Dia 8 antes de los 100

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Era un nuevo año, las clases habían iniciado una vez más, la rutina se todos los santos días había vuelto con avalanchas de intensidad, pero ahí estaba el rocío de las mañanas que esperaba en los sueños profundos. No la podía creer, era la chica que me mira hasta en sollozo.

Me hizo sentir que podía seguir, es tan especial, tan jodidamente brillante. Comencé a escribirle en una libreta vieja, seguramente ha permanecido más de 30 años en la tierra, en ella coloque lo que no podía contar, lo que no podía decir, mi boca era bloqueada y la mano actuaba sobre el cuadernillo con palabras en un idioma que desconocía. Los nervios me invadían, no podía decir o hacer nada, no quería que la estupidez me sometíera a la tontería, no quería que se derrumbar los pocos escalones que llevaban a la cima de la cúspide.

La manera en la que redactaba cada momento con la hermosura dimensional, es estar felíz, es un sentimiento tan agradable que no quisiera que sé fuera, pero es bastante evidente que no iba estar siempre en mí, ¹me auxilium divinum, patientes estote ad me: vade a me et non dimittet, nec modicum tollat ​​me factor est.

Estoy atrapado en un cuerpo que no quiere hacer nada, con un alma en espera de hacer lo imposible, esto me detiene ha no poder explicar lo que quiero decirle, por esa razón tuve que tomar fuerzas para dar a conocer cierta parte de lo que intente explicar. Mil palabras y diez ilustraciones le di ha entender todo lo que quería, horas y horas esperé a su respuesta, los minutos les llame horas, más y más eran los segundos en un minuto, y, con nervios leí lo esperado, en mi piel pasaba una sensación de certidumbre de saber que decís en el interior de esas páginas de un escritor clandestino; para ella lo era.

"No sé cuando termine de escribir esto, aún quedan un montón de páginas en blanco por ser escritas"

Fue una manera sutil de decir que muy seguramente se iría, pero de alguna forma regresaría, reversus revereantur, si me diligis, aliter orare pro me gravis.

"Al ver estás hojas en  blanco, y al no saber cuando terminará, he decidido ayudar"

La ayuda ha finalizado y las hojas siguen en blanco, no hay rastro de tinta sobre la superficie de dicho material de arte, cada hoja está a la espera de su retorno, pero no será así, la muerte me ha de llegar y los siglos pasarán, aún conteniendo nada, absolutamente nada, frágil la cobertura y polvorientas estarán cada una de ellas, el cataclismo harán que sea el diario del superviviente magnífico, tal vez esté no era para utilizar en esté tiempo, será otorgado a un tiempo que no ha llegado, y entre líneas estará escrito lo que una boca no pudo decir, así fue plasmada dos miradas cuando la conversación se pierde en sin de ideas.

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¹ayúdame, ser divino, ten me paciencia, no permitas que se vaya, no permitas que me rinda.

²regresad avergonzada si me quieres de lo contrario reza por mi sepulcro.

Bett - Antología (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora