「↝Eʟ ɮօʟsօ ɖɛ Casɛʏ↜」

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        El contraste blanquecino de la piel de Casey cambió al nanosegundo de aparecer Blake, su crush, el chico de ojos pardos con miradas atrayentes, el joven del instituto que con solo un saludo a cualquier hora del día te hacia babear por él no importa lo tan ocupada que estabas. Su color cambió de blanco a rosa, intensificándose aún más en sus tintadas mejillas y pequeñas orejas pero para la hermosa Casey la batalla por ganar el corazón de su chico perfecto estaba más que terminada.

         Su mirada viajó al final del pasillo donde este mismo dobló con pasos firmes pero lentos, para la rubia verlo a él es un constante recordatorio que puedes ver pero es imposible tocar y Casey estaba mas clara que el agua. Soltó el suspiro mas largo de su vida cuando ya no lo vio, permaneciendo solo vigente en sus recuerdos.

    —Me recuerdas tanto a mí —Red, su compañera de infancia sonrió a su lado intercalando sus finos labios en una sonrisa melancólica—, a veces quisiera saber como funciona su cerebro.

      —Es que Blake Austin es tan perfecto —Casey no veía el rostro de su amiga porque en su remolinada cabeza solo existía todas las materias del estudio, ¡ah! Y por supuesto su tan encantado príncipe azul. La mayor de esta podía interpretar en su rostro lo tan atraída que estaba por él—. Seguramente en estos momentos no tenga ánimos de tener a una novia.

      —Recuerdas que a Blake lo dejaron hace tres meses, su novia se portó muy mal con él y luego lo dejó —tomó su mano muy lentamente atrayéndola al comedor del tercer piso. Las dos iban para allá pero al notar la presencia fugaz de su chico sus pasos se atascaron con una fuerza de voluntad inexistente.

           —Me contaron que el la dejó —Casey volvió a su recorrido junto a la pelirroja. Ambas se sentaron muy finamente en las sillas modernas junto a unas mesas ya rodeadas de comida alimenticia.

    —Casey, en realidad nadie tiene la menor idea de lo que pudo haber ocurrido entre ellos dos —la insuficiencia de sonidos por todo su alrededor podía interpretarse como apática para cualquier persona normal aún siendo así en el instituto Blake South High. Las chicas comenzaron su tan tranquila vida sin ningún inpevimento. Casey agarró de su bolso de piel de leopardo el tablet para enterarse de nuevas notificaciones mientras tanto Red estudiaba en un gigantesco libro para un examen de Física, su asignatura predilecta.

      Blake South High el instituto más pagado de todo el continente de las América. Su matrícula roza el 10% cada año convirtiéndola así en la escuela con el menor índice de entrantes. La mayoría de todos ellos son hijos de magnates, embajadores, abogados bien pagados, empresarios, gerentes de empresa bien dotadas, músicos e incluso actores muy famosos de telenovelas. Como el nombre lo dice, la familia dispuesta de Blake es la que formó esta enorme institución a base de sacrificio y perseverancia mostrando al país las grandes metas que se pusieron.

      Casey alzó su vista cuando se percató del escandalo que revolvió todo el salón, Red se quitó sus lentes viendo con detenimiento al mejor equipo de Football americano entrando por el pasillo, derrepente la multitud que permanecía tranquila despertó con impaciencia al ver los bien dotados cuerpos. Connie Cooper era el que lideraba al equipo estando al frente de todos ellos, a su derecha se encontraba Dean Andrew sosteniendo un casco enchapado de plata y por supuesto al lado del jefe Connie, permanecía un inquieto Jay Parker, el hermano mayor de Casey.

            La menor hizo un ademán a su hermano, este sin pensarlo dos veces caminó a su dirección pero obvio, Dean también tuvo el atrevimiento de unirse en la mesa y por supuesto no faltaba más que Connie también se uniera estando los cinco mejores amigos unidos de nuevo como si no se hubieran visto en años.

「 Intercambio de Princesas 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora