Si de algo estaba seguro Jiraiya, era que invitar a Orochimaru a salir no iba a ser para nada fácil, lo intento tantas veces y en todas el chico lo rechazo profundamente. Una vez incluso le tiro el agua que estaba bebiendo, alegando a que prefería salir con un bagre, que con Jiraiya, no obstante el chico no iba a desistir de sus ansias de tener al chico de sus múltiples sueños cono fantasías nocturnas.
Aprovecho un evento de la escuela, era uno para recaudar fondos en el cual los chicos y chicas eran vendidos para tener una cita con el comprador, Jiraiya término ganando a Orochimaru aquella tarde.
— Aceptó ir a esa CIRA Jiraiya, pero más te vale que sea una maravillosa.
— Oh claro que lo sera Orochimaru, haré que nunca lo olvides.
Ese día se colocó su mejor atuendo, uno negro que lo hacia lucir elegante y su cabello bastante bien peinado, estaba hecho un galán.
La primera parada en aquella cita fue el restaurante, Jiraiya escogió uno por su sofisticación y porque sus padres fueron allí la primera vez que salieron, era algo bastante especial.
Ellos dos se miraron y el alguno invito al otro a escoger lo que quiera del menú, cosa que hizo.— Y bien Jiraiya ¿Por que me invitaste tantas veces a salir? Siempre te digo que no estoy interesado — Coloco sus manos en su mentón, ansiando una respuesta.
— Porque te me haces interesante, aquella forma tuya de ser es cautivante,como una flor floreciendo en invierno, es raro pero maravilloso. A mis ojos eres eso y más.
— Estoy conforme con tu respuesta, quizás debí aceptarte antes, dime ¿Planeas más citas o aquí se termina el ingenio?
— No me conoces bien Orochimaru, tengo un arsenal de planes para ti y para mi, puedo pensar demasiados escenarios para llegar a tu corazón.
— Entonces intentalo, llega al fondo de lo que es mi corazón y cambia todo a tu favor.
— Eso haré, ten paciencia y verás como el gran Jiraiya triunfara.
— A veces eres demasiado positivo para este mundo ¿Lo sabías?
— Todo el mundo me lo dice, pero en mi opinión esta totalmente bien serlo, la gente no puede ser negativa todo el tiempo.
— Bueno, es una bonita interpretación — Le dio la razón antes de tomar aquella copa de vino.
El resto de la velada se la pasaron hablando, compartían diferentes gustos pero que de cierta forma congeniaban un poco, Orochimaru entendía que aquel chico que vino una vez corriendo a toda marcha, con flores y chocolates no era alguien asqueroso por como pensó. Sino que ahora lo veía dulce.
Al termino de la comida ambos pasearon por el parque, viendo las estrellas, Jiraiya sostenía la cintura de Orochimaru y este se dejaba ser. Al termino de aquella noche Jiraiya lo llevo a su casa, despidiéndose con un beso en la mejilla.— Fue una buena velada Jiraiya, no pensé que pudieses ser romántico — Alabó el chico.
— Claro que puedo serlo, si me das más oportunidades verás de lo que soy capaz.
— Esperaré eso entonces.