Baekhyun se despertó sonriendo pues aquella sensación le era muy agradable, pero cuando abrió los ojos su expresión cambió radicalmente. Se sorprendió bastante al ver a Chanyeol tan cerca suya de nuevo, pero lo que más le llamó la atención fue su pelo. Estaba totalmente despeinado, así que se imaginó lo que ocurrió y la escena que probablemente había filmado.
Baekhyun pensó rápidamente en lo que estaba sintiendo, ¿celos? Probablemente. Se levantó del asiento a la vez que acomodaba su ropa. —Lo siento, me dormí sin querer—
—¿Por qué no te fuiste a tu casa? Hemos terminado por hoy, creí que lo sabías— dijo Chanyeol quitándose la ropa que tenía para así ponerse la suya propia, dándole igual que su estilista estaba delante.
Baekhyun desvió la mirada antes de ver su torso o más, así que permaneció cabizbajo. —Pensé que podrías necesitarme en algún momento..., sólo pretendo hacer bien mi trabajo—
—Hacer bien tu trabajo— murmuró Yeol. —Entonces vete, no tienes nada que hacer aquí aparte de seguir durmiendo— añadió de forma ofensiva.
Baekhyun hizo una reverencia como disculpa, cogió rápidamente sus cosas y se marchó. Mientras tanto, Yeol se sentó en un pequeño. Baekhyun resultaba ser tímido y atrevido al mismo tiempo, y quizás por ese mismo motivo le resultaba tan especial a Chanyeol. Normalmente la gente sólo lo querían para lo que mejor se le daba... el sexo, pero Baekhyun no parecía importarle eso, él iba a lo que iba, a trabajar, y a nada más.
Desde aquel día, Baekhyun evitó a toda costa cualquier contacto con Chanyeol, sólo lo veía para hacer su trabajo como estilista y porque no le quedaba otro remedio. Habían pasado varias semanas, pero el sentimiento era cada vez más jodido. Baekhyun llegó a su casa después de haber tenido un día bastante duro, se dejó caer en el sofá y suspiró profundamente. Entonces, en ese momento, su cabeza le hizo pasar una jugada: pensar en Chanyeol. Baekhyun se negó a si mismo, pero era un poco complicado.
Durante las semanas atrás, Chanyeol le había estado insinuando sexualmente, pero a pesar de haberlo evitado, no podía dejar ir esos putos pensamientos. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera dejado influir? Habrían follado varias veces en el camerino, era una tensión sexual que se extendía como un virus. Además, Baekhyun en ocasiones iba a ver cómo actuaba, al fin y al cabo era un actor y lo podía ver en acción..., pero el impulso de marcharse cuando comenzaba las escenas porno era inevitable. Nunca estaba ahí en ese momento, sólo se quedaba hasta verle desnudo, y obviamente Chanyeol de daba cuenta.
Así pues, esa noche decidió hacer un experimento para comprobar si sentía algo por él realmente. Buscó en Internet una película suya y comenzó a verla, prácticamente buscó escenas de sexo, pero ni siquiera duró cinco minutos..., aparte de verle desnudo y en acción, sintió cómo una avalancha de celos se apoderó de su cuerpo. Tal fue así que quitó la película y fue a darse una ducha.
Dejó que el agua cayese sobre su cuerpo mientras intentaba relajarse. Pero realmente fue inútil, tan sólo había visto un par de minutos, pero el hecho de haber escuchado a Chanyeol gemir de tal forma había sido suficiente para excitarse. Suspiró profundamente y desplazó la mirada hacia abajo, hacia su miembro. Al instante lo sujetó y comenzó a mover la mano lentamente de arriba hacia abajo durante unos segundos. El calor comenzaba a tomar cierto protagonismo incluso en tales circunstancias.
Comenzó a mover su mano con más velocidad, quería sentirse más caliente. En su mente sólo estaba él, estaba masturbándose por culpa de Chanyeol. Apretó los dientes entre sí cuando sentía placer, pero era inevitable no gemir aunque fuese de forma leve y constante. Cerró los ojos y se apoyó contra la pared; estaba muy fría pero era excitante. Sabía perfectamente que acabaría en un par de minutos si seguía moviendo su mano con tanta velocidad, pero al fin y al cabo era lo que quería. Sintió cómo un rápido cosquilleo recorría la zona del abdomen inferior, era un aviso de que terminaría pronto. Así pues, después de unos movimientos profundos más, Baekhyun eyaculó y además se llevó consigo un agudo y satisfactorio gemido.
Después de terminar de ducharse, Baekhyun razonó un poco y comenzó a pensar que realmente sentía atracción por Chanyeol, pero también sabía que esa relación era sumamente imposible. Además, Chanyeol sólo tenía impulsos hormonales masculinos hacia él.
De repente, su móvil sonó y rápidamente fue a mirar quién era. Chanyeol. —¿Chanyeol?— susurró confuso y dejó que la llamada se cortase. No quería saber nada de él, no quería sufrir por una jugada suya por sexo.
Se cortó, pero de nuevo volvió a sonar. Baekhyun frunció el ceño, y tragó saliva mientras cogía el móvil y aceptaba la llamada después de unos segundos. Quizás era algo del trabajo, pero le extrañaba esa posibilidad ya que era tarde, incluso el cielo estaba oscuro.
—Baekhyun, necesito que vengas urgentemente, estoy en el camerino.
Justo cuando terminó de hablar colgó, lo que dejó a Baekhyun algo desconcertado..., ¿debía de ir o no? Fuese lo que fuese, tenía el deber de hacerle caso pues al fin y al cabo era su jefe, él era quién decidía las cosas.
Tardó unos minutos en arreglarse y pocos más en llegar hasta el lugar que había indicado. No había ni un alma allí, todos se habían ido..., y entonces fue en ese momento cuando pensó que había sido una mala idea en ir.
Respiró profundamente y se acercó al camerino, deteniendose frente la puerta y esperando que la fuerza divina se apoderase de su mano para conseguir abrir la puerta. Pero antes de hacerlo, creyó oír algo desconcertante..., ¿oía sus gemidos?
Baekhyun no pudo resistirse más, abrió la puerta y se adentró en el interior. Se aseguró antes de cerrar bien la puerta y mantuvo la mirada fija en lo que estaba haciendo Chanyeol. Él no podía creerlo, pero después de todo, ya lo había visto desnudo muchas veces. Chanyeol sonrió y le devolvió la mirada, deseando que Baekhyun fuese el que relajase su reciente excitación.