Hunter
—¿Seguro que no quieres venir?
Es la quinta vez que Paul me pregunta lo mismo. Caroline había organizado una salida; cena, bar, no sé. Pero no me encuentro con ganas de salir del departamento.
Lo lamento por Eric, lo conoceré en otro momento. No estoy con el mejor humor para conocerlo.
—Seguro.
—¿Y qué harás? La idea es que salgas para que te distraigas.
—Puedo hacerlo aquí. Escuchar música, algún documental sobre medicina, lo que sea.
—No vas a cambiar de decisión, ¿verdad?
—No.
—Bien, esto a Caroline no le va a gustar. Voy saliendo, trataré de volver temprano.
—No lo hagas, estaré bien.
Me despido de Paul, repitiéndole que voy a estar bien, que se divierta y que no trate de volver temprano. Creo que necesito estar solo.
Una vez que noto su ausencia, me recuesto en el sofá y escucho la música que me brinda un canal de televisión.
Muevo mis pies al ritmo de una letra movida, luego se suman mis dedos sobre mi pecho. Me encuentro totalmente sumido en la diversión de la letra, y el ritmo de la música.
Pero, así como el canal me brindó un momento de alegría, me presenta ahora una canción melancólica.
¿Esto es jodidamente en serio?
Podría levantarme, buscar el control remoto, y cambiar de canal o apagar la televisión. Pero no lo hago, me quedo escuchando la letra.
«Porque hay un millón de razones por las que debería renunciar a ti, pero el corazón quiere lo que quiere».
Es lo que dice en su letra, y me detengo a pensar en tal fragmento mientras la canción continúa con su trayecto.
Muy cierto, el corazón quiere lo que quiere. Mi miedo me da millones de razones para renunciar a Chloe, pero mi corazón... quiere estar con ella, a cada momento.
Y aquí me encuentro, pensando en ella. Sintiendo su ausencia en todo mi ser, ausencia que yo mismo provoqué.
Estoy luchando contra mis sentimientos, me encuentro en un vaivén. Una parte de mí quiere estar solo, pero otra gran parte, quiere correr a sus brazos para así no alejarse jamás.
Hay una batalla en mí, y el fantasma del miedo se está llevando todos los puntos. Le está ganando al amor, lo está derrotando por completo.
Para cuando la canción termina, mis ojos se encuentran repletos de lágrimas. Y al más mínimo parpadeo, varias de ellas se liberan y hacen su triste viaje hasta mis mejillas.
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A través de ti (En físico y en Ebook)
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