Hasta la Eternidad

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- POR FAVOR SÁQUENME DE AQUÍ - chilló el pequeño golpeando fuertemente la puerta de aquella habitación, una y mil veces repetía aquellas 5 palabras implorando sacarlo de aquel lugar oscuro y frío.

- Quiero a mi mami - implora sentándose en el piso agrando sus piernas y llorando fuertemente, nadie lo escuchaba o eso creía el niño, no le importó estar fuertemente golpeado solo quería salir de ahí y estar con su mamá dándole diciéndole que todo esto era una pesadilla muy fea.

Pasaban los minutos y su llanto cesaron, sin darse cuenta que cayó dormido en aquella posición incomoda.

MINUTOS ANTES*****

Izuku había despertado en un auto con varias personas a su lado, ninguno le prestaba atención alguna, asustado aquel niño de cabellos verdes se levantó de golpe asustando a los presentes, no sabía que pasaba, de repente miles de imágenes se le pasaron por su confusa cabeza recordando, por último, el fallecimiento de su madre, ...... miles de lagrimas se escaparon por aquellos ojos color esmeralda, trató de ir hacia la puerta del auto en movimiento pero uno de ellos lo agarró, forcejeó tanto que sus fuerzas ya no daban.

- eh! tú - apuntó con los dedos a uno de los acompañantes - donde dejaste los tranquilizantes hay que callar a este niño ¡APÚRATE! - el que agarraba a izuku lo presionó en su pecho casi dejando sin aire al niño.

- no agarres así al niño recuerda que lo queremos vivo, no muerto - habló el que conducía mirando el retrovisor muy seriamente.

- lo sé, pero este niño causo un gran problema hasta el alboroto se puso en la noticias, si que es un gran dolor de cabeza pero disfrute matar a su madre, - dijo sonriendo y recibiendo la jeringa y inyectando lo en la piel blanquecina de izuku.

- No por favor- susurro durmiéndose y todos quedándose en silencio

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Minutos después llegaron a un lugar que parecía un hospital más que todo, pasaron por el portón grande, mostraron su identificación y pasaron, se estacionaron por último entraron al hospital agarrando no muy gentilmente al niño

- se puede saber que hicieron - dijo una voz demasiada enojada - ¡creen que esto es un juego! - se presentó ante aquellas personas mostrando un periódico para luego lanzarlos en la cara cara de uno de los agentes

- Jefa, se lo juro que no fue nuestra culpa - dijo nervioso, cualquiera que viera a la encargada de ese lugar se moriría ahí mismo.

- Los del estado, sobre todo los ministros, están muy enojados, quieren culpables y yo no los voy a salvar, ahorren sus palabras que están despedidos, dejen al niño en una habitación y desaparezcan de mi vista

Los agentes ingresaron a una habitación junto al niño sin dejar que su jefa los vea

- Este niño me las va a pagar - se acercó al niño

- Espera - intervino uno de ellos - aquí no, nos pueden ver, mejor vamos a la habitación 312 ahí no hay cámaras y ya haces lo que quieras.

- ¡PUES QUE ESPERAN! - se fueron todos buscando la habitación 312

Después de unos minutos lo encontraron

- Esta es la habitación- dijo arrojando a izuku al piso, aquel se despertó de golpe por el dolor proveniente de su cabeza

- Vaya miren quien despertó, já, pues ez el que hizo que perdamos el trabajo, esto lo voy a disfrutar, agradezco que a pesar del ruido nadie escucha - sonrió - que, ¿no vas a hablar ?

- nos divertimos con el niño? que dicen chicos - dijo mirando a los 5 hombres, los otros dos se quedaron a ver que nadie sospeche nada

Todos asintieron riéndose, viendo como izuku intentaba pararse soportando el dolor de como lo arrojaron y confundido por lo sedado que estaba