Cambios

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Cuatro años era el tiempo, el lapso donde no vio más a su albino amigo, transcurso en el cual perdió todo contacto con él. Hasta aquel mensaje hace dos días, con la simple frase de "Voy a visitarte" el número era el mismo, Orochimaru nunca lo borro por la sencilla idea, de que en algún momento se contactaría con él y para sorpresa de si mismo ocurrió.

Recordaba haberse encontrado tonando un café, mientras leía los documentos de aquella empresa en la que trabajaba, alejado de cualquier distracción hasta el característico sonido de su celular, no supo porque decidió verlo, nunca lo hacia cuando estaba trabajando pero. Ahí mismo tuvo aquella corazonada, las ganas de saber que era aquel sonar.

Quedo estático, duro como una piedra cuando sus ojos observaron la pantalla reflejando el nombre del contacto "Jiraiya" al leer el mensaje sintió algo cálido en su pecho, combinado con unas ganas de volver a sentir aquel sentimiento de amor.

Rememorar los recuerdos de un pasado amor para muchos es doloroso, para otros es normal pero para muy pocos es algo feliz, para él era demasiado feliz leer que tal persona se puso en comunicación. 

— Jiraiya ¿Que hiciste todo este tiempo? — Murmuró con una leve sonrisa.

Rápidamente ambos se destinaron a hablar por mensaje, pactando cuando seria el encuentro de los dos y donde podría quedarse el mayor, la alegría de Orochimaru era notable, él recordaba al chico como alguien alegre, pervertido, vivaz y hace mucho tiempo extrañaba tener alguien así en su vida.

"Espero no hayas cambiado Jiraiya, aun esperó ver esa faceta tuya" — Fue el mensaje que no tuvo respuesta alguna.

Llegó el ansiado día del encuentro, el azabache utilizando uno de sus tantos kimonos, arreglando su cabello tal y como lo hacia cuando salia con Jiraiya, nunca iba a negar el hecho de que a pesar de todo siempre lo amo... Lo quiso como la primera vez y eso no se puede cambiar con el tiempo, algo tan fuerte como un amor honesto es indestructible como un diamante.

Orochimaru lo espero en la estación, miraba con una sonrisa el reloj dándose cuenta que el avión no tardaría en arribar y volverlo a ver tras largos años en su piel producía una sensación de cosquilleo y ni hablar de su corazón que latía a mil por horas.

Entonces los cuentos que contaban las madres eran ciertos, cuando una princesa veía a su enamorado todo parecía detenerse, para Orochimaru aquello paso.

Ambos se acercaron pero él noto algo en el otro, vio que aquella alegría que detonaba no estaba, quien veía ahí no era el verdadero Jiraiya sino alguien que de apariencia era él pero de sentimiento era otro.

— Las personas cambian, nada es igual para siempre — Hablo seriamente — Quizás sea momento de que intentes volverme a lo que era antes Orochimaru, dame la alegría de ser el anterior. 

Cuando pensó que todo estaba perdido, oyo aquellas palabras y no dudo en asentir, la espera era dolorosa pero toso iría bien para ellos.

— Siempre llegas tarde, también para esto pero no me sorprende de ti

— Me fui por muchos asuntos, pero un hombre siempre vuelve por su enamorado. — Expresó acercándose al ajeno, con una pícara sonrisa

— Cuatro años... Demasiado tiempo pero valió la pena Jiraiya, ahora deberé cambiarte a lo que eras — Si aquel hombre aparentemente serio era su amado, él no se rendiría fácilmente, quería al chico del cual se enamoro en el antaño

— Un pervertido enamorado de un chico más blanco que la leche — Bromeó, algo del antiguo estaba aún.

— Mira, ya esta volviendo tu mal uso del humor ¿Probamos midiendo que tan pervertido eres? — Uso aquel tono de sarcasmo de siempre.

— Touche, no pierdes nunca el toque.

— Para ti nunca, ahora vayamos a mi casa, allí te quedarás.

Los dos tenían un largo camino que recorrer, algo arduo pero al mismo tiempo rápido, se conocían y no faltaba mucho para que todo vuelva a lo que era.

JiraOro one shots (Naruto) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora