablado antes... estaba muerta, y un charco de sangre se había creado bajo el cuerpo. Janne corrió asombrada hacia la puerta, pero se detuvo enseguida apenas vio a aquel sujeto de aspecto terrorífico. Un suéter blanco, esta vez no tenia la capucha puesta, su cabello despeinado y rebelde de color negro daba un aspecto terrorífico junto con esa sonrisa ensangrentada. Sin hablar de sus ojos bien abiertos, unos profundos ojos blancos.

__Esto no es chistoso... -dijo Janne algo aterrada-.

__Quizás si habláramos de algún payaso... pudiera parecer chistoso... -respondió aquel personaje terrorífico-.

     De las mangas del suéter, Jeffrey sacó un cuchillo ya bañado en sangre. Eso hizo que Janne, corriera en sentido contrario. Escapó hacia la cocina, subió las escaleras hacia el segundo piso y se encerró en la cocina.

Sacó de su pequeño bolso su teléfono celular y lo colocó discretamente en una esquina de la cocina. Janne pensó que tenia que grabar esto, y que así, si llegase a sobrevivir, pediría protección al estado de tal asesino. Así que decidió grabar en vivo desde la web todo lo que estaba sucediendo.

Después de unos tardos segundos. Jeff desde la puerta de la cocina, con su voz distorsionada y espantosa, dijo: Esto es mala idea... Janne, encerrarse no sería lo mejor para una persona que escapa de un asesino...

     Jeff pateó la puerta de la cocina, la voló de tan sólo una patada y entró rápidamente. Janne se agachó y se metió entre las bombonas de gas, no dudó en abrir las manillas de seguridad de las bombonas, y apenas cuando pudo, intentó agarrar unas cerillas para encenderlas. Janne pensaba en mandarse así misma a volar junto con el asesino que le perseguía.

El olor a gas ya estaba fuerte y cuando intentó encender la cerilla con la raspadura, Jeff la pateó fuertemente en la cara. Del impacto, esta soltó las cerillas y Jeff las agarró tras guardar el cuchillo.

__Qué locura... así tienen que ser todas las mujeres... -dijo Jeff-.

     Jeff, mientras jugueteaba con las cerillas y observaba a Janne en el suelo, encendió la cerilla y mientras el gas hacia la combustión para explotar, Jeff replicó frente a Janne: Ya siento que te amo por esto.