Ya pasé página, estoy en una nueva etapa de mi vida y nunca más permitiré que el miedo y los malos recuerdos me dominen.
-Me alegra escucharte hablar de esa forma, por lo menos sé que no destruir tu vida completamente.
Hubo un silencio sepulcral por unos cuantos minutos en el que ninguno de los dos se atreve a decir nada, cómo si estuviéramos sumergidos en nuestros propios pensamientos, hasta que él hablo.
-yo quiero pedirte un favor antes de marcharme. -este me miraba a los ojos esperando mi respuesta.
Bien, que deseas?
-Quiero que me perdones por todas las cosas malas que te hecho, por todos los malos ratos que has vivido por mi culpa. Perdóname por todas las noches en que lloraste al recordar todas las cosas feas que te hice. Si no me perdonas, no podría seguir tranquilo sin saber si tú me has perdonado o no.
Mi mi boca estaba totalmente seca, nunca pensé que escucharía a la persona que tanto daño me ha hecho en esta vida, pedirme perdón. De repente se arrodilló a mis pies, pego su frente al suelo y empezó a llorar como loco y a pedirme perdón. Yo me encontraba en shock, me sentía colérico, no sabía cómo reaccionar en este momento. No sé si eran mis nervios o el dolor que sentía por lo que estaba viviendo en ese momento, pero mis lágrimas empezaron a salir cuál si fueran cascada desbocada, no podía contener el llanto me sentía roto, pero al mismo tiempo sentía que una gran carga se iba de mis hombros. Creo que podría decir que estaba siendo liberado de las ataduras que llevaba sobre mí desde que el día que fui violado por el hombre en que una vez ame tanto. Mi tío walas, a quien tanto amé y en quién tanto confié cuando era niño.
Después de haber llorado por un buen rato, trague duro y me llene de valor.
Yo te perdono
A partir de hoy no te guardaré rencor. A partir de este momento cerrado definitivamente ese capítulo triste y doloroso de mi vida. Sólo te pido que nunca más vuelvas a hacerle daño a alguien. También te pido que te perdones a ti mismo.
Después de terminar de hablar, él se levantó, seco sus lágrimas y me brindó una pequeña sonrisa.
-Nunca más volveré hacerle daño a alguien.
-Te lo prometo.
Luego dio media vuelta y se marchó. Yo me quedé sentado en el pasto, la verdad es que fue increíble todo lo que acababa de pasar. Después de tener 15 minutos perdido en mis pensamientos escuché un fuerte sonido. Como el sonido de un disparo. sin pensarlo dos veces salí corriendo en la dirección de dónde sonó aquel estruendo. Cuando llegue al lugar de los hechos me quedé pasmado.
Era el.
El tío Wallas se había quitado la vida después de haberme perdido perdón. La impresión fue tan fuerte que caí de rodillas en aquel mismo lugar. Ver el cuerpo inerte en el frío suelo en medio de un charco de sangre fue demasiado para mí. Grité y lloré hasta que me quedé seco. Hasta que no salió una sola lágrima de mi. Los minutos pasaron y llegó la policía, ellos hicieron el levantamiento del cuerpo y reconocieron que era el desaparecido Wallas, el preso que se había escapado de la cárcel hace un buen tiempo.
Unos enfermero se secaron a mí para calmarme, me preguntaba una y otra vez que sí estaba bien, que si él me había hecho algo, pero yo solamente podía negar con la cabeza, porque ya no salían palabras de mi boca, simplemente no tenía las fuerzas ni siquiera para hablar.
Ellos me llevaron a la ambulancia, allí me revisaron, tenía la presión un poco alta provocada por la gran tensión del momento. Me llevaron al hospital para medicarme y dejarme en observación por esta noche. Después de estar en aquel lugar por dos horas entonces llegaron mi mamá y mi novia. Ellas se acercaron a mí con el miedo palpable en sus rostros, pero no las dejé hablar cuando se pararon frente a mí les dije con voz rasposa.
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Pederasta. (Completa)
Short StoryCon la voz entre cortada, lleno de miedo y pavor le gritaba una y otra ves que me soltara, que me dolía mucho. Yo no entendía por que me hacían eso. Por que me dañaban de esta manera. Su cara solo reflejaba que disfrutaba lo que me hacia. Creí qu...