Dia 6 antes de los 100

15 0 0
                                    


Estamos vacíos, unos más que otros, nadie puede decir que es feliz, siempre hay algo que nos falta, creo que de eso se trata la vida, complementar esa parte que aún no hemos hallado. Cuando nos demoramos mucho, intentamos llenar ese vacío con amigos, sexo sin sentimiento y drogas, pero a la final nada nos llena.

Supongo que es lo que algunas personas sienten, creo que yo también.

Aún que me divierta y este feliz, al final del día, cuando la noche cae, me siento vacío, mirando la ciudad vecina, con el alma rota y los componentes restantes en la mano, nublandose la vista por el humo y los ojos en sollozo, sentado pensando que no todo está mal, no puedo hacer nada, solo observar con el terror de que todo siga igual; diciendo que es de débiles llorar, pero decirlo te hace más vulnerable, con mucho miedo y nervios, eso es normal, no esta nada mal.

Ahora estoy en un punto extraño, no sé que hacer, estoy en aquel momento de andarla cagando y es inaudito saber que todo se quedé en un punto exacto, en un contorno gris y un complejo desengaño.

Era domingo en la mañana, odiaba los domingo, porqué daba aviso a una nueva semana. No había desayunado, pasé el resto del día escuchando música nueva, no tan fuera de mi zona de confort, imagine que pronto acabaría el año, no faltaba mucho, la música en aleatorio seguía sonando, recordé que las fechas más importantes y tristes vendrían, lo eran para mí, saber que no todo es igual, que todo eso que crei que seguiría estable, se ha caído, como arena en tu mano.

Ese día, me cambiaría de casa, ya tenía todo empacado, solo me faltaba la cama, pero seguía acostado, con la complicidad de no dejar de escuchar música. Me sentía bien, pensar que volvería donde todo es tranquilo, y aun que no pasara nada, me sentía reconfortante saber que nada malo pasaría, pero no es así, alguna mierda tendría que pasar, pero quería ser lo bastante positivo para creer que todo iba a salir bien por está vez, sólo está vez.

Joderia mi sistema por última, mi vida una vez más, claro que sí, que valga tres cuartos de ignorancia, estoy de acuerdo de que lo haría, así que... me acoste y comencé a recordar, ¿Aquien le va importar? Tomé el último sorbo de agua del vaso, apuesto que no llorará, apuesto a que no lo intentara. Lo ultimo que recuerdo es que estaba bien jodido, me había quedado dormido, mi familiar me había llamado.

—Te estaba llamando.—se dirigió a mi con tranquilidad.

—sí, disculpa no escuche, andaba escuchando música.—mi respuesta fue precisa para no alargar la conversación.

—Estabas recordando ¿verdad?—ella lo había descubierto.—¿Quieres hablar de aquello?

Sentí que podría abrir mente y alma por primera vez, pero no quería que nadie supiera nada de mi.

—No, así estoy bien.—lo dije con un tono molesto, para no seguir con esa platica.

—Sabes, algún día eso que te guardas, te va matar y cuando sea muy tarde, nadie te ayudara, lo entiendes ¿verdad?—creo que tenía razón, yo mismo llevaría mi muerte.

—sí, lo que digas.—sin importancia lo dije y así me volví acostar.

Recuerdo muy bien ese día, cada palabra que dije en aquella conversación, ahora me encuentro contando esto. Un día leí que para contar nuestra vida, había que contar la de alguien más. Es así como terminan las cosas, que complicado, que miedo.

————————————————————————————————————

Bett - Antología (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora