Real Colors ◈ Jikook

C H A P T E R IV

¿Te has fijado que muchas veces los colores se miran distintos dependiendo de con que otros los combines? O, como puede significar una cosa en concreto, pero si le cambias la forma en la que está contenido puede transmitirte algo diferente. Es como poner una pintura de una mariposa negra entre flores lavanda sobre una pared blanca, ves que la mariposa negra parece ser un ser malvado en un campo fresco y claro. Pero si pones esa misma pintura en una pared negra, pareciera más como si le dan más importancia a la flora en la pintura, causando impresión que la bella mariposa está siendo purificada. Por lo tanto obviamente hay ejemplos que pueden ser de dos caras de una manera más exagerada.

En concreto los colores varían tanto, demasiado para ser comprendidos a la primera. Así como el verde puede ser veneno y el rojo la ira. Pero luego pueden pasar a ser la mera vida y el amor en su máximo esplendor. Y esto también sucede mucho las personas, ya que estamos formados a base de ellos. Solo es cuestión de ver la vida en diferentes perspectivas. No significa que sean bipolares, falsos por actuar diferente o que haya un problema con ellos donde su alma sea de un color y que actúen de forma diferente sin cambiar de matiz. Solo aléjate un poco y mira su entorno, mira el fondo en el que están siendo expuestas. Y allí es cuando sientes que nadie tiene la culpa de ser vulnerable a los colores que nos rodean.

Simón nuevamente estaba en su estudio. Había dejado listas una tartaleta de frutilla y un poco de chocolate caliente. También fue a comprar algunas empanadas de poyo y espinaca y luego lo acomodó todo en la mesita central de la sala y continuó en ordenar la planta baja de su casa para que estuviera lo más presentable para su visita que no tardaría en llegar. Una vez todo listo se tomó unos minutos para neutralizar su mente. Había cambiado la página nuevamente de su cuaderno a un nuevo comienzo y tomo tonos rojos esta vez. Para Jungkook seleccionó bermellón, carmín y vino. Para Jimin eran más unos tonos rosados como el coral, cereza, tonos más claros y un orquídea para darle más frescura.

Pero la mente del Dibujante seguía intranquila, su mano quería seguir garabateando. Así que tomo un lápiz de carbón y empezó a dibujar a una chica, con ojos grandes y raros, algo perturbadores. También la hizo más delgada de lo que se consideraría sano para una persona normal y con un cabello cortado de forma tan desigual, con mechones demasiado cortos y demasiado largos en todas partes de su cabellera atados en una coleta despeinada. La verdad es que el Artista ni siquiera se fijó en hacer a un personaje agradable. Mas bien, le salió la ilustración perfecta de un nerviosismo, estrés y malestar puro. Características que harían a una persona que está hecha de ellas solamente, sin algún color para darle permiso a mayor libertad de personalidad, la haría alguien muy odiosa y desesperante.

Se encontraba demasiado ansioso y sintió ese detonante para que su sistema dejara de funsionar correctamente con el sonido de su puerta siendo tocada como una melodía. Incluso la forma en la que la señora golpeaba la madera era como lo solía hacer el cartero. Era más como un pequeño ritmo singular y definido, que lo hacía distinguirse entre cualquier otro sonido de percusión que provocaban otras personas con la misma intención de llamar la atención de quien estaba dentro. El Arista salió de su estudio y ni siquiera fue necesario asomarse a la ventana antes de abrir, ya que estaba tan ansioso que dejó pasar a su vecina tan pronto llegó a la entrada.

Jimin se sintió aturdido al despertar otra vez de forma diferente, pero se alarmó al ver a su chico de colores excesivamente fuertes y llamativos. Pero Jungkook tenía los ojos cerrados con fuerza, con sus manos sosteniendo su cabeza. Era como si el mismo color que estuviera pintando su cuerpo fuera tan impactante que para su mente era seguramente algo pesado para controlar. Después de todo, el rojo es el color que tiene más impacto visual, un matiz efectivamente intenso y posiblemente peligroso.

Jimin se acercó rápidamente hacia él y tocó su frente para calmarlo, acarició su mejilla y lo abrazó con delicadeza. Jungkook se dejó llevar con esa energía que lo comenzó a envolver por su dulzura y lo abrazó de vuelta, pero por la fuerza descontrolada que le proporcionaba su nuevo pigmento concluyó lastimando al delicado ser entre sus brazos. El más pequeño al recibir una presión que le estaba causando dolor salió de sus brazos apresurados y con la respiración agitada. El más alto se quedó perplejo unos segundos, pero al ver a su pequeño príncipe, asustado de él después de huir de su tacto, le hizo cambiar a una expresión abstraída y preocupada.

—Amor... —pronunció débilmente Jungkook. Su delineado seguía siendo de tonos fuertes, pero el resto de él se miraba más pálido. Como si estuviera vacío.

—Shhh —lo tranquilizó, acercándose nuevamente y acarició su frente como lo había hecho antes. Poco a poco la piel contraria donde posó sus dedos se tornaba rosa, calmando al mayor y causando una sonrisa que solo esos tonos pasteles con capaces de provocar.

Estaban tan sumisos en su burbuja cálida hasta que uno de ellos fue alejado bruscamente. Jimin miró extrañado a esa chica desalineada que lo tenía fuertemente sujetado del brazo, invadiendo su espacio personal de manera desagradable. Y claro que lo era ya que la única persona con la que había compartido página era otro chico, el cual tenía el permiso de estar dentro de su espacio privado por razones opuestas al arrebato de la nueva.

—Suelta mi brazo, me duele.

Jimin lloriqueó levemente, sin recibir respuesta verbal de ella, solo una mirada perturbadora, como si esos orbes de pupila casi inexistentes fueran inmóviles, tan solo fijados en el chico rosa. Por lo tanto, quien se encontraba un poquito más alejado, perplejo de que le hayan quitado sin cuidado a su fuente de calma, fue llenándose nuevamente de su color original, a diferencia de que ahora poseía nuevos tonos más oscuros como el color espeso de la sangre y algunas manchas color negras.

Un cuerpo pintado de odio.

No había más que colores sucios en sus ojos al ver a esta chica tan detestables. No entendía nada, ya que ningún pensamiento coherente llegaba a su cerebro. Jungkook estaba cegado totalmente, Simplemente por no tener esa persona que lo contagiaba de colores luz, su corazón colapsaba y se ensuciaba con tonos oscuros. Por eso los colores pueden llegar a ser peligrosos cuando su entorno cambia o un elemento especial se aleja de el. De forma fugaz tomó a la chica de la tela de su blusa raída cerca del cuello, apartó su mano del brazo de Jimin con tal brusquedad, sin control, que el pobre chico salió empujado hacia atrás. Pero su compañero de escarlata seguía sin ver con claridad. Ahora levantó a la chica del suelo y la impulsó con rudeza al piso.

Al estar dentro de papel, creados por un hombre que no vivía completamente conectado a la realidad que compartía con el resto de humanos, no tenían bases de estereotipos o lo que se consideran modales de género, o simplemente cualquier asunto de ética que se manejara en el mundo de allá afuera. A Jungkook no estaba preparado para procesar que golpear a una chica estaba muy mal visto. Ni siquiera se le pasó por la mente que podría ella tratarse de un género diferente. Puramente la tomó como una amenaza, la convirtió en su objetivo al sentir a su luz ser apartada de él. No conocía la muerte tampoco, por lo que su mente no concluía en las consecuencias que podrían traer las múltiples patadas que le daba a su oponente quien yacía en el suelo carcajeándose como si de un mal chiste se tratara de todas formas. Pero a diferencia de la chica de negro y el chico de tonos oscuros y encendidos, había un pequeño joven de matices nobles quien yacía tumbado con lágrimas blancas y brillantes en sus ojos.

Jungkook lanzó lejos al ser despreciable, ella solo le sacó la lengua divertida. Nuevamente Jung quería regresar para borrar cada rastro de burla de su faz, agregando que seguía viéndose igual de desalineada que al principio. Pero escuchó apenas un sollozo fuerte detrás de él, dirigiendo su atención a Jimin, hecho un ovillo algo alejado de él; pero el pequeño no se había movido de su lugar en ningún momento luego de ser derrumbado al suelo. Así que Jungkook empezó a acercase a él, por ende, esa mirada de ira pura no perdía intensidad conforme se acercaba a quien se tornaba gris poco a poco.